Quiebra MET, la constructora vinculada al exjefe del Espai Barça y a los socios del Atleti

Metropolitan de Obras y Proyectos (MET), la constructora controlada por Jordi Llauradó y vinculada a los nuevos sponsors del Atlético de Madrid, está al borde de la quiebra. El que fuera máximo responsable del Espai Barça, el proyecto de remodelación del estadio del Fútbol Club Barcelona, ha presentado el preconcurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones financieras con BBVA, Santander y Banco Sabadell, pese a que apenas hace un año iba a ser la compañía socia de Civitas Pacensis, la empresa que da nombre al Metropolitano.

Según han confirmado fuentes financieras, Llauradó decidió a finales del pasado año el preconcurso de MET en el juzgado de lo mercantil número 3 de Barcelona ante los continuos retrasos en los pagos por parte de los clientes. La constructora, lanzada en 2017, tenía unos proyectos en marcha por valor de 180 millones de euros, que ya no podrá atender. Esta situación se produce apenas doce meses después de anunciar que Alejandro Ayala, presidente de Civitas, y la familia Rodríguez, dueña de Festina, entraban en su capital.

Ayala y Rodríguez, socios ya de Llauradó, que tiene el 15% de Civitas, comunicaron que habían comprado el 50% de MET para convertirla en la constructora de cabecera del holding extremeño. Se habló en ese momento de una nueva etapa de la compañía, que tenía como objetivo miles de viviendas en los próximos años en España.

Todavía parecía un perfecto encaje de intereses en tres socios bien avenidos. De la compraventa, MET esperaba beneficiarse con más contratos por parte de Civitas, que cuenta con suelo para levantar unas 12.000 viviendas en España. En concreto, pretendía que la promotora se consolidara como su primer cliente, aunque también preveía crecer con encargos de otras firmas. MET y Civitas tenían pensado concurrir conjuntamente a las obras que licitará el club presidido por Enrique Cerezo para reformar el coliseo colchonero, valoradas en 200 millones de euros.

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Sin embargo, según han confirmado fuentes oficiales de Civitas, Ayala y Rodríguez vendieron ese 50% el pasado verano, apenas cinco meses después de anunciar la adquisición, a unos inversores que Llauradó no identifica. En ese momento, hicieron varias ampliaciones de capital por 200 millones en el holding, en Civitas, que diluyeron al empresario catalán, que apenas tiene ya el 5%.

El exdirectivo del Barça asegura que controla el 50% de MET, pero que nunca ha sido administrador. Admite que las exigencias financieras del negocio constructor, en cuanto al músculo necesario para conseguir avales y aguantar los retrasos en los cobros, le han impedido sacar adelante la compañía. Afirma que está ya centrado en otros negocios, como la explotación de minas, y que confía en tener la confianza de la banca para otras iniciativas.

MET tenía proyectos en cartera por 180 millones para ejecutar en los próximos dos años, sobre todo centrados en el ámbito de la edificación

Actualmente, MET tenía proyectos en cartera por 180 millones para ejecutar en los próximos dos años, sobre todo centrados en el ámbito de la edificación. La compañía preveía desarrollar obras en las provincias de Badajoz (600 viviendas), Granada (300), Madrid (400) y Barcelona (200 pisos en Montcada para Vía Célere) y en la isla de Ibiza (120). Cuenta con oficinas en Barcelona, Badajoz, Ibiza, Madrid y Granada.

Llauradó, que era directivo del FC Barcelona, dimitió el pasado verano tras disentir con Joan Laporta sobre la remodelación del Spotify Camp Nou, especialmente en la concesión de las obras a la empresa turca Limak. Hijo de Jaume Llauradó, un constructor histórico ya fallecido que aspiró a la presidencia del club y que llegó a ser vicepresidente con Joan Gaspart, se fue del club y renunció a llevar a cabo el proyecto del Espai Barça que se le había asignado. Lo hizo en silencio, pero por desacuerdo con la gestión personalista de Laporta.