Muere César Alierta, financiero de cuna y político desde Telefónica

César Alierta, el histórico presidente de Telefónica y de Altadis, ha fallecido a los 78 años (1945), tras un empeoramiento de su estado de salud en las últimas semanas por una infección pulmonar que hizo que fuese hospitalizado el 30 de diciembre en Zaragoza.

El empresario zaragozano ha arrastrado en los últimos años serios problemas de salud. En octubre de 2021, llegó a estar varios días en coma inducido tras haber sufrido un fallo cardiaco. A mediados de julio de ese año, ya fue ingresado en un hospital de Madrid a raíz de un colapso coronario, que esa vez logró remontar.

Natural de Zaragoza, nació en el seno de una familia importante de la ciudad. Su padre fue Cesáreo Alierta, empresario, alcalde de la capital y presidente del Real Zaragoza, tres hitos que marcaron de alguna manera el destino de César Alierta, que, a su manera, siguió los pasos paternos como emprendedor, como apasionado del fútbol y como figura política desde la plataforma del Ibex.

Aunque se educó como abogado, los pasos de Alierta se encaminaron desde el principio al mundo de las finanzas tras pasar por Columbia (Nueva York) para cursar un MBA. El joven Alierta formó parte de esa camada de españoles que en los primeros 70 tuvo la posibilidad de estudiar en EEUU, un privilegio que permitió a esa generación convertirse en la futura élite directiva del país.

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Su debut profesional como analista financiero en el Banco Urquijo marcó ese futuro. Tras una meteórica carrera, hasta ser responsable de mercado de capitales de la entidad, consiguió convertirse en uno de los brókeres de referencia de la bolsa española, cuando el capitalismo popular empezaba a asomar y los avances tecnológicos transformaban un negocio exclusivo de bancos y funcionarios.

En esos transformadores años 80, Alierta ocupó su espacio destacado en el parqué español bajo Beta Capital, mientras que otros compañeros de viaje lo hacían desde FG Valores (Francisco González), Ibersecurities (Manuel Pizarro), AB Asesores (Ignacio Garralda) o Renta 4 (Juan Carlos Ureta). El financiero zaragozano formaba ya parte de una generación a la que le esperaban metas mayores.

Los años de Beta Capital labraron su fama de bolsero. Por allí se pasaron y se formaron nombres destacados en el sector financiero (Santiago Fernández Valbuena, Eva del Castillo…) y por allí recalaron clientes de postín como el fondo de inversión kuwaití KIO, que usó la cobertura de Alierta para su entrada en el mercado español, con Javier de la Rosa como responsable.

En los años 80, Alierta ocupó su espacio destacado en el parqué español bajo Beta Capital

Esa condición de pionero en la modernización de la bolsa española le convirtió en la cabeza visible del sector, liderando una especie de patronal que, con el tiempo, daría lugar a la creación de Bolsas y Mercados Españoles (BME). Por el camino, igual que otros de sus compañeros, tuvo su primera oportunidad de hacer fortuna, en su caso tras asociarse con la firma holandesa Mees Pierson.

Esa primera y exitosa etapa profesional terminó en 1996. El cambio de régimen, tras la victoria del Partido Popular, le abrió las puertas del mundo corporativo desde el lado de la gestión. Apadrinado por su amigo y paisano Pizarro, el nuevo presidente José María Aznar le ofreció el timón de la pública Tabacalera, que bajo sus cuatro años de mandato se privatizó y se transformó (fusiones y compras mediante) en Altadis.

Los méritos acumulados con el tabaco, toda una tentación para un fumador empedernido como Alierta, le dieron la oportunidad de coger el testigo del controvertido Juan Villalonga al frente de Telefónica, en esa época la compañía española más importante del mundo. Era el cambio de un financiero por otro, pero el perfil del zaragozano era el opuesto al del intempestivo compañero de pupitre de Aznar.

Aquella subida al olimpo del Ibex pudo haberse truncado por un importante borrón en sus años de Tabacalera. Un caso de acusaciones de información privilegiada, del que se benefició su sobrino, amenazó la carrera de Alierta, pero el apoyo del todopoderoso vicepresidente económico Rodrigo Rato para continuar en el cargo y la dilación judicial le permitieron sortear ese bache y consolidar su reinado en la operadora.

