Blackstone ultima la venta de 2.000 millones en créditos del Popular y Catalunya Banc
El fondo norteamericano encarga a sus 'servicers', Anticipa y Aliseda, el traspaso de la mayor cartera por volumen desde los activos tóxicos de Banco Popular
Blackstone suelta lastre en España. El fondo oportunista norteamericano, uno de los mayores inversores del mundo, ultima la venta de una de las mayores carteras de los últimos años (según su valor nominal), de unos 2.000 millones de euros en colas hipotecarias, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial. Aun así, el importe neto que recibirá el fondo por la operación será mucho menor, ya que estos créditos se traspasan con descuentos a derribo dada su difícil recuperación.
La operación está saliendo al mercado de la mano de los dos servicers (gestoras inmobiliarias) de Blackstone en España, Anticipa (antigua filial de Catalunya Banc) y Aliseda (de Banco Popular). Lo hace bajo la denominación de Proyecto Nebula.
Las colas hipotecarias son deudas relacionadas con antiguos créditos inmobiliarios que las entidades mantienen tras la adjudicación de un inmueble, bien porque la garantía no cubrió todo el crédito o por los intereses generados por el impago. Por ello, son complicados de recuperar.
Blackstone ya ha recibido ofertas vinculantes y tomará una decisión en los próximos días, según las fuentes consultadas. La operación va con algo de retraso, ya que inicialmente se esperaba que las propuestas definitivas llegaran en mayo.
Tres tipos de activos
El Proyecto Nebula abarca créditos valorados en exactamente 1.976 millones, según la información distribuida a inversores a la que ha tenido acceso a este medio. Este volumen se reparte entre 5.000 deudores y 8.300 antiguas hipotecas. La mayoría empezó a impagar en la anterior crisis, entre finales de 2012 y 2013.
La mayor parte de las hipotecas son de pymes (1.575 millones), muchas procedentes de Banco Popular. Blackstone se quedó casi todo el ladrillo y créditos ligados al inmobiliario de esta entidad, tras la venta de 30.000 millones realizada por Santander en verano de 2017 dentro del Proyecto Quasar.
La cartera también tiene 333 millones en colas hipotecarias de clientes particulares y 68 millones de segundas hipotecas, entre los que también hay créditos procedentes de Catalunya Banc. Blackstone compró las hipotecas problemáticas de la entidad catalana en 2014, como parte del rescate orquestado por el FROB (Fondo de Reestructuración) a este grupo y su venta a BBVA.
El fondo norteamericano fue uno de los mayores compradores de activos tóxicos de la banca entre 2014 y 2017. Desde entonces, está más centrado en su digestión y en rentabilizar las inversiones, tras algún sobresalto, en especial con el Proyecto Quasar, en el que coinvierte con Banco Santander.
Blackstone suelta lastre en España. El fondo oportunista norteamericano, uno de los mayores inversores del mundo, ultima la venta de una de las mayores carteras de los últimos años (según su valor nominal), de unos 2.000 millones de euros en colas hipotecarias, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial. Aun así, el importe neto que recibirá el fondo por la operación será mucho menor, ya que estos créditos se traspasan con descuentos a derribo dada su difícil recuperación.
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