Las 24 horas de Cristina Cifuentes en Sevilla: "No me persigáis por los pasillos, por favor"

A muchos en el PP les hubiera gustado que Cristina Cifuentes se hubiera quedado en Madrid este viernes para incorporarse a la Convención Nacional del partido en Sevilla el sábado, el día que, por la tarde, su presencia está anunciada en la agenda. Pero no. La presidenta de la Comunidad de Madrid prácticamente inauguró la cita. Fue la primera en cortar la cinta.

Convocó una rueda de prensa a las tres y media de la tarde y se plantó en la sala de prensa casi veinte minutos tarde. Arrancó a hablar a las 15.48. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, bajó de su coche para entrar en el hotel que acoge la reunión de los populares a las 16.11. La líder madrileña ya había dicho lo que tenía que decir, es decir, lo mismo que en los últimos días pese a que las evidencias de que en su máster de la Universidad Rey Juan Carlos hubo irregularidades son cada vez más graves. "Yo no voy a dimitir por la sencilla razón de que ni he cometido ninguna ilegalidad ni he mentido", zanjó sin nervios aparentes y mientras quienes la atendían discutían sobre si le brillaban los ojos o no.

Cifuentes se montó en el AVE a las diez de la mañana. En un vagón contiguo iban algunos periodistas que vieron entrar al equipo que la acompañaba, su núcleo duro, sus habituales. Para que no hubiera dudas de que venía a Sevilla colgó una foto en Twitter. "Con una pequeña parte de la delegación del PP de Madrid que ya está camino a Sevilla", aclaró. Un grupo de 14 personas en el que no había ni una mala cara y sí muchas sonrisas, alguna algo forzada, eso sí.

Los madrileños se alojan en un hotel muy cercano a la estación de Santa Justa y no aparecieron por la convención hasta que tocó su comparecencia a la prensa. Al bajarse del coche, la melé de periodistas y una docena de curiosos la recibieron entre empujones y con hostilidad. Ella, chaqueta amarilla y vaqueros, sonrió y dio las gracias por la bienvenida mientras la policía protegía su entrada. "Les agradezco a todos ustedes que hayan venido a esperarme", captaron algunas cámaras.

Ya en su comparecencia, flanqueada por su jefe de gabinete y otra jefa de gabinete, con rostros mucho más circunspectos que el de la propia presidenta, Cifuentes no dio muestras de debilidad. Algunos de los periodistas que la siguen habitualmente y que vivieron en directo su comparecencia en la Asamblea de Madrid y posterior rueda de prensa, señalan que sí ha perdido algo de fuerza y convicción, pero lo que se veía era una mujer muy convencida de lo que estaba contando. Cifuentes se ha revelado como la nueva mujer de acero, no titubea pese a que las pruebas y las declaraciones aportadas por el rector de la Universidad Rey Juan Carlos y el director del máster de marras no hacen más que arrinconarla cada vez más.

Cifuentes se ha revelado como la nueva mujer de acero, no titubea pese a las pruebas y declaraciones aportadas por el rector de la URJC

La presidenta del PP de Madrid dijo que las declaraciones del rector no las había oído del todo bien. Primero, insinuó que les pilló la comparecencia viajando e inmediatamente después admitió que ya estaba en Sevilla pero no pudo prestar toda la atención debida. Dijo que todo esto era de "extrema dureza" para ella, pidió comprensión y se despidió solicitando a los periodistas que la dejaran tranquila. "A ser posible no me persigan por los pasillos estos dos días", dijo con tono de súplica.

Después entró en el plenario donde recibió besos y abrazos. La abrazó el presidente Mariano Rajoy y, efusivamente, compañeros como Pablo Casado o Javier Maroto. También recibió el cariño de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que en su discurso deslizó con aplausos del plenario que toca "defender a los nuestros" y advirtió contra "las malas artes".

Convenientemente besada y arropada, Cifuentes abandonó la convención pasadas las seis de la tarde, tres horas antes de que el recinto comenzara a quedarse vacío. Se montó sola en un coche que la esperó en el lateral reservado para el acceso a la prensa. Después dejó constancia en su cuenta de Twitter, de nuevo, del abrazo de Rajoy a su llegada a la convención.

También lanzó alguna frase del discurso de Cospedal a favor del "patriotismo constitucional". Y declaró que estaba "muy de acuerdo" con Juanma Moreno. El presidente del PP andaluz también pasó un trago similar a su llegada al cargo cuando se destapó que había inflado su currículum. Hace ya cuatro años, y resistió sin problema. Con Cifuentes hay apuestas. Hasta en la barra de la cafetería improvisada en un lateral del hotel, dos señores con credencial de "participantes" discutían sobre si tenía que quedarse o irse. Sobre si Génova la mantendrá o le pedirá que se vaya. Sobre si ahora es mejor esperar y que se deteriore Ciudadanos en la comunidad de Madrid.

De noche, Cifuentes tenía encuentro con los del PP madrileño. Lejos de donde Rajoy departía con los del PP andaluz y "la sociedad civil". A las 16.00 horas de este sábado, participa en una mesa redonda con sus homólogos de Castilla y León, La Rioja, Ceuta, Extremadura, Navarra y la número dos de Andalucía dentro del ciclo de Diálogos Populares.