Cómo descarbonizar el sector industrial: la fórmula que está siguiendo esta empresa en España

Prácticamente todos los países del mundo llevan años, con mejor o peor ritmo, tratando de reducir sus emisiones. Y España no es una excepción. Según los datos del Observatorio de la Sostenibilidad, nuestro país produjo en 2021 más de 231 megatoneladas de CO₂, lo que supone un aumento del 9,15% respecto a 2020. Sin embargo, los datos de 2020 pueden ser engañosos por los confinamientos y los parones empresariales: en realidad, las cifras de 2021 suponen un descenso frente a las 256 megatoneladas emitidas en 2019.

Esta lucha por la sostenibilidad no le es ajena a ningún sector empresarial, si bien, por su propia actividad, en algunos resulta una tarea más compleja. Si nos fijamos en los análisis del Miteco, veremos que el sector con más peso en el global de las emisiones de GEI en 2020 es el transporte (27%), seguido de las actividades industriales (20,8%) y la agricultura y ganadería (14%).

La fórmula: materia prima, reciclaje, economía circular...

En este contexto, tanto las empresas del sector industrial como las proveedoras de este tipo de sectores están llevando a cabo diversas iniciativas para disminuir su huella de carbono. Una de ellas es Saint-Gobain España, que en 2019 estableció su hoja de ruta en sostenibilidad hacia la neutralidad de carbono en el año 2050. Este camino, que se inició con la Firma del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en 2003, parte de una premisa esencial: "Necesitamos que las construcciones sean cada vez más eficientes, ya que el planeta tiene unos recursos limitados", afirma Ainhoa Macía, directora de comunicación externa de la compañía. Dicho camino se basa en varios puntos:

1.- Construcción ligera y sostenible. "Más del 60% de nuestra actividad se centra en el sector de la edificación", cuenta. La visión del Grupo Saint-Gobain se centra en "posicionarnos como líderes mundiales en el mercado de la construcción ligera y sostenible. Entendiendo este concepto como un modelo de construcción en el que se emplea la menor cantidad de materias primas y energía generando la menor cantidad de residuos posible".

2.- Reducción de emisiones. De cara a 2030, la compañía se ha marcado reducir las emisiones de CO₂ un 33% y la extracción de agua industrial un 50%. Esto afecta no solo a la propia empresa, sino también a las que trabajan con ella: "Trabajamos para que nuestros proveedores, clientes y partners también sean parte activa de la descarbonización de la construcción".

3.- Economía circular. Una gran parte de la sostenibilidad del sector industrial pasa, inevitablemente, por la circularidad. Macía lo tiene claro: "Debemos generar unos residuos que sean retornables y llevar a cabo acciones para neutralizar el impacto de la industria de la construcción, ya que más del 40% de las emisiones de CO₂ están relacionadas con este sector". De hecho, el grupo ha establecido como objetivo reducir los residuos no valorizados en un 80% y emplear un packaging 100% reciclable. Para ello, dedicará un gasto de capital y un presupuesto de I+D de 100 millones de euros anuales hasta 2030. La compañía, además, forma parte de Envalora, un nuevo Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (Scrap) para envases comerciales e industriales que aglutina a más de 390 empresas para colaborar, impulsar y financiar soluciones con el objetivo de prevenir y reducir el impacto de los residuos de envases en el medioambiente.

La compañía dedicará un gasto de capital y un presupuesto de I+D de 100 millones de euros anuales hasta 2030 para ser más sostenible

4.- Productos sostenibles. "Recurrimos al I+D para lanzar productos que per se sean mejores y más sostenibles", afirma la portavoz. Con ello se refiere a cómo se fabrica, cómo se transporta, cómo se traslada los materiales a grandes empresas, qué embalajes se usa, etc. Esto se refleja en los materiales o productos fabricados: las tuberías de fundición dúctil de Saint-Gobain PAM tienen una vida útil de más de 100 años; el nuevo vidrio base con la huella de carbono más baja; ORAÉ, de Saint-Gobain Glass; Webertherm Circle, el primer SATE 100% reciclable desarrollado por Saint-Gobain Weber, etc.

5.- Neutros en carbono. Como parte del compromiso que muchos sectores están alzando dentro de la UE, Saint-Gobain también pretende ser neutra en carbono para el año 2050. Este objetivo, además de las medidas antes comentadas, pretende llevarse a cabo con otras que afectan a su organización interna: la compañía está identificando la huella ambiental que generan sus oficinas, sus flotas, su transporte de materiales o sus viajes de empresa, entre otras cosas, para reducirlas lo máximo posible.

Estrategia Grow&Impact

Todas las acciones llevadas a cabo por Saint-Gobain se enmarcan dentro de Grow&Impact, un plan estratégico anunciado en 2021 y que tiene seis objetivos principales: conseguir la mayor eficiencia en sus mercados, trabajar soluciones sostenibles y eficientes, innovar en función de las necesidades del cliente, fomentar una cultura de liderazgo, luchar en favor de la inclusión y la diversidad y aplicar los criterios ASG como parte de su modelo de negocio, es decir, trabajar en los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza de una empresa.

Fruto de este plan, la compañía ha experimentado un crecimiento orgánico del 10% anual, con unas ventas de 5.300 millones de euros al año, merced también a las adquisiciones recientes (Chryso, GCP, Impac en México, Basprefer y Matchem en Brasil, IDP Chemicals en Egipto, Best Crete en Malasia, Choksey Chemicals en la India y Urumix en Uruguay).

Dispone, además, de un resultado operativo equilibrado entre las tres zonas geográficas en las que opera: un 30% en Norteamérica, un 32% en Asia y países emergentes y un 38% en Europa Occidental. En cuanto a los resultados financieros, tiene un margen operativo del 10,3%, un ratio de conversión del flujo de caja libre del 56% y una creación de valor con un ROCE (Return On Capital Employed) del 15,7%.

Por último, la rentabilidad del grupo para el accionista ha sido la más alta de su historia: 2.600 millones de euros en dos años mediante recompra en acciones y reparto de dividendos. Todo ello con un modelo que, como decíamos, tiene un objetivo claro aparte de la rentabilidad: ser neutros en carbono en 2050.