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"Me deben 50.000 €". La quiebra de un gigante de la reventa de zapatillas deja miles de afectados en España
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Se calcula una deuda de más de 10M

"Me deben 50.000 €". La quiebra de un gigante de la reventa de zapatillas deja miles de afectados en España

Restocks, una de las mayores plataforma de reventa de zapatillas de Europa, acaba de ser declarada en bancarrota por un juez holandés. Deja una deuda millonaria tras meses de retrasos en los pagos y avisos por parte de los clientes

Foto: Vídeo promocional de Restocks. (YouTube)
Vídeo promocional de Restocks. (YouTube)
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Abel Polonio (30 años, Toledo) es ya un veterano del mundo de la reventa de zapatillas. Empresario con un negocio asentado, lleva años comprando y vendiendo ejemplares en todo tipo de plataformas, pero desde hace unos meses una de las principales le trae de cabeza: Restocks. Durante casi tres años estuvo encantado, la plataforma era rápida, seria, pagaba bien y el negocio iba como la seda. Pero todo empezó a cambiar las pasadas Navidades. "De repente, abrieron la posibilidad de enviarles más inventario sin coste extra para el vendedor y creo que eso, que parecía una buena noticia, fue la primera señal de alarma", comenta. Ni 12 meses después de aquello, y tras meses de retrasos en los pagos y polémicas, un juez holandés acaba de declarar en bancarrota la empresa detrás de esta web.

Una quiebra que ha dejado a miles de europeos, incluidos muchos españoles como Polonio, atrapados con cuentas de varios ceros por cobrar. La página, que se había convertido en uno de los gigantes del sector y el mercado principal en Europa, ha dejado tras su cierre una deuda de varios millones de euros. Cada uno de los afectados habla y reclama entre cientos y miles de euros tras meses de retrasos y excusas de todo tipo. Aunque les quedan pocas esperanzas de recuperar el dinero. "Lo que me mata es no haber actuado más duro antes", comenta Polonio.

Hasta ahora, Restocks era un ejemplo de un sector que no ha parado de crecer en los últimos años. Una startup de éxito que había visto el potencial de un pequeño negocio de nicho bastante desregulado y amateur que no paraba de aumentar su volumen e interés desde finales de la década pasada, hasta mover cerca de 2.000 millones de euros anuales. Las zapatillas se convirtieron en coleccionables de primera y buena parte de ese crecimiento se debe a este tipo de páginas, que explotaron como intermediarios de fiar, poniendo en contacto a vendedores y compradores y llevándose una comisión por su trabajo y su sello de autenticidad. El problema aquí es que todo el dinero movido por Restocks parece haber desaparecido.

Por ahora, los afectados de todo el continente se reúnen en grupos de distintas redes sociales. A día de hoy, es imposible saber cuánto dinero deben esta web y Kikikickz, relacionada con la misma compañía (Restocks B. V.) y también en bancarrota, pero en los grupos hablan de un agujero de más de 10 millones. Para justificar esos números, manejan los datos públicos de la mercantil, que muestran que cerró 2021 con un balance negativo de siete millones de euros y 11 de deuda, pese a haber facturado cerca de 100. Un programa de investigación holandés siguió a la compañía tras las quejas de miles de usuarios y defendió lo que apuntan ahora los usuarios, que la web había tomado prestado buena parte del dinero que generaban las compraventas como suyo, aunque lo tenía terminantemente prohibido en sus condiciones.

"Todas estas cifras pueden parecer infladas, pero al final es un mercado con altos precios y mucho movimiento. De ahí que lo que más nos sorprenda es que haya quebrado, porque era casi imposible reventar un negocio así", comenta Polonio. Cuando empezaron los retrasos, a él le debían 130.000 euros, acabó cobrando 80.000 a base de presionar a los gestores, pero no sabe nada del resto. "Me deben 50.000 euros que doy por perdidos, aunque me niego a que Fouad Hamaidouch, el CEO, se vaya como si nada", añade. Para conseguir sentarlo en un banquillo, está buscando apoyo y financiación. Espera conseguirlo, porque hay afectados con peor situación con él. "Hay gente con cerca de medio millón de euros perdidos. A los que estamos en esto nos ha destrozado", declara.

Un vistazo por los grupos da idea del tamaño del roto. Guillermo, un joven español de 22 años también metido en esto, muestra cómo le deben 35.805,35 euros. KOX es algo más afortunado, solo le faltan 1.500. Otro usuario español tiene una situación similar, pero muestra sus cuentas para ver el montante que manejaba la compañía. En ella se ve cómo su negocio con ellos llegó a los 111.729 euros. "Hay unos cuantos españoles que superan los 200.000 euros fáciles". Todos ellos sufrieron los retrasos de forma similar. "De repente nos pidieron un supuesto IVA, cuando eso lo tenían que pagar ellos, luego dijeron que es que la plataforma de pagos Wise no podía con todas las transacciones y también tuvo que aparecer la empresa para decir que era falso... Todo para retrasar pagos".

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Fuera de las excusas, lo que a nadie le cuadra es cómo Fouad Hamaidouch y los suyos pudieron hundir así un negocio que una vez posicionado solo podía dar ganancias. "Te pongo un ejemplo, yo vendí con ellos una edición de las más caras de las Nike Travis Scott por 2.400 euros, ellos de eso se llevaron 400. Era su comisión por llevar la web, tener el anuncio y avisarme cuando tenían el comprador para que yo se las enviase. Luego sí empezaron a consignar, que eso te obliga a tener algo más de coste, pero es que no pagaban ni los gastos de envío ni nada, todo lo cargábamos los vendedores y compradores, es un negocio redondo", comenta. "Ni siquiera se permitían las devoluciones, si la zapatilla que comprabas no te gustaba solo te ofrecían la posibilidad de volver a anunciarla".

Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con los administradores que gestionan ahora la bancarrota de Restocks y de Kikikickz para saber más sobre la situación de la empresa, pero al cierre de este artículo los primeros no han dado información alguna. Alegan, según recogen medios holandeses, que se han encontrado con miles de reclamaciones y están intentando digerir la avalancha. En el caso de la filial francesa, la respuesta es un mail automático en el que dan el nombre de los administradores y explican que efectivamente se ha declarado en bancarrota por el Tribunal de Comercio de París. Además, se incluye una guía para reclamaciones.

Además, los mismos medios de Países Bajos apuntan a que la compañía tendría un grave problema con la Hacienda de su país. Según una carta que recoge Logimerce, la agencia tributaria habría confirmado hace meses que la startup no pagaba como debía sus impuestos, siendo este otro de los motivos que llevaron a su cierre. La investigación, apuntan, habría llegado después de la pieza del programa que visitó las instalaciones de Restocks, pero aun sabiendo la delicada situación, el propio Hamaidouch se habría negado a dar el negocio por quebrado hasta ser obligado por un juez.

Más allá de las deudas, para gente que ya ha normalizado y legalizado todo su negocio como Polonio, lo ocurrido con Restocks es un ejemplo claro de la fiebre que vivió su sector y de su necesaria estabilización tras la fiesta. La reventa de zapatillas fue uno de esos mercados que acabaron explotando con la pandemia. Esa mezcla de coleccionismo, escasez, moda y marketing calentó un comercio muy poco profesionalizado que de repente se dio de bruces con muchísimo dinero y gente interesada en exprimir hasta el último céntimo.

placeholder Uno de los almacenes donde guarda sus zapatillas Abel Polonio. (Abel Polonio)
Uno de los almacenes donde guarda sus zapatillas Abel Polonio. (Abel Polonio)

Al boom se sumaron incluso las principales marcas que se coleccionaban, como Nike o Adidas, que sacaron sus propios servicios dedicados al coleccionismo. Y la historia llegó tan lejos que se estableció una especie de Bolsa del sector en una web llamada StockX. Pero tras la fiebre de estos años, el mercado vive un momento de corrección y estabilización. La propia StockX, que durante años intentó salir a Bolsa, ha tenido que recalcular su movimiento tras ser acusada por Nike de revender imitaciones. El crecimiento alocado de Restocks, inspirada claramente en el modelo de StockX, y su posterior caída aún más endiablada, es buen ejemplo de todo ello.

Muchos de los afectados por la quiebra prefieren no dar datos personales porque sus negocios no están declarados y hacen esto de forma amateur, aunque el panorama está cambiando. Para intentar sobrevivir a esta nueva realidad, Polonio, que asegura tener sociedades reguladas para vivir de esto, ha montado su propio cookgroup llamado Limitless Services en el que mezclan la búsqueda de oportunidades de mercado (motivo original de estos grupos) con asesoramiento para regular tus inversiones. "Ya tenemos incluso varias personas que se han lanzado a abrir tiendas físicas y nosotros les hemos ayudado incluso con temas fiscales. Estaba claro que después de lo de estos años el sector tenía que asentarse y empezar a funcionar seriamente. En cuanto entra Hacienda, todo se profesionaliza", termina.

Abel Polonio (30 años, Toledo) es ya un veterano del mundo de la reventa de zapatillas. Empresario con un negocio asentado, lleva años comprando y vendiendo ejemplares en todo tipo de plataformas, pero desde hace unos meses una de las principales le trae de cabeza: Restocks. Durante casi tres años estuvo encantado, la plataforma era rápida, seria, pagaba bien y el negocio iba como la seda. Pero todo empezó a cambiar las pasadas Navidades. "De repente, abrieron la posibilidad de enviarles más inventario sin coste extra para el vendedor y creo que eso, que parecía una buena noticia, fue la primera señal de alarma", comenta. Ni 12 meses después de aquello, y tras meses de retrasos en los pagos y polémicas, un juez holandés acaba de declarar en bancarrota la empresa detrás de esta web.

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