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La 'intelligentsia' barcelonesa se vuelca con Jaume Collboni y abandona a Ada Colau
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CAMBIO DE TERCIO

La 'intelligentsia' barcelonesa se vuelca con Jaume Collboni y abandona a Ada Colau

Vuelven los hijos pródigos del PSC: los círculos culturales y progresistas optan ahora por pedir el voto para el partido de Salvador Illa

Foto: Foto de familia de la presentación de la plataforma 'Bo per Barcelona'. (Cedida)
Foto de familia de la presentación de la plataforma 'Bo per Barcelona'. (Cedida)

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha equivocado de trinchera. O, al menos, ha limitado tanto su trinchera que apenas cabe nadie en ella. Lo cierto es que la intelectualidad, la intelligentzia barcelonesa que blindaba a Pasqual Maragall en sus tiempos y que en los sucesivos mandatos socialistas fue abandonando a los candidatos del PSC para apostar por la savia nueva de los comunes con Ada Colau al frente, vuelve a casa. Vuelve a apoyar al partido que ahora lidera Salvador Illa y que comienza a perfilarse de nuevo como referente de la izquierda catalana.

La plataforma Bo per Barcelona (Bueno para Barcelona) condensa la desazón que provocan Colau y los suyos en los círculos progresistas barceloneses. Los intelectuales que habían abandonado al PSC ya no apuestan por la nueva izquierda, sino por la izquierda que consideran "seria". Y piden el voto para el socialista Jaume Collboni como sucesor de la saga de alcaldes que forjaron la Barcelona cosmopolita y moderna.

Foto: El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Jaume Collboni. (EFE/Quique García)

"No somos del PSC, sino que somos gente del mundo de la cultura y del asociacionismo que recamamos un cambio en la política municipal. Aquí hace falta diálogo y la vuelta de grandes pactos sin dogmatismo. No queremos que la ciudad se subordine a proyectos paralelos ni ser rehenes de nada por cuestiones ajenas a Barcelona", explica a El Confidencial Toni Cano, portavoz de la plataforma.

Otra fuente interna de la plataforma subraya que "Barcelona no está satisfecha. Hay demasiado dogmatismo, demasiadas imposiciones. Reclamamos más delicadeza, más diálogo, que el Ayuntamiento sea más inclusivo. No se puede pretender gobernar una ciudad como Barcelona a golpe de decreto ley con 10 concejales, que no llegan ni a la cuarta parte del quorum municipal. Colau ha practicado una política de tierra quemada por sus formas".

La entidad cuenta con figuras de relumbrón, como el diseñador Javier Mariscal, el economista Gonzalo Bernardos, el pintor y dibujante Perico Pastor, el politólogo Nacho Corredor, la soprano Begoña Alberdi, el ilustrador Perico Pastor, el economista Jaume Lanaspa, la escritora Carme Solé Vendrell, el diseñador Óscar León o la florista señera de las Ramblas Carolina Payés. Algunos de ellos habían apostado abiertamente por Colau en el 2015. Una parte la abandonó ya en el 2019, pero ahora la deserción ha sido en masa. En total, más de un centenar de personalidades se han puesto al lado del candidato del PSC y anuncian que en las próximas semanas se incorporarán otros nombres de peso a la lista.

"Hay demasiado dogmatismo"

En 2015, a Colau le pusieron una alfombra roja para llegar al podio. Hubo un voto de castigo al socialismo. Javier Mariscal, antiguo valedor de Pasqual Maragall, fue el abanderado de la diáspora hacia la nueva izquierda y apoyó a Colau en el 2015 para dar el golpe de gracia al PSC. Ahora realiza el trayecto a la inversa. "El voto de castigo al socialismo es una cosa pasajera. El socialismo tenía que estar dos candidaturas fuera del poder para renovarse. Es una opción cíclica. No es solo en Barcelona, sino en toda España. El 15-M fue una ruptura de formas para dar un toque de atención a un partido que había perdido el contacto con la realidad", define la situación una fuente que estaba en el podio de honor con Colau tras el 15-M y que hoy reclama "la vuelta a la normalidad, porque con lo que hemos visto no vamos a ningún lado".