Al frente de Telefónica, donde duró más de tres lustros, desarrolló un instinto de supervivencia imprescindible para conjugar con éxito las sensibilidades políticas de una compañía bandera y la presión del mercado por la cuenta de resultados. Mientras, de puertas adentro, tuteló el ascenso de financieros como el joven José María Álvarez-Pallete en detrimento de la vieja guardia de ingenieros como Luis Lada o Julio Linares.

Su dilatada carrera como presidente de la operadora le permitió cosechar éxitos y fracasos, aunque sin cambios transformadores que hicieran superar la deriva de antiguo monopolio, incapaz de anticiparse o responder a nuevos rivales disruptores. Donde más cómodo y confiado se sintió siempre, sobre todo en la última etapa como presidente de la operadora, fue en la pura gestión del poder y de la influencia.

Pocos y muy fieles, Alierta contó con ejecutivos como Luis Blasco, Emilio Ferrari o Luis Badía para afianzar su mando en Telefónica. Sin embargo, para las cosas del gran poder, fue con Emilio Botín, Isidro Fainé y Jesús Polanco, la primera línea de la aristocracia corporativa española, junto a los que desplegó toda su diplomacia allí donde fuera menester, desde la Corona a su amigo y socio Rato.

Tras salir de Telefónica, el veterano financiero enfocó sus días a cuestiones menos exigentes. Viudo desde 2015, recompuso su vida sentimental al lado de Isabel Sartorius y dedicó su tiempo y patrimonio a causas sociales junto al papa Francisco, además de sostener al Real Zaragoza SAD, del que fue primer accionista junto a la familia Yarza, de quienes es socio en el Grupo Henneo. Aun lejos de los focos, un senador del Ibex nunca se va del todo.

Reacciones tras su muerte

El actual presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha sido uno de los primeros en reaccionar al fallecimiento de César Alierta. El directivo, en la red social X, ha señalado que "es un día amargo para la familia Telefónica. A fuerza de latir y de querer nos deja César, un corazón abierto de par en par. Muchas gracias querido amigo".

La propia Telefónica confirmaba el fallecimiento de su expresidente tras destacar en sus redes sociales que "con el corazón lleno de tristeza, expresamos nuestro más sentido pésame a la familia y amigos del querido expresidente de Telefónica, César Alierta. Siempre recordaremos con enorme gratitud y cariño su inmensa obra en Telefónica".

El Real Zaragoza, en un comunicado, ha expresado su profundo pesar por su fallecimiento. "Profesional brillante y de muy sólidas raíces zaragocistas, César Alierta formó parte del grupo de empresarios que en el año 2014 tomó las riendas del Real Zaragoza a través de la Fundación Zaragoza 2032, lo que garantizó la supervivencia del club, en muy grave riesgo entonces de desaparición. Alierta permaneció en la entidad blanquilla hasta su venta a mediados del pasado 2022, cuando un nuevo grupo inversor, actual propietario, se hizo cargo de su gestión. En estos momentos de duelo, el Real Zaragoza y todo el zaragocismo quieren transmitir su dolor a la familia y allegados de D. César Alierta Izuel, figura de consolidado prestigio en el ámbito empresarial y un seguidor ferviente del equipo de sus amores, el Real Zaragoza".

El exconsejero delegado de Telefónica Media Latam & Infrastructure y actual jefe de Proyectos Especiales del grupo saudí STC —compañía que irrumpió en el capital de la operadora española el pasado septiembre—, José del Valle, ha lamentado el fallecimiento. "Fue realmente un honor ser parte de su equipo y ser testigo de primera mano de los notables logros que logró durante su mandato. Bajo su liderazgo visionario, Telefónica se elevó a nuevas alturas, alcanzando la asombrosa cifra de 100.000 millones de euros en capitalización bursátil, consolidando su estatus como un faro de éxito no solo dentro de España sino también en el escenario mundial", ha señalado el directivo en su perfil de Linkedin.