El agasajo frustrado a Biden: Iberdrola sufre en EEUU su mayor derrota corporativa

Estados Unidos es un país al que Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, siempre ha agasajado retóricamente. Certidumbre para el inversor, seguridad jurídica y calidad crediticia. Pero el ejecutivo salmantino ha sufrido ahí el mayor revés corporativo desde que lidera la mayor energética de España. Iberdrola no ha podido culminar la operación con la que iba a dar su gran salto corporativo en EEUU. La filial estadounidense de la eléctrica, Avangrid, renunció este martes a adquirir PNM Resources, la energética de Nuevo México cuya compra comunicó en octubre de 2020 y con la que pretendía crear un gigante de 40.000 millones de dólares en activos.

El grupo vasco asegura que no se han podido cumplir las condiciones para cerrar una transacción en la que iba a invertir 11.000 millones de dólares, el mayor esfuerzo dentro de su plan estratégico 2022-2025. En ese documento, presentado en Londres en noviembre de 2022 ante cientos de inversores, Iberdrola apuntaba que PNM le aportaría 800.000 clientes, 8.700 millones de activos, 2.168 megavatios de generación regulada y un beneficio neto de casi 200 millones. Era, en definitiva, la clave de bóveda sobre la que apuntalar la expansión de Iberdrola en Estados Unidos.

Cuando anunció la operación, hace más de tres años, el cálculo era que esta compañía del estado de Nuevo México y Texas contribuyese con 500 millones al beneficio operativo. Se trataba de la mayor operación corporativa para Iberdrola en más de una década.

Sin embargo, la Comisión Reguladora Pública de Nuevo México tumbó la operación en diciembre de 2021. Los cinco miembros de la institución decidieron por unanimidad que los costes de la adquisición para sus ciudadanos superaban los beneficios, dadas las quejas de asociaciones de consumidores por los fallos en el servicio de Avangrid, y pusieron también en duda la cultura corporativa de la compañía española.

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Para esto último, citaron las informaciones relacionadas con el llamado caso Villarejo —el procedimiento judicial que ha investigado la contratación por parte de Iberdrola del comisario José Manuel Villarejo entre 2004 y 2017— de que una de sus empresas, Cenyt, espió a políticos, sindicalistas, grupos ecologistas y rivales empresariales de Sánchez Galán. En una decisión sorprendente, la comisión de Nuevo México concluyó que la fusión sería perjudicial para los intereses de la comunidad y le negó el plácet regulatorio necesario para completarla.

Varios directivos de la eléctrica, incluido el propio Sánchez Galán, sufrieron la condición de investigados durante varios meses, si bien el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón acabó archivando sus imputaciones, no tanto por falta de indicios, que los había, como porque los hechos habrían prescrito.

Problemas en los tribunales de EEUU

Después, Iberdrola pleiteó en los tribunales estadounidenses y aseguró que cerraría la operación. Hasta el último momento, la compañía ha defendido la racionalidad, conveniencia y oportunidad de la operación. Sánchez Galán afirmó sentirse "bastante cómodo" y "convencido de que el acuerdo se va a llevar a cabo", especialmente después de que los cinco miembros de la comisión de Nuevo México fuesen relevados por otros más afines a la compra.

Pero, además, el ejecutivo salmantino se encomendó a un activo político de muchos quilates: Joe Biden, con quien trató de estrechar vínculos políticos y mediáticos. El presidente de los Estados Unidos visitó unas instalaciones de Iberdrola en su país a mediados de 2022. En enero de 2023, Galán plantó a Pedro Sánchez en Davos, en un encuentro que el presidente del Gobierno español quiso mantener con los principales directivos del Ibex que habían acudido al Foro Económico Mundial. Días después, Iberdrola distribuyó una foto de su primer ejecutivo con el inquilino de la Casa Blanca en la que reforzaba su compromiso con un país que, a diferencia de España, le daba seguridad jurídica y "estabilidad regulatoria".

En una intervención en la Universidad de Harvard, Galán recalcó su apuesta por "países con altas calificaciones crediticias, regulaciones predecibles y administraciones comprometidas con la descarbonización, realizando inversiones seguras y a largo plazo".

Iberdrola trató de capitalizar la relación de Ignacio Sánchez Galán con Joe Biden

Para engrasar sus relaciones con la Administración estadounidense, Iberdrola disparó sus aportaciones públicas a los políticos del país. En 2022, últimos datos disponibles, multiplicó por 10 veces el importe donado en 2021.

Pese a todo ese despliegue político, mediático y de relaciones institucionales, Iberdrola renuncia ahora a la compra de PNM. La estrategia de comunicación de la eléctrica intenta transformar este obvio revés en algo positivo, casi buscado por ella. Según esta tesis, el colapso de una operación que en su momento se calificó como una gran adquisición, llena de oportunidades y que iba a contribuir desde el año uno al resultado de la eléctrica, se convierte ahora en una liberación de 11.000 millones de músculo financiero para hacer otras compras.

Lo cierto es que, además de los continuados problemas con las administraciones y juzgados estadounidenses, la cotización de Avangrid, su gran filial de EEUU, se ha desplomado cerca de un 23% en los últimos 12 meses y un 33% desde agosto de 2022. Por su parte, PNM cotizaba más de un 15% por debajo del precio pactado en octubre de 2020, por lo que la transacción se había complicado mucho.