La consecuencia de ese boicot al socialismo tuvo consecuencias a todos los niveles: en España, el PP se mantuvo dos legislaturas debido al voto fugado del PSOE hacia Podemos. En Barcelona, Colau ganó los comicios por un puñado de votos al convergente Xavier Trias, dejando al PSC como tercera fuerza política y a considerable distancia.

Foto: Xavier trias candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona (EFE.-)

Ahora, la intelectualidad, una marca que siempre había arropado al PSC, vuelve a casa y apuesta sin complejos por Jaume Collboni, candidato socialista a la alcaldía de Barcelona. La plataforma fue presentada esta semana y este sábado 18 de febrero fue el primer acto público que mantuvo presencialmente con el alcaldable del PSC para visualizar el apoyo.

"El problema que hemos tenido en estos años es que se ha gobernado con demasiado dogmatismo y eso ha provocado que haya habido poco diálogo. Muchos sectores nos sentimos ahora al margen de la política y al margen de la clase dirigente. Existe la sensación de que se han perdido los grandes diálogos que siempre habían caracterizado a la política municipal de Barcelona. Nosotros somos ciudad y queremos seguir sintiéndonos ciudad. Que la clase dirigente se interese por nosotros, que podamos hablar para exponer nuestros deseos y nuestras necesidades, que se preocupe por si se acaban las líneas 9 y 10 del Metro, por si se organiza el Mobile o por si se realizan eventos de altura en la ciudad. Nosotros queremos estar presentes en los cambios y tener la libertad para presentar nuestras necesidades y que se nos escuche", indica Toni Cano a este diario.

Una labor soterrada de Collboni

"Hay sectores desencantados que se han sentido muy maltratados por la política impuesta por Ada Colau en estos años —señala un miembro de la plataforma que prefiere ocultar su identidad—. Ahí están los diseñadores, los comerciantes, los hoteleros, los del ámbito del deporte, los de la cultura, las empresas tecnológicas, los arquitectos o los urbanistas, por poner solo unos ejemplos. Todos son sectores muy damnificados por Colau". Collboni ha mantenido reuniones semanales con asociaciones de estos ámbitos que no pueden más y que han vivido en carne propia las consecuencias de una crisis sin precedentes y que clamaban apoyo de la Administración y, sobre todo, que se les escuche. Esos sectores han sido demonizados por los comunes, salvo contadas excepciones, porque eran sectores no propios. "¿Alguien puede pensar que con Colau mandando exclusivamente en el Ayuntamiento iba a venir a Barcelona la Copa América de Vela o el Tour de Francia? Ni locos. Todo esto es fruto de un trabajo en la sombra de Jaume Colboni", subrayan estas fuentes.

La desidia, apunta otra fuente, provocó que la capital catalana perdiese oportunidades tan claras y beneficiosas como la acogida de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), el establecimiento de la cadena Four Seasons o el Museo Hermitage. Tras el desastre económico, cultural, científico y patrimonial que supuso la pérdida de oportunidades de oro para afianzarse como plaza internacional, la intelectualidad ha abandonado a Colau. Una vez pasado el tiempo, esa intelligentsia vuelve a casa como el hijo pródigo.

Los socialistas consideran que la irrupción de una plataforma que apuesta por el diálogo y el seny (sensatez) les puede beneficiar mucho. "Collboni ha dialogado con todo el mundo. Hemos hecho mucha labor soterrada que no se ha visto. Ha sido muy arduo y se han logrado muchos pactos de los que luego se han apropiado terceros", señala una fuente cercana a los socialistas. Esa labor, subrayan, ha acercado a Collboni a sectores que necesitan que les apoyen, incluyendo a las asociaciones de vecinos que, si en un momento determinado se alinearon con Ada Colau, ahora están desencantadas en buena medida con las maneras de hacer de un consistorio al que acusan de no escuchar y de imponer sus criterios por la vía de la unilateralidad y de los hechos consumados.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha equivocado de trinchera. O, al menos, ha limitado tanto su trinchera que apenas cabe nadie en ella. Lo cierto es que la intelectualidad, la intelligentzia barcelonesa que blindaba a Pasqual Maragall en sus tiempos y que en los sucesivos mandatos socialistas fue abandonando a los candidatos del PSC para apostar por la savia nueva de los comunes con Ada Colau al frente, vuelve a casa. Vuelve a apoyar al partido que ahora lidera Salvador Illa y que comienza a perfilarse de nuevo como referente de la izquierda catalana.

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