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La segunda ronda del Perte inventada por Moncloa para salvar los 10.000 M de VW
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MASA CRÍTICA

La segunda ronda del Perte inventada por Moncloa para salvar los 10.000 M de VW

La inversión estelar del automóvil en España, el Perte de Seat-VW, queda en entredicho por lo cicatero de la dotación de fondos europeos, limitada a la mitad de lo previsto inicialmente

Foto: Pedro Sánchez asiste a la presentación de la gigafactoría en Sagunto (Valencia). (EFE)
Pedro Sánchez asiste a la presentación de la gigafactoría en Sagunto (Valencia). (EFE)
Las claves
placeholder Volkswagen y Seat registran su proyecto en el Perte del vehículo eléctrico y conectado

Hay veces que parece que nuestros servidores públicos no han entendido nada. Por ejemplo, que una de las ramas de negocio del grupo Volkswagen (VW) es la captación de dinero público. No en España, sino en el mundo entero. Y que si iban a poner 10.000 millones de euros en nuestro país era porque esperaban sacar tajada de partidas estatales, ya fueran fondos europeos o lo que resultase pertinente. Por eso en Moncloa han tenido que habilitar un teléfono rojo para mantener la relación con Seat-VW y se han inventado una segunda ronda del Perte, después de que la primera se haya saldado con un sonoro fracaso, según explican fuentes del sector.

Hace tres semanas, cuando les anunciaron que solo iban a recibir 169 millones, las caras de pasmo en la sede del gigante alemán fue de órdago, según explican fuentes del grupo alemán. Luego la cosa se rectificó y se elevó la cifra a 397 millones. Puede parecer mucho, teniendo en cuenta que Renault, con fábricas tan importantes como Valladolid, recibirán 40 millones, una décima parte. Pero VW es mucho VW, y el peso económico, sociológico y simbólico de Seat en Cataluña es enorme. También es verdad que si el Perte de VW acaba con éxito se fabricarán en España más de 600.000 coches, un volumen muy superior a cualquier otra fábrica situada en España.

Foto: Los directivos de Volkswagen, con Ximo Puig, en la presentación de la gigafactoría de Volkswagen. (EFE/Biel Aliño)

Tal como se ha estructurado el Perte, la fábrica de gigabaterías de Sagunto, la gran baza económica para la reelección de Ximo Puig en mayo del 2023, recibiría solo 170 millones de ayudas públicas. Y la electrificación de una planta como Martorell apenar percibiría 30 millones. El resto sería para las pymes y proveedores, vinculadas al proyecto, un total de 60 empresas.

Por eso en Moncloa se han encendido todas las alarmas. Porque una cosa es entrar en recesión técnica —que siempre es el inicio de cualquier recesión— y otra que el sector del automóvil entre en barrena. Como ha avanzado TV3, Moncloa y Seat-VW están negociando una carta de compromiso que garantice otros 400 millones antes de las elecciones generales, en 2024. Es decir, el dinero debería llegar el año que viene. VW se ha hecho muchas fotos con Pedro Sánchez en los últimos doce meses. Ahora es el momento. Alberto Núñez Feijóo no estaba en estas fotos. Por eso el límite temporal, un equivalente a aquellos letreros de bar que te reciben con la alerta: "Aquí no se fía".

Foto: Planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. (EFE/Marta Pérez)

La fórmula de Moncloa es buscar vías complementarias para conseguir 400 millones adicionales. Eso implicaría un total de 800 millones para el Perte de Seat-VW.

Puede parecer mucho, teniendo en cuenta, por ejemplo, los problemas para rescatar la planta de Nissan en Zona Franca, por ejemplo. Pero es que es el automóvil. La gran suerte de la crisis del 2010 fue que al salir a pulmón gracias a las exportaciones, los fabricantes de automóvil no se enteraron. Estamos hablando de 220.000 empleos directos y del 11% del PIB español. Seat es mucho más que las plantas de Martorell y Landaben. Seat es la piedra sobre la que se construyó esa iglesia de la automoción en España y que es fundamental para la industria del país, e incluso para su sistema capitalista.

El fondo de los cajones

Para conseguir los 400 millones adicionales, el Gobierno español sabe que va a tener que rebañar el fondo de los cajones. Eso incluirá ayudas públicas de las comunidades autónomas. Se pueden ir mirando la cartera en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Navarra, según apuntan fuentes del sector. En cada una de ellas hay una situación diferente, pero con mucho, Cataluña es la más compleja y también la más afectada. En Seat-VW no están inquietos por esta derivada porque hasta ahora las tres comunidades autónomas afectadas han colaborado de manera intensa con el proyecto.

El conseller de Empresa, Roger Torrent, consciente de que va a tener que arrimar el hombro y rascarse el bolsillo, ya está pidiendo que la Generalitat participe en la gestión de los fondos europeos que no se han repartido, que son cerca del 70% del total. Sobre todo, porque en este momento hay un riesgo evidente de que Cataluña no tenga Presupuestos en el 2023. Así que en ERC empiezan a ver las orejas al lobo. Que Seat cierre porque no hay dinero público de la Generalitat sería un drama sin precedentes. Desde Seat han repetido por activa y por pasiva que no había plan B al Perte.

Del PERTE, 3.000 millones son solo para electrificar la planta de Martorell

Otra cosa es qué significa "ayudas para la electrificación". Martorell es la mayor fábrica de toda España. Con 14.000 trabajadores y una producción que puede llegar a más 600.000 vehículos. Hacer coches eléctricos quiere decir que sobra el 30% de la plantilla, según apuntan fuentes sindicales. Salvar el planeta nunca fue barato. Y VW espera poder llevar a cabo esta reforma apuntalada por fondos públicos.

Antes de fin de año

El reparto de los 10.000 millones, en trazo grueso, son unos 3.000 millones para la electrificación de Martorell, otros 3.000 millones para la fábrica de baterías de Sagunto y otros 1.000 millones que se destinarán a electrificar Landaben. La intención de Seat y de Moncloa es desbloquear la cuestión antes de fin año.

Fuentes de Seat explican que ya se está hablando con los cerca de 60 empresas para ver cómo se arranca el Perte, analizando la resolución definitiva del Perte VEC y estudiando sus efectos en todos los proyectos con el propósito de encontrar las soluciones adecuadas para poder ejecutar el máximo volumen posible de los proyectos de inversión previstos.

De fondo está el problema de los fondos europeos. En su mayoría no han llegado a las empresas que presentaron los proyectos. Como explicaba esta semana la presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, Monika Holhmeier, de los 31.000 millones de fondos entregados ya a España, "no le puedo decir a nadie en qué se está gastando el dinero en España". Al parecer. El Perte de Seat, aunque es muy vistoso, sería solo la punta del iceