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El lujo español se recupera de la pandemia y aún falta que vuelvan los turistas chinos
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Facturó 17.000 millones en 2022

El lujo español se recupera de la pandemia y aún falta que vuelvan los turistas chinos

La expectativa es que los ingresos del sector del lujo nacional se incrementen entre un 7% y un 9% en 2027, hasta alcanzar los 23.000 millones, según un informe de Círculo Fortuny

Foto: Un bolso en una tienda de Louis Vuitton. (EFE/Orlando Barria)
Un bolso en una tienda de Louis Vuitton. (EFE/Orlando Barria)
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El mundo del lujo depende en gran medida de la llegada de turistas internacionales de alto poder adquisitivo. La pandemia supuso, por tanto, una fuerte caída de sus ingresos, un duro golpe del que se consiguió recuperar en 2022. En concreto, la facturación de este sector en España ascendió el año pasado hasta los 17.000 millones de euros, una cifra que alcanzó sin los visitantes de China, uno de sus mejores clientes, ya que el país asiático fue uno de los últimos en eliminar las restricciones por el covid y no se reconectó por completo con el resto de la sociedad global hasta 2023.

Con las fronteras chinas ya abiertas, la expectativa es que la facturación del sector del lujo nacional se incremente entre un 7% y un 9% en 2027, hasta alcanzar los 23.000 millones, de acuerdo con el informe Perspectiva del mercado de alta gama de España, elaborado por Círculo Fortuny en colaboración con McKinsey. "Hay una nueva ola de residentes internacionales que pasan un porcentaje muy significativo de su tiempo en nuestro país", señala el socio de McKinsey, Carlos Sánchez, para apoyar estas estimaciones.

El crecimiento podría ser incluso de doble dígito, alcanzando hasta el 11%, si se dan las circunstancias macroeconómicas adecuadas. No depende tanto de la inflación, que es un problema ajeno a este tipo de consumidor, sino a la recuperación completa del turismo —que está cerca de alcanzarse—, a la captación de clientes más jóvenes y al crecimiento de la demanda local. Este último punto también se está cumpliendo ya, porque cada vez hay más gente que ahorra, por ejemplo, para poder comer en un restaurante con estrella Michelin.

Estas perspectivas dibujan un horizonte optimista que se espera rubricar con la recuperación de los turistas chinos, que antes del covid eran la primera nacionalidad de compra, alternando con los estadounidenses en esta posición. "Todavía la demanda de China no se ha recuperado, pero consistentemente, desde el pasado abril, cada mes es un poco mejor que el anterior", explica Luis Llorca, director de Global Blue, una compañía dedicada a la devolución del IVA a viajeros que cuenta con multitud de datos sobre las compras de alto poder adquisitivo.

Falta de conectividad y visados

Sin embargo, se están encontrando con dos problemas que les hacen decantarse por viajar a otros países: la mejora de la conectividad y la lentitud en la emisión de visados. Como China tardó más en dar por finalizada la pandemia, casi todos los aviones que cubrían las rutas con Europa estaban destinados a otros lugares y la recuperación de estos trayectos ha sido lenta. De hecho, España no ha llegado a recuperar las rutas que tenía con China hasta finales de agosto, siendo uno de los países de la Unión Europea que menos conectado estaba.

"Las autoridades deberían hacer más esfuerzos de los actuales para conseguir situar a España como destino de compras de lujo", manifiesta Llorca, que pone el acento en tres aspectos: "Conectividad, promoción y visados". Es la misma demanda que realiza la presidenta del Círculo Fortuny, Xandra Falcó, al considerar "fundamental" la colaboración con las administraciones.

"Las autoridades deberían hacer más esfuerzos de los actuales para conseguir situar a España como destino de compras de lujo"

Concretamente sobre los visados, Falcó denuncia que "para entrar en Francia se pueden conseguir en 48 horas y en España se tarda 10 días". Hace hincapié en que acortar los tiempos es esencial para el sector, porque "el primer destino es en el que más se gastan y a medida que se mueven por Europa tienen menos presupuesto". Arroja este mismo motivo para pedir incrementar las conexiones aéreas directas con aquellos territorios que exportan turistas de alto poder adquisitivo, como EEUU. "Ser el país de llegada es fundamental", insiste.

Aunque 17.000 millones de euros de facturación en 2022 pueda parecer una cifra astronómica, España representó únicamente el 4,5% del mercado europeo de alta gama y el 1% si se amplía el foco al ámbito global. La foto no mejora al realizar la comparación con otros países considerados competidores, como Francia, que triplicó el negocio de España, o Italia, que lo duplicó. No obstante, desde el sector insisten en que estas diferencias se pueden reducir si las administraciones públicas ayudan a potenciar el turismo de lujo.

El factor diferencial de España está en las experiencias. Cada vez son más los ricos que prefieren viajar a nuestro país para comer en un restaurante con estrella Michelin que para comprar un bolso en una tienda de lujo. Tanto es así que las experiencias ya suponen el 51% de la facturación —el 49% restante es compra de bienes personales—, cuando hace cinco años representaban el 48%. "Somos el país que tiene un mayor porcentaje y creemos que todavía va a ser un fuerte diferenciador", apunta el socio de McKinsey, Ignacio Marcos.

España representó únicamente el 4,5% del mercado europeo de alta gama y el 1% si se amplía el foco al ámbito internacional

Aquí es donde entran en juego las riquezas del golfo Pérsico, que "se sienten muy atraídas por el tipo de experiencia que hay aquí", expone Marcos. De hecho, su presencia se ha disparado en un 77% entre 2019 y 2022. Suelen ser un tipo de cliente que busca lo que se ha denominado como lujo silencioso. No quiere decir que no acudan a las tiendas de las grandes marcas, sino que demandan una experiencia comercial única, más personalizada.

Pero tampoco se pueden descuidar a los clientes que prefieren simplemente comprar ropa y accesorios de lujo. La adquisición de este tipo de bienes se redujo un 15% en los últimos cinco años, una caída que se explica por el menor tránsito de ciudadanos chinos, que suelen buscar las marcas de relevancia histórica, con la intención de expresar pertenencia a la alta gama.

A quienes se da ya por perdido es a los turistas rusos, debido a las sanciones que se impusieron a los oligarcas por la guerra contra Ucrania. En algunas zonas del levante sí se está notando su ausencia, pero no en el conjunto nacional. En realidad, no tenían tanta presencia como los chinos o estadounidenses. Sus compras de lujo.en cualquier caso, no han desaparecido, sino que se han desplazado a países donde no tienen limitaciones, como Turquía, tal y como explica el director de Global Blue, que tiene datos de transacciones por todo el mundo.

El mundo del lujo depende en gran medida de la llegada de turistas internacionales de alto poder adquisitivo. La pandemia supuso, por tanto, una fuerte caída de sus ingresos, un duro golpe del que se consiguió recuperar en 2022. En concreto, la facturación de este sector en España ascendió el año pasado hasta los 17.000 millones de euros, una cifra que alcanzó sin los visitantes de China, uno de sus mejores clientes, ya que el país asiático fue uno de los últimos en eliminar las restricciones por el covid y no se reconectó por completo con el resto de la sociedad global hasta 2023.

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