Iberdrola se lanza a por la americana Avangrid y ofrece 2.280 M por el 18,4% que no controla

Iberdrola quiere controlar Avangrid en su totalidad. Así, la energética presidida por Ignacio Galán ha presentado al consejo de administración de Avangrid una oferta no vinculante para adquirir, a través de una fusión o de otro modo que se acuerde entre las partes, todas las acciones de la compañía americana que no sean de su propiedad, y que ascienden al 18,4% del capital, por 2.280 millones de euros (2.486 millones de dólares).

Iberdrola ofrece un precio de 34,25 dólares estadounidenses en efectivo por acción, lo que representa una prima de alrededor del 6,7% respecto a su precio de cotización a cierre de este miércoles. De hecho, la compañía capitaliza en Wall Street 12.410 millones de dólares. Así, el precio ofrecido representa también una prima implícita de, aproximadamente, un 10% sobre el precio medio ponderado por volumen de los títulos durante los 30 días previos a la fecha de presentación de la oferta no vinculante.

La ejecución de la operación está sujeta a la realización de una due diligence confirmatoria, a la negociación y firma de la documentación definitiva de la transacción, y a la aprobación del consejo de administración de Iberdrola y del Comité Independiente y el consejo de administración de Avangrid. Además, estará sujeta al cumplimiento de determinadas condiciones habituales en operaciones de esta naturaleza, incluida la obtención de todas las preceptivas autorizaciones regulatorias.

La operación se enmarca en la estrategia de Iberdrola de ampliar su presencia e inversión en mercados con una robusta calificación crediticia y con alto potencial para las inversiones en el negocio de redes. Así, incrementará la exposición al negocio de redes en Estados Unidos en un momento clave para Iberdrola, que quiere crecer en mercados con alta calificación crediticia y en negocios regulados como el de redes.

Con sede en Connecticut, Avangrid cuenta en la actualidad con 44.000 millones de dólares en activos y operaciones en 24 estados de EEUU. Sus principales negocios son dos: redes y energías renovables. Así, obtuvo un beneficio bruto de explotación (ebitda) ajustado de 2.430 millones de dólares en 2023, frente a los 2.246 millones de dólares del año anterior.

Pone a trabajar su liquidez

Este movimiento se da después de que Iberdrola revelara a finales de febrero que acumula una liquidez de más de 20.900 millones. La firma ha avanzado con fuerza en su plan de rotación de activos en el último año, hasta el punto de alcanzar antes de tiempo los objetivos marcados en su plan estratégico, que actualizará el próximo 21 de marzo.

Iberdrola vendió casi todo su negocio en México por 6.000 millones de euros, a lo que se suman desinversiones parciales de sus proyectos de renovables con grandes fondos como Norges Bank, Mapfre, Masdar y EIP.

La caja acumulada por Iberdrola buscaba en primer lugar comprar la eléctrica estadounidense PNM Resources. Sin embargo, la eléctrica renunció a la adquisición después de las trabas impuestas por los reguladores americanos, que incluso desaconsejaron la operación después de que la eléctrica se viera salpicada por el caso Villarejo en España.

Con esta compra, Iberdrola apuesta por dar más peso a EEUU frente a España. El presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, cargó con fuerza contra el Gobierno de España. Lamentó la alta carga impositiva del país, que dijo que no tiene ningún sentido y que hace que España no sea un país atractivo para invertir. Iberdrola critica que el gasto en impuestos es España es el 128% superior que el resto de todos sus costes operativos. Antes fue Repsol la que también criticó la situación fiscal y regulatoria de España e incluso amenazó con trasladar sus inversiones a otros países si el impuesto a energéticas se hacía permanente, como pactaron PSOE y Sumar en su acuerdo de legislatura. El Gobierno se ha comprometido posteriormente a rebajar este gravamen con deducciones si las empresas hacen inversiones en descarbonización.