El triángulo de oro en Barcelona para las constructoras tras las municipales

Hay un triángulo de oro en Barcelona para las constructoras que se activará tras las elecciones municipales. Son apenas 2,3 kilómetros cuadrados en el distrito de Les Corts. Cualquiera de los tres aspirantes a la alcaldía de Barcelona —Ada Colau, Jaume Collboni o Xavier Trias— debería tener una idea de cómo se ejecutarán las dos grandes obras que marcarán el futuro de la ciudad: la reforma del Camp Nou del FC Barcelona, el denominado Espai Barça, y el nuevo Hospital Clínic, que se ubicará en las pistas de deporte de la Universidad de Barcelona (UB). Juntas suman obras por valor de 3.500 millones. Son dos contratos muy jugosos para el sector y que marcarán tanto el inicio del mandato del nuevo alcalde como su final, según explican fuentes vinculadas a despachos de arquitectos y a expertos en planificación urbanística de la capital catalana.

No se habla de eso en esta precampaña electoral, muy centrada en la movilidad, pero en ese triángulo de oro confluyen la agenda de planificación urbana, los intereses del Ibex 35 (rama construcción) y los problemas presupuestarios de una Administración como la Generalitat. Política y negocios en la trastienda de la apretada carrera electoral para ser alcalde de Barcelona.

Entre el Camp Nou que se ha de reformar en cuanto el nuevo alcalde de la licencia de obras y los terrenos que cederá la UB para el nuevo Hospital Clínic, apenas hay 1,7 kilómetros, un corto paseo de 20 minutos. No solo cambiará el perfil del barrio. Es que estamos hablando de una infraestructura crítica de la sanidad catalana y del complejo de ocio más importante de Cataluña.

Del Espai Barça se ha escrito mucho. La constructora turca Limak ya ha tomado ventaja, al conseguir el contrato para las obras del nuevo Camp Nou, que suman 960 millones. En este sentido, aquí el negocio estará para las constructoras que logren subcontratar una parte del negocio. Por ahora, se han adelantado la firma de prefabricados de hormigón Pacadar, que factura unos 60 millones de euros y está integrada en el grupo OHL, y la firma de ingeniería Gesha, empresa española con más de 500 empleados y gran experiencia en grandes proyectos como los aeropuertos de Barcelona y Madrid y el Edificio Tokamak del Reactor de Fusión ITER en Francia, entre otros.

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Otras empresas que también colaborarán con Limak en las obras del nuevo estadio son la catalana Vopi4 y la empresa vasca especializada en demoliciones Erri Berri. Limak "está cerrando acuerdos de colaboración con empresas españolas para desarrollar el proyecto", según confirmó la propia multinacional. La previsión es que las obras empiecen en junio.

Fondos públicos, fondos privados

El concurso para las obras del nuevo Camp Nou es privado, y el dinero que lo financia, también. Pero el nuevo Hospital Clínic se ha de acometer con fondos públicos, en concreto de la Generalitat, ya que la institución sanitaria está controlada por dos consorcios que, en última instancia, dependen de la Administración catalana: uno de la UB y otro de la misma Generalitat. Portavoces del Clínic se han limitado a señalar que "todavía se ha de definir el contacto". Fuentes del sector de la construcción esperan que en breve se lleve a cabo un concurso internacional de ideas para el proyecto.

La cifra de inversión de la que se habla es de 2.000 millones para el nuevo hospital. Pero se trata de una primera aproximación, ya que todavía no se sabe en concreto a qué se dedicaría este complejo hospitalario. En términos de calendario, las obras del nuevo Camp Nou marcarán el principio del periodo del nuevo alcalde, mientras que las del Clínic resultarán determinantes para el final del mandato municipal.

El calendario del nuevo Clínic podría peligrar si Aragonès prorroga los presupuestos

La UB aporta los terrenos, al ceder las pistas deportivas para el proyecto. Los 2.000 millones son para la construcción y puesta en marcha. Para ir bien, aseguran fuentes del sector sanitario, deberían presupuestarse las primeras partidas en las cuentas de la Generalitat para 2024. Pero, como siempre en Cataluña, los grandes proyectos topan con la política. El presidente catalán, Pere Aragonès, apenas cuenta con 33 diputados. Lo más probable es que para 2024 solo pueda prorrogar los presupuestos, con lo que la concreción de esta inversión solo podrá formalizarse después de las próximas autonómicas.

Crisis y modelo

El Hospital Clínic está sumido en una profunda crisis por el ataque informático sufrido hace un mes. Los piratas informáticos les robaron 4,5 terabytes, lo que equivaldría aproximadamente a cinco furgonetas cargadas de CD. Pero a medio plazo el foco se pondrá en el nuevo edificio. Todavía no se ha definido de manera concreta su uso. Pero, el pasado mes de enero, la Comisión Interinstitucional para estudiar la viabilidad del futuro emplazamiento del Hospital Clínic Barcelona calificó como viable iniciar el proyecto para realizar la ampliación del centro en el entorno de la Diagonal y, en concreto, en el espacio que actualmente ocupa el recinto deportivo de la Universidad de Barcelona (UB). El nuevo centro ocupará una superficie de 290.000 m² de techo construido.

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El nuevo complejo agrupará, en un único centro, asistencia especializada, la docencia, la investigación y la innovación tecnológica en salud del Clínic, mientras que el actual emplazamiento, en la calle Villarroel, seguirá siendo el hospital de referencia para asistencia de l’Eixample, aunque una parte se destinará a otros usos, entre ellos zonas verdes para esponjar el distrito. El futuro alcalde tendrá que lidiar con el cambio del Plan General Metropolitano, todo un reto, del que no se habla en campaña, pero que está en la agenda a medio plazo de todo el sector de la construcción en España.