Sánchez endurece sus ataques contra Ciudadanos ante su escalada en las encuestas

Pedro Sánchez llegó a decir hace justo dos años, en la precampaña de las elecciones generales del 20-D, que Ciudadanos era igual a "las Nuevas Generaciones del PP". En aquellos momentos, la formación de Albert Rivera pitaba en los sondeos y había algunos incluso que le situaban a la par que el PSOE. No hubo 'sorpasso' sin embargo en las urnas de Cs ni tampoco de Podemos. Ni en aquellas legislativas ni en las que se celebraron seis meses después, el 26-J. Ahora, la formación naranja vuelve a experimentar un crecimiento en los estudios de opinión y de nuevo el secretario general sube un peldaño en la escala de ataques. "Ciudadanos es el Vox de la política española".

No se anduvo Sánchez con paños calientes este martes en una entrevista en Cuatro, la primera en mucho tiempo —congruente con la estrategia marcada por su equipo de baja exposición mediática—. La intención del líder socialista era remarcar la ubicación ideológica de Rivera, arrinconándolo en la extrema derecha.

A Sánchez le preguntaban si estaría dispuesto a reeditar, llegado el caso, la entente que tejió con Cs en 2016, con la que sumó 131 escaños y que era insuficiente para mandar a Mariano Rajoy a la oposición. "Ciudadanos es el Vox de la política española. El PSOE siempre ha abogado por la unión de los partidos de izquierdas", y por eso considera "pésima" y "decepcionante" la noticia de la ruptura del Gobierno de Barcelona decidida por Ada Colau tras una consulta a sus bases. Pero su objetivo, aunque se complique, es el mismo, reiteró: "Mi determinación y mi decisión es siempre intentar entenderme con la izquierda, y no con un partido que se ha situado a la derecha del PP".

En el entorno del líder se admite que la voluntad es "reforzar el perfil de izquierda de gobierno del PSOE" y la necesidad de fijar la ubicación de Rivera

La formación de Rivera ha experimentado un importante crecimiento en las encuestas. El último barómetro del CIS, de octubre de 2017, pero publicado la semana pasada, advertía de una subida de tres puntos —del 14,5% al 17,5%— de los naranjas, frente a una leve caída de los grandes partidos —de ocho décimas en el caso del PP; de siete para el PSOE— y un mayor desplome de Unidos Podemos. El más reciente sondeo de Metroscopia para 'El País' sitúa a Cs a la altura de los socialistas. En Ferraz insisten en que las perspectivas que las empresas demoscópicas conceden a la formación emergente están "infladas", y más aún la proyección de Metroscopia. Aun así, en la dirección reconocían este martes a El Confidencial que los mayores ataques a Cs responden a la voluntad de "reforzar el perfil de izquierda de gobierno del PSOE" y la necesidad de "recordar" el espectro ideológico de Rivera, "en la derecha".

La estrategia de los socialistas también fue puesta en evidencia por la portavoz en el Congreso, Margarita Robles. La dirigente achacó a intereses electorales que Cs se muestre reticente a sumarse a la comisión de revisión del modelo autonómico que, impulsada por el PSOE y pactada con el PP, echará mañana a andar en la Cámara Baja. "No es momento de hacer campaña electoral utilizando esta comisión", señalaba Robles. Y es que Rivera siempre se ha manifestado muy crítico con la naturaleza de este órgano. Cs juzga que lo que hace falta es, directamente, una comisión de reforma constitucional, en la que se aborden distintas cuestiones urgentes, y no solo el encaje de Cataluña en España. Para el PSOE, sin embargo, este nuevo órgano es la antesala de ese debate sobre la Carta Magna, que llegará en aproximadamente seis meses. Al menos, ese es el compromiso que Sánchez arrancó de Rajoy, si bien los plazos se han ido dilatando. Esta comisión, por ejemplo, fue planteada por el PSOE en septiembre y aprobada por la Mesa del Congreso antes del referéndum del 1-O, pero su sesión constitutiva llega mañana.

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Robles insistía este martes en que frente al "engaño de Junts pel Sí" —porque sus dirigentes han acabado admitiendo que no estaban preparados para la república catalana o que hay más vías alternativas a la independencia—, la "irresponsabilidad" de Colau y las críticas sin alternativas de Ciudadanos, el PSOE ofrece a todos los grupos trabajar juntos en la comisión del modelo territorial, que finalmente será presidida por su compañero de partido José Enrique Serrano (jefe de Gabinete de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero) y que contará con la balear Sofía Hernanz como secretaria de la mesa.

