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La Comisión permite prorrogar las ayudas energéticas a empresas hasta junio de 2024
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Tras la nueva crisis en Oriente Medio

La Comisión permite prorrogar las ayudas energéticas a empresas hasta junio de 2024

Autoriza a las capitales a que sigan ofreciendo ayudas a las empresas hasta el 30 de junio de 2024, ampliando tres meses su propuesta original ante las presiones de las capitales

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Las ayudas de estado se han convertido en una herramienta básica para ayudar a las compañías europeas a mantener la competitividad y, en algunos casos, a sobrevivir. En un entorno complejo e inestable, con unos precios de la energía que aunque ahora se han estabilizado no han vuelto a los niveles "precrisis", entendida como la etapa previa a la escalada de precios que arrancó con la crisis de la guerra de Ucrania, los Estados miembros de la Unión Europea han tenido que apoyar a sus industrias, para lo que han necesitado un marco especial de ayudas de estado por parte de la Comisión Europea que les permitiera ofrecer una ayuda que, de lo contrario, habría sido ilegal bajo las reglas de la Unión. Ahora, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que prorroga seis meses dicho esquema hasta el 30 de junio de 2024.

Estas ayudas debían finalizar el 31 de diciembre de 2023, pero ante unos precios que siguen altos y la nueva crisis en Oriente Medio, la Comisión propuso una prórroga hasta marzo del año que viene. Sin embargo, un buen grupo de Estados miembros han exigido más manga ancha y el Ejecutivo comunitario ha adaptado su propuesta para cubrir hasta mitad del año que viene, tres meses más de lo previsto. La justificación para esta prórroga es que "sigue habiendo incertidumbre", como ha señalado en un comunicado el belga Didier Reynders, comisario de Justicia y que ha asumido temporalmente la cartera de Competencia. Con esta prórroga, Bruselas permite a las capitales "proporcionar una red de seguridad a las empresas afectadas".

La prórroga solamente afectará a dos tipos de ayudas: subvenciones y compensación a las empresas más afectadas por la volatilidad de los precios, además de las ayudas destinadas al despliegue de energías limpias. De hecho, Bruselas incluso amplía su manga ancha en la primera de las categorías, subiendo el umbral de las subvenciones permitidas desde los dos millones hasta los 2,5 millones para las compañías que se ven golpeadas por los efectos de la guerra en Ucrania. El resto de medidas, que incluían, por ejemplo, ayudas para reducir el consumo o avales públicos, deberán finalizar el 31 de diciembre, como estaba previsto.

Los ministros de Finanzas de la Unión Europea han discutido que las medidas de ayuda relacionadas con la crisis energética debían finalizar, un mensaje que también ha enviado el Banco Central Europeo (BCE) y la propia Comisión Europea. Sin embargo, el Ejecutivo comunitario prorroga ahora las ayudas, aunque señala que se tratan de algunos casos concretos y limitados. Los precios de la energía se han estabilizado, pero Bruselas justifica la medida señalando que todavía existe mucha incertidumbre y subrayando que la situación es muy inestable.

"Los recientes episodios de volatilidad de los mercados, por ejemplo tras los acontecimientos en Oriente Próximo y sus posibles efectos en los mercados mundiales de la energía, también muestran que los mercados siguen siendo frágiles y que el miedo a la escasez puede provocar grandes reacciones con graves repercusiones en los precios", explica la Comisión Europea en la introducción de la regulación enmendada.

La medida tiene el importante apoyo de Francia y Alemania, pero no todos los Estados miembros reciben la noticia con la misma alegría: Berlín y París están aprovechando la flexibilización en las ayudas de estado de la UE, que habitualmente son muy estrictas para proteger la igualdad de condiciones dentro del mercado interior, para canalizar miles de millones de euros a industrias clave para su economía. Aquellos Estados miembros con espacio fiscal, como Alemania, pueden permitirse una ayuda amplia a sus empresas, mientras que los que tienen poco espacio fiscal no pueden adoptar este tipo de medidas, lo que hace que muchos economistas, analistas y diplomáticos teman que esta manga ancha esté fracturando el mercado interior.

La medida tiene el importante apoyo de Francia y Alemania, pero no todos los Estados miembros reciben la noticia con la misma alegría

En el texto, la Comisión Europea explica que "si bien considera que puede ser necesaria una prórroga de los regímenes existentes, por lo general no debería ser necesario adoptar medidas de apoyo completamente nuevas que abarquen el período hasta el 30 de junio de 2024". Es decir, esta prórroga debería servir fundamentalmente para mantener el apoyo a aquellas empresas que ya cuentan con ayudas, aunque Bruselas no cierra la puerta a que los Estados miembros adopten nuevos regímenes de ayuda, aunque sí solicita que "justifique que la ayuda solamente beneficiará a las empresas afectadas por la crisis actual".

Las ayudas de estado se han convertido en una herramienta básica para ayudar a las compañías europeas a mantener la competitividad y, en algunos casos, a sobrevivir. En un entorno complejo e inestable, con unos precios de la energía que aunque ahora se han estabilizado no han vuelto a los niveles "precrisis", entendida como la etapa previa a la escalada de precios que arrancó con la crisis de la guerra de Ucrania, los Estados miembros de la Unión Europea han tenido que apoyar a sus industrias, para lo que han necesitado un marco especial de ayudas de estado por parte de la Comisión Europea que les permitiera ofrecer una ayuda que, de lo contrario, habría sido ilegal bajo las reglas de la Unión. Ahora, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que prorroga seis meses dicho esquema hasta el 30 de junio de 2024.

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