Collboni negocia un plan con Moncloa para la vuelta de empresas que salieron por el 'procés'

Bonificaciones fiscales, marco de diálogo institucional e inversiones en infraestructuras tractoras. El ex primer teniente de alcaldía de Barcelona y candidato por el PSC el próximo 28-M, Jaume Collboni, está interlocutando con el Gobierno para cerrar un plan con el objetivo de favorecer el retorno de las empresas que salieron de Cataluña por el procés. Según fuentes cercanas a las conversaciones, que se han intensificado durante las últimas semanas con la implicación de diferentes ministerios económicos, el plan se presentará en los próximos días y tendrá como principal aliciente para la vuelta de empresas la creación de incentivos fiscales, una oficina técnica específica y un marco de diálogo institucional entre las diferentes administraciones local, autonómica y estatal.

Los incentivos fiscales propuestos, que se extenderían al resto de empresas también con sede en Cataluña, se centran en el IAE (impuesto sobre actividades económicas) y el IBI (impuesto de bienes inmuebles). Ambos se bonificarían hasta un 95%. Para el desarrollo de actividades económicas declaradas de especial interés por circunstancias sociales, culturales, histórico-artísticas o de fomento del empleo, en el caso del IAE, y para el desarrollo de inmuebles destinados a acoger dichas actividades, en el caso del IBI.

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El calendario del plan fija un periodo de cinco años para completar esta operación de retorno, en la que se mira a entidades como CaixaBank, Banco Sabadell, Naturgy, Abertis o Catalana Occidente. Según los cálculos de los socialistas catalanes, el número de empresas que decidieron trasladar su sede fuera de Cataluña por las turbulencias del procés asciende a 5.000.

El plan lleva consigo aparejado el desarrollo de infraestructuras tractoras para garantizar la competitividad que favorezca el retorno de empresas. De ahí que se busque asegurar inversiones del Estado y la Generalitat, tales como la ampliación del aeropuerto de El Prat, el corredor mediterráneo o la conexión ferroviaria del puerto de Barcelona. El marco institucional busca llevar el desarrollo del plan a diferentes foros ya existentes y otros de nueva creación. Entre los primeros, se encuentran la comisión interadministrativa entre el Estado, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona y la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat. Entre los de nueva creación, se propone una mesa de trabajo y una oficina específica con la participación de la Generalitat y el ayuntamiento de la capital catalana, con la implicación también de los agentes económicos y sociales.

Collboni ha estado tratando de buscar la colaboración de la sociedad civil para pactar este plan de retorno y dice haber encontrado complicidad en este objetivo con el presidente de Foment, Sánchez Llibre. Asimismo, ya ha trasladado la iniciativa a la cúpula del Sabadell, según fuentes cercanas al candidato del PSC.

Modelo Quebec

El proyecto en el que se inspira el plan de retorno de las empresas que salieron de Cataluña entre 2017 y 2018 es el que se llevó a cabo en Quebec. En este territorio canadiense, se produjo también una salida de empresas en el marco de la celebración del referéndum de independencia de 1995, que por estrecho margen tuvo un resultado desfavorable a la separación. Años después, se elaboró una estrategia para impulsar el retorno de las empresas que trasladaron su sede, consumándose con un éxito reseñable.

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Fuentes próximas a Collboni reconocen el simbolismo del plan para acabar de cerrar el procés y lanzar un mensaje de "confianza" que enlace con el modelo de crecimiento económico enarbolado en campaña por el PSC. "Forma parte del resurgir de Barcelona como capital económica" y de la "marca ciudad", añaden las mismas fuentes.

El plan sirve también a los socialistas catalanas para competir contra el candidato de JxCAT, Xavier Trias. Según las encuestas internas del PSC, estarían disputando la primera posición en votos con el exalcalde sociovergente. Si Trias irrumpió con su candidatura en campaña liderando las encuestas, habría entrado ahora en una dinámica descendente, siempre según el análisis a partir de las mismas encuestas internas. Los socialistas catalanes lo apuestan todo a ser primera fuerza, acaparando voto tanto de Ciudadanos como de descontentos con la alcaldesa, Ada Colau. A partir de ahí, no descartan ningún escenario de pactos poselectorales, rompiendo la dinámica de bloques, ni siquiera gobernar en solitario con el "apoyo externo" de otras fuerzas que no formen parte de un futuro Gobierno municipal dirigido por Collboni.