La pesadilla del 'multitasking': el anglicismo que nos está volviendo locos en la oficina

Se necesita recepcionista para un hotel de cuatro estrellas. Requisitos: formación universitaria o de grado superior, experiencia mínima de tres años, idiomas, disponibilidad horaria para trabajar en distintos turnos de mañana, tarde y noche, así como festivos y fines de semana, y que sea una persona atenta a los detalles, con recursos para resolver incidencias de forma eficiente y acostumbrada al multitasking.

Se necesita administrativo. Requisitos: paquete office nivel alto, inglés, que sea una persona muy organizada y precisa, con espíritu de equipo, muy buena adaptabilidad a los cambios y que sea una persona acostumbrada a trabajar bajo presión, multitasking, adaptable a los cambios y con asertividad.

Se necesita técnico en comunicación. Requisitos: grado en Comunicación, idiomas, dominio de SEO y redes sociales, alto nivel de redacción y excelente ortografía, capacidad de aprendizaje, gestión del tiempo y multitasking.

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Prácticas de analista. Requisitos: posibilidad de formalizar un convenio de prácticas con el centro de estudios, estudios en ADE o áreas de Marketing/Sociología/Estadística, dominio de Excel alto, inglés y multitasking, cambiar de tareas o herramientas de trabajo.

Da igual en el sector en el que busques. Muchas empresas solicitan que los trabajadores o los estudiantes sean capaces de ser multitarea. Es decir, que puedan desempeñar dos o más tareas a la vez, lo que ahora se conoce como multitasking. El objetivo es aumentar el número de labores realizadas, reducir el tiempo de ejecución e intentar que la persona sea más productiva, pero ¿realmente esta forma de trabajar es positiva para la empresa y para el trabajador?

Estrés, ansiedad y pérdida de productividad

En primer lugar, el abogado laboralista Víctor Llanos, asegura a El Confidencial que el multitasking puede esconder la intención de algunas empresas de contratar a un trabajador para que desarrolle más actividades de las requeridas en el puesto, ya que hay compañías “que buscan empleados que trabajen por dos o tres a los que se les sobrecarga de trabajo. Además, trabajar así requiere muchas especializaciones y en la mayoría de ocasiones estas no se pagan”. Este ritmo de trabajo puede tener consecuencias directas para el trabajador y para la productividad de la empresa.

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La psicóloga del trabajo Isabel Aranda señala que el multitasking "puede suponer un mayor desgaste para los trabajadores". "Se habla de que puede haber una pérdida de productividad del 40%, según una investigación publicada por el Journal of Experimental Psychology de la American Psychological Association. Al final, cuando estás haciendo varias cosas a la vez, saltas de una tarea a otra y eso ralentiza al trabajador porque tiene que volver a concentrarse en las diferentes tareas; al final, se reinicia cada poco tiempo", explica.

Aranda también manifiesta que esta práctica puede tener consecuencias aún más severas para los trabajadores que la practican, ya que "puede suponer un desgaste cognitivo con síntomas como la pérdida de concentración, de capacidad de toma de decisiones e, incluso, podría llevar aparejado la pérdida de memoria a corto y largo plazo".

Una práctica que tiene consecuencias en el día a día

Raúl es uno de los muchos trabajadores que ha tenido que ser multitarea en diferentes empleos y asegura que esta forma de trabajar le ha acarreado diversos problemas que ha intentado solucionar con ayuda psicológica. "Cuando haces varias tareas a la vez en un mismo puesto, el estrés aumenta de forma considerable. Por ejemplo, cuando trabajaba en una empresa orientada al turismo, tenía que coger llamadas y responder mensajes en periodos muy breves de tiempo, algo que me generaba mucha ansiedad porque ni estabas a una cosa ni estabas a la otra. Después de una temporada en el puesto, comencé a tener problemas de sueño y ataques de ira", explica.

Al principio, según cuenta Raúl, no sabía qué era lo que le ocurría, por lo que fue al médico y este le diagnosticó un cuadro de ansiedad. Fue a partir de ese momento cuando comenzó a acudir al psicólogo para intentar controlarla.

Como Raúl, Patricia también tuvo diversos problemas tras tener que ser multitarea en dos sectores diferentes. El primer trabajo en el que conoció esta práctica fue en una clínica veterinaria en la que trabajaba como auxiliar. "En aquel lugar hacía de todo: era auxiliar, hacía guardias, tenía la obligación de coger el teléfono de urgencias las 24 horas del día, tenía que realizar tareas de contabilidad, de administración, de recepción, también la limpieza y el mantenimiento e, incluso, había veces que tenía que sustituir al veterinario pasando consulta. En muchas ocasiones, varias tareas las tenía que hacer a la vez", explica.

Debido a ese ritmo de trabajo, empezó a dejar de dormir, a tener discusiones con su pareja y a comer de forma compulsiva. Tras dejar ese empleo, comenzó a trabajar como recepcionista, pero de nuevo tenía que hacer diversas tareas a la vez: llamadas, facturación y atención al cliente, lo que agravó su estado y tuvo que requerir ayuda psicológica.

De lo psicológico a lo físico

El multitasking y el estrés derivado del mismo no solo pueden acarrear problemas psicológicos, también manifestaciones físicas. La médica de familia Rosa Magallón asegura que una situación de estrés profesional puede causar dolores de cabeza, palpitaciones, dolores en las articulaciones, contracturas y problemas estomacales.

"Hay pacientes que llegan a la consulta con diversos dolores, descomposición que puede prolongarse en el tiempo y no saben exactamente identificar los motivos que han desencadenado esas problemáticas, pero tras hablar con ellos, acabamos identificando que la causa está relacionada con el trabajo. Parece que la multitarea se está instalando cada vez más", explica.

Otro de los problemas en los que la doctora hace especial hincapié es en el sedentarismo y los problemas en los que puede derivar

Otro de los problemas en los que la doctora hace especial hincapié es en el sedentarismo y los problemas en los que puede derivar. "Al final muchos trabajadores que están sometidos a esa cantidad de estrés llegan tan cansados que no realizan ejercicio, una práctica que no es buena ni a nivel físico ni a nivel mental".

Queda en evidencia que el multitasking puede perjudicar la salud física y mental del trabajador. Además, aunque sea una práctica muy extendida, no siempre conlleva un aumento de la productividad del individuo, generando, en muchos casos, el efecto contrario. Con todo esto, cabe preguntarse los motivos por los que algunas empresas lo solicitan como requisito indispensable. La respuesta tal vez se encuentre en el ahorro de los costes.