No a los pactos con los independentistas

Hay otro dato que cuenta: estamos en precampaña de elecciones en Cataluña, en la que Ciudadanos está afianzado (en las encuestas) como segunda fuerza, tras ERC. Pero el PSC quiere recuperar su antiguo espacio disputando a Inés Arrimadas el electorado del cinturón metropolitano de izquierdas, y a ese propósito responde el guiño de las listas: alianza con los herederos de Unió para recoger las simpatías del "catalanismo moderado" y también con figuras señeras de la órbita progresista para no perder pie en el granero natural.

El propio Iceta asegura que no hará presidente ni a Puigdemont ni a Junqueras. No los investirá ni aunque renuncien a la hoja de ruta de la secesión

Sánchez también marcó las líneas maestras de los pactos poselectorales. En España y en Cataluña. Reiteró que no será "presidente del Gobierno a cualquier precio", de forma que el PSOE solo se entenderá con formaciones que quieren "un proyecto compartido" y no "romper la unidad del país". Así que "aquellos que quieren saltarse la legalidad, como ERC y el PDeCAT no son buenos compañeros de viaje". Su objetivo es "ganar al PP", tanto en escaños como en votos y "liderar el cambio político" en España.

El propio Miquel Iceta aseguraba hoy que no hará "presidente ni a Oriol Junqueras ni a Carles Puigdemont". "Creo que ya hemos tenido bastante", dijo desde Barcelona. Tampoco facilitaría su investidura ni aunque ERC y el PDeCAT renunciasen a una hoja de ruta que pasara por hacer efectiva la declaración de independencia de Cataluña, porque el 'expresident' y su número dos "son los responsables de habernos llevado hasta aquí, una situación desastrosa", informa EFE.

Iceta lo dejó este lunes más claro que nunca, también porque Rivera había afirmado que los socialistas podrían propiciar "un tercer tripartito". Esa posibilidad está descartada, por tanto. Eso sí, "serán necesarios acuerdos que no pasen por la ruptura de España ni saltarse la legalidad" y que superen la fractura en la política catalana y en la relación Cataluña-España. "Me gustaría que Cataluña tuviera una mejor autonomía, una mejor financiación, así como impulsar una España federal y que haya un instrumento para decidir si los catalanes aceptan un nuevo acuerdo de relación con España", resumió. Horas más tarde, el jefe del PSC se ofreció como garantía de "estabilidad" a los empresarios y exhibió su alianza con los herederos de Unió. A Rivera todo eso no le bastó. "Yo, desde luego, no me fío del señor Iceta", señaló el presidente de Cs desde el Congreso.

¿Y la mesa de coordinación parlamentaria?

El secretario general del PSOE cargó además contra Colau, siguiendo la doctrina de los últimos días, y coordinada con Iceta, por haber "puesto en manos de los independentistas" la gobernabilidad de Barcelona. La alcaldesa ha pasado así "de la equidistancia a la equivocación". Frente a ellos, el PSC representa "la concordia, la convivencia". No quiso entrar en las alianzas posteriores al 21-D, puesto que el partido hermano está centrado en "ganar las elecciones y ser la primera fuerza".

Los socialistas eluden la pelota y achacan al "boicot" del PP a las iniciativas sociales la razón por la que la colaboración con Podemos no da frutos

Los socialistas están muy molestos con la regidora, y asumen que será "muy difícil" el entendimiento con los 'comuns' y Podemos tras esta quiebra de la confianza. Pero miden sus declaraciones públicas para no soliviantar al electorado de izquierdas. Robles, de hecho, no quiso dar por liquidada la mesa de coordinación parlamentaria con Unidos Podemos, pese a la evidencia de que no se reúne desde hace meses y no hay frutos conseguidos más allá de que lograron forzar la comparecencia de Rajoy por la Gürtel a finales de agosto. La portavoz sostuvo que la culpa no era de ambos grupos, sino del PP, que en este año de legislatura, y con el pretexto de la crisis catalana, se ha dedicado a "boicotear" y "cercenar por completo" la actividad parlamentaria, vetando hasta 47 proposiciones de ley de la oposición e imposibilitando así que se tramiten asuntos sociales de importancia, que son los que unen al PSOE y a Pablo Iglesias.

"El tema de Cataluña es importante, es básico y fundamental, pero no vamos a dejar de denunciar la parálisis del Gobierno", avisó Robles, que a su vez insistió en que su grupo seguirá poniendo sobre la mesa iniciativas, como la que proposición no de ley que presentará la próxima semana para que se dé cumplimiento "de verdad" el pacto contra la violencia de género, una idea hacia la que apuntaba la resolución aprobada el sábado pasado en el comité federal del PSOE.

Sánchez encontró "sarcástico" que Rajoy asegurara, esta mañana en la Cope, que los independentistas catalanes están "inhabilitados políticamente" por haber mentido a los ciudadanos. El presidente, dijo, se tendría que aplicar él mismo esa sentencia por haber engañado mucho a los españoles en estos años.