Galán (Iberdrola): "Tenemos que atender a la ciudadanía y no a los políticos"

Ignacio Sánchez Galán presentó este jueves en Londres el nuevo plan estratégico de Iberdrola 2024-2026, último año completo de su actual mandato como presidente de la eléctrica. El ingeniero salmantino prometió 11.000 millones de euros en dividendos a los accionistas y 41.000 millones en inversiones pese a la inestabilidad política de sus principales mercados, como España, Reino Unido y Estados Unidos. Una coyuntura que el primer ejecutivo de la multinacional española aprovechó para quitar relevancia a los líderes mundiales con los que se ha fotografiado con reiteración.

"Somos una empresa que tiene 123 años de existencia y hemos estado conviviendo con diferentes regímenes y diferentes gobiernos y hemos sido capaces de gestionar la situación al margen de quién estuviera en el poder", aseguró Galán en relación con los próximos comicios en el País Vasco y en Cataluña, pero, especialmente, a las elecciones que van a tener lugar en la Casa Blanca (Washington) y en Downing Street (Londres), las capitales de dos de sus cuatro grandes mercados.

Las preguntas de los analistas se referían, principalmente, al riesgo para las empresas de energías renovables del regreso de Donald Trump, que se ha posicionado en numerosas ocasiones a favor de la industria del petróleo y en contra de las doctrinas del cambio climático. A lo que Galán respondió que "en Estados Unidos", el mercado al que va a destinar un 35% de los 41.000 prometidos en el nuevo plan estratégico, "hemos estado bajo la administración de Obama, de Trump y también con la administración Biden. Que venga lo que venga".

El presidente, que habitualmente hace públicos sus encuentros con los presidentes o primeros ministros de cada país en el que opera, explicó esta indiferencia a la incertidumbre sobre quién ocupará el sillón presidencial tanto en los gobiernos locales o central de España, como Reino Unido y Estados Unidos, con una frase contundente: "Lo que tenemos claro es que tenemos que atender a la ciudadanía y no a los políticos".

"Hemos estado bajo la Administración de Obama, de Trump y también con la Administración Biden. Que venga lo que venga"

Esa aseveración se produce después de la polémica que provocó en mayo de 2022, cuando llamó "tontos" a los ciudadanos que pagaban la tarifa regulada cuando la luz se había disparado a máximos históricos tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Un adjetivo que provocó un gran revuelo en todo el país, con reacciones desde casi todos los partidos políticos. El altercado le obligó a pedir disculpas a las 21.00 horas del día siguiente, viernes, tras un gran debate en el seno de la eléctrica, para calmar la cólera de una sociedad que tenía problemas para pagar la factura de la electricidad y el gas.

Después de aquel embrollo, Galán visitó a Rishi Sunak, el primer ministro de Inglaterra; a Anthony Albanese, el de Australia; a Joe Biden, el presidente de Estados Unidos; y a Lula Da Silva, el primer mandatario de Brasil. Antes lo había hecho con otros líderes políticos, como con Boris Johnson, al que agradeció su confianza cuando ya era manifiesta su animadversión con Pedro Sánchez. En todos estos encuentros, incluso cuando firmó en el libro de condolencias en honor a la Reina Isabel II de Inglaterra, Iberdrola enviaba fotos para hacer pública su buena sintonía con todos ellos.

De hecho, en alguna de sus respuestas a los analistas que intervinieron en el Capital Day, Galán aseguró que un miembro de la administración británica había estado el día de antes en una de las instalaciones de Iberdrola en Reino Unido, donde va a destinar unos 10.000 millones en los dos próximos años.

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El presidente de Iberdrola no espera ningún problema en el caso de que Trump ganara las próximas elecciones en Estados Unidos, porque el 80% de sus activos son redes, cuya regulación la deciden las administraciones de los respectivos estados y no las autoridades federales. Las mismas que hicieron imposible la compra, a través de Avangrid, su filial de Connecticut, de PNM Resources, la compañía de Texas que Iberdrola compró en otoño de 2020 por 11.000 millones y a cuya adquisición tuvo que renunciar el pasado 2 de enero pese a sus reuniones con Biden.

Conservadoras y enfado

Tras este fiasco, Iberdrola ha lanzado una opa para comprar el 18,4% de Avangrid que no controla por unos 2.100 millones de euros para tomar el control total. José Sainz Armada, el director financiero, reconoció en la conferencia con inversores que esta filial estaba dando un cash flow negativo y que era necesario hacer ampliaciones de capital para que diese el retorno esperado a los accionistas.

En este nuevo periodo 2024-2026, Iberdrola prevé alcanzar un resultado bruto operativo (ebitda) de entre 16.500 y 17.000 millones en 2026. El grupo con sede en Bilbao aspira a alcanzar un beneficio neto de entre 5.600 y 5.800 millones en 2026. Unas cifras que Galán, que mostró de nuevo su carácter cuando fue preguntado por los impuestos en España ("tenemos 40"), calificó de "conservadoras". Según dijo, el beneficio sería 300 millones superior si se calculase con los precios de la luz que utilizan sus competidores para sus cálculos. La bolsa, donde Iberdrola ha subido un 300% en los últimos diez años, reaccionó con una tímida subida del 0,45% a este plan estratégico.