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¿Me pueden obligar a vivir a menos de 80 km del trabajo? IBM acaba de hacerlo en EEUU
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¿Me pueden obligar a vivir a menos de 80 km del trabajo? IBM acaba de hacerlo en EEUU

La empresa americana ha tomado medidas drásticas para el regreso a la presencialidad. Sin embargo, los expertos ponen en duda los límites de estas decisiones porque atentaría contra la libertad de las personas

Foto: Sede de IBM. (EFE/Marijan Murat)
Sede de IBM. (EFE/Marijan Murat)
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IBM no quiere saber nada del teletrabajo. El gigante tecnológico estadounidense busca desesperadamente que todos sus empleados asistan de forma presencial, y sus directivos han cortado por lo sano: o van a la oficina o están despedidos. Y van incluso más allá: para implementar su plan van a obligar a los empleados a vivir a menos de 80 kilómetros de la sede. Se trata de una medida que ha sido cuestionada por distintos colectivos, ya que pone a sus trabajadores contra las cuerdas. Pero realmente, ¿una empresa puede tomar este tipo de decisiones por el empleado aquí en España?

"La decisión de que se acabe el teletrabajo y se vuelva obligatoriamente a un trabajo presencial, es legal", subraya Fernando Vizcaíno de Sas, socio de Laboral de Ecija Abogados. Cabe dentro de la ley por lo que se conoce como reversibilidad. Según el artículo 5 de la Ley 10/2021, de 9 de julio, de trabajo a distancia, el trabajo online siempre es voluntario para la empresa y los empleados, pero también es reversible, con un preaviso a que el cambio se establezca.

Silvia Palacios, socia directora del área Laboral de Selier Abogados, señala que corresponde a la empresa organizar el modo de prestación de servicio, incluido el teletrabajo. "Si un empleado no cumple con las instrucciones empresariales en esta materia, podría resultar sancionado o, incluso, despedido", explica la letrada.

Sin embargo, el caso de IBM va más allá. El caso cambia de categoría cuando la multinacional con sede en Armork advierte a sus empleados que los que vivan a más de 80 km de una oficina de IBM, estarán obligados a mudarse. Así, la distancia del domicilio dejará de ser una excusa para el empleado que busque continuar con el teletrabajo. De hecho, desde la organización le han puesto al personal una cuenta atrás y tienen hasta el próximo mes de agosto para mudarse. ¿Es esto legal en España?

Foto: El teletrabajo pierde fuelle. (iStock)

Si bien la primera medida entra dentro de la legalidad, la obligación de mudarse atenta a la vida personal del trabajador. "Obligar a alguien a cambiar su domicilio y vivir más cerca del centro de trabajo, atentaría en España con el derecho a elegir libremente la residencia y no puede obligarse. Únicamente podría una empresa, siempre que el trabajador esté de acuerdo, fomentar este cambio mediante incentivos económicos o suministrando la vivienda", expresa Vizcaíno de Sas.

Además, el letrado pone énfasis en que, en cualquier caso, la empresa necesitaría la aceptación voluntaria del trabajador y que la amenaza de la noticia con despedir en España significará, "con toda probabilidad, que el despido fuese declarado nulo por ser una represalia ante una decisión libre del trabajador de no mudarse".

Caso IBM

Según un memorando con fecha de 16 de enero, al que accedió Bloomberg, la compañía había avisado a la plantilla que tenían que reducir su trabajo desde casa si querían conservar su puesto. Tiempo antes, en mayo de 2023, su director ejecutivo, Arvind Krishna, aseguró que no los iban a obligar, pero sí advirtió que la carrera de los teletrabajadores corría riesgo de no ascender: "A corto plazo, puede que el teletrabajo sea igual de productivo, pero la carrera se verá afectada. Conseguir un ascenso desde casa a un puesto más alto será menos probable porque nadie les está observando en otro contexto", sentenció Krishna al respecto.

Nueve meses después, la historia tomó otro vuelco: o van o ya no vuelven. En concreto, la firma puso en el comunicado que si no se mudaban en agosto, y no volvían a la oficina, debían "separarse de IBM". La empresa confirmó el contenido de este documento y el portavoz explicó que se comprometían a proporcionar un entorno de trabajo donde la flexibilidad y las interacciones cara a cara estén equilibradas. "De acuerdo con ese enfoque, exigimos que los ejecutivos y gerentes de personal en EEUU estén en la oficina al menos tres días a la semana", dijo el portavoz.

