Forus, los gimnasios de la banca privada de JPMorgan, sufre un agujero de 65 millones

Forus, la cadena de gimnasios propiedad de fondos de inversión controlada por JPMorgan Asset Management, busca soluciones para remontar una situación patrimonial. Según han confirmado fuentes del mercado, el grupo gestionado por Ignacio Triana como presidente y accionista relevante presenta un patrimonio neto negativo de 65 millones de euros, tras encadenar un nuevo año de pérdidas de más de 30 millones. El banco estadounidense, que ya se quedó con el grupo de gestión de gimnasios en 2021 por impago de la deuda, ha sido advertido por EY en su informe anual.

En concreto, la firma de auditoria ha destacado lo que se denomina un párrafo de énfasis en las cuentas de 2022, al señalar que, "como consecuencia de los impactos de la pandemia covid-19 (...) en el ejercicio anual terminado el 31 de diciembre de 2022 el Grupo Forus ha tenido un resultado de explotación negativo de 7.867 miles de euros (3.213 miles de euros negativos en 2021) y unas pérdidas consolidadas por importe de 31,81 millones de euros", frente a unos números rojos de 24,48 millones en el año precedente.

EY concluye que, como resultado de estas cifras, Forus presenta un patrimonio neto consolidado negativo de 65,13 millones, el doble del agujero que tenía a finales de 2021. Asimismo, la compañía muestra un fondo de maniobra negativo de 38 millones, que la cadena justifica por los efectos de la pandemia, que obligó durante muchos meses a tener las instalaciones cerradas o funcionando a medias. No obstante, desde mediados de 2022, la mayoría de sus competidores recuperó su actividad normal.

Para que Forus haya podido seguir como empresa en funcionamiento y esquivar el concurso de acreedores, "los administradores y la dirección de la sociedad han preparado las presentes cuentas anuales, considerando los factores mitigadores de la situación descrita". En concreto, la concesión de una nueva línea de financiación por 15,9 millones y la dispensa del cumplimiento de determinadas obligaciones financieras.

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A. M. P.

Entre sus principales acreedores, además del propio JPMorgan y Ben Oldman, el fondo israelí, también accionistas de Forus, destaca Morgan Stanley, al que adeuda unos 24 millones de euros. Este préstamo consta de dos tramos por el que la cadena de gimnasios paga un tipo de interés fijo de hasta el 20% a la fecha del vencimiento (30 de junio de 2026) y un tipo fijo del 2% mensual sobre los importes dispuestos y del 1% sobre los no utilizados.

Primer rescate

El capital de Forus está participado por JPMorgan Asset Management, la gestora de banca privada del gigante americano, que en 2021 se quedó con el 65% del capital al ejecutar a Baring Private Equity Partners. Este fondo de capital riesgo no pudo pagar la deuda comprometida con clientes de banca privada del banco estadounidense, que se convirtieron por obligación en los mayores accionistas de la compañía. Situación similar que aplicó Ben Oldman, un fondo oportunista o buitre que se hizo con cerca de un 7% de las acciones por el canje de un préstamo por capital. El resto del capital está en manos de Ignacio Triana, fundador y presidente.

En ese momento, Forus aseguró que la operación, asesorado por los despachos Pérez Llorca y Gómez-Acebo & Pombo, le permitía "fortalecer el balance y dotar de más recursos económicos al grupo". Una transacción para "seguir reforzando su posición de liderazgo en el sector deportivo concesional en España, mediante una consolidación de su negocio y una mejora cualitativa de los centros deportivos y de la experiencia de los clientes", según un comunicado oficial.

El grupo, que gestiona 34 centros en España y tres en Portugal, con una plantilla que llegó a ser de 2.000 personas, tuvo un pico de abonados de algo más de 255.000. Una cifra que se vio reducida en un 30% por los efectos de la pandemia. Otras cadenas de gimnasios, que también están en manos de fondos de capital riesgo, como Supera (Portobello) o Go Fit (Torreal), han sufrido en los últimos años los efectos del covid. La primera tuvo que recurrir a préstamos estatales, mientras que la segunda ya ha recuperado los niveles previos al confinamiento y logró el pasado año refinanciar su deuda de 100 millones.