Foto: Trabajar desde el domicilio. (EFE/Emilio Naranjo)

En España, en lo concerniente al teletrabajo, la empresa no puede modificar criterios de manera unilateral. En este sentido, si se permitiese el teletrabajo, lo que sí pueden hacer desde la empresa es limitar en sus políticas la distancia máxima en la cual realicen el trabajo remoto. Esto con el objetivo de que se pueda "garantizar una adecuada y correcta prestación de los servicios como, por ejemplo, acudir a una reunión con un cliente o resolver presencialmente incidencias con las herramientas de trabajo", añade Palacios. Sin embargo, "no cabe una modificación empresarial unilateral de las condiciones pactadas con el trabajador. Si, no obstante, se produjera sin concurrir la voluntad del empleado, entonces este sí podría demandar a la compañía", indica la socia directora de Laboral de Selier.

El auge del modelo híbrido

No solo IBM rechaza el teletrabajo en EEUU. No han llegado a amenazar con despidos, pero, según informa la agencia americana, ya hay organizaciones que empiezan a establecer medidas restrictivas. Por ejemplo, Google le dijo al personal que fuera a la oficina tres días a la semana, además de avisar de que la asistencia se tendrá en cuenta durante las evaluaciones de desempeño. Un sindicato que representaba a la plantilla rápidamente rechazó el fallo. Otro caso es BlackRock. Desde septiembre, solo permite a su plantilla trabajar un día a la semana en casa.

Un 7,3% de las personas ocupadas en el país desarrolló su actividad profesional desde su casa más de la mitad de los días que trabajó

Los directivos estadounidenses desean el ocaso del teletrabajo, no así los empleados. De acuerdo con una encuesta Market Live de Bloomberg, solo el 20% de los entrevistados a nivel mundial prefiere trabajar desde la oficina. Es más, en Wall Street una de cada dos personas que trabajan en finanzas preferirían renunciar a su puesto antes que gastar más tiempo en la oficina. Hoy, así como Google, son cada vez más las empresas que apuestan por el modelo híbrido, donde dan flexibilidad para el teletrabajo, con tal de que se cumplan ciertas exigencias en modalidad presencial.

En España, el trabajador tampoco quiere volver a la presencialidad, al menos completa. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE, en el segundo trimestre de 2023, un 7,3% de las personas ocupadas en el país desarrolló su actividad profesional desde su casa más de la mitad de los días que trabajó. En términos absolutos, son un total de 1.527.800 personas teletrabajando. Además, hay que añadir a un 6,6% que asegura que teletrabajó de manera ocasional.

Desde Ecija Abogados, ven reflejadas estas cifras. Se observa, dice Vizcaíno de Sas, que los trabajadores no son demasiado partidarios de un trabajo a distancia estricto, optando mejor por una modalidad mixta con algún día —que no llegue al porcentaje para considerarse trabajo temporal de un mínimo del 30% en tres meses— de teletrabajar. Entre los motivos, el empleo online brinda al trabajador flexibilidad y una mayor conciliación entre la vida laboral y personal.

Foto: Andy Jassy, CEO de Amazon. (Reuters/Mike Blae)

A pesar de ello, los expertos divergen en opiniones sobre la regulación de esta modalidad de trabajo. "Resulta poco flexible para las empresas al contener unas exigencias excesivas que las encorseta en la gestión diaria del teletrabajo. Por otro lado, en ciertos aspectos es inconcreta, delegando demasiadas cuestiones a una negociación colectiva que en muchos casos tarda en llegar", apunta Palacios. La abogada añade que esta norma no está alineada con la tendencia de los últimos años que busca alcanzar una mayor flexibilidad en el trabajo.

Por su parte, el socio de Ecija cree que España es un país que tiene una economía terciaria con gran implantación del sector servicios, por lo que esto puede dificultar el trabajo a distancia muchas veces. "Por eso, las estadísticas respecto a otros países de la UE puedan dar una imagen de que es un sistema que está funcionando mal. La realidad es que no es así y el trabajo a distancia en España está bien regulado y dotado de garantías para empresarios y trabajadores", finaliza el socio de Ecija.

IBM no quiere saber nada del teletrabajo. El gigante tecnológico estadounidense busca desesperadamente que todos sus empleados asistan de forma presencial, y sus directivos han cortado por lo sano: o van a la oficina o están despedidos. Y van incluso más allá: para implementar su plan van a obligar a los empleados a vivir a menos de 80 kilómetros de la sede. Se trata de una medida que ha sido cuestionada por distintos colectivos, ya que pone a sus trabajadores contra las cuerdas. Pero realmente, ¿una empresa puede tomar este tipo de decisiones por el empleado aquí en España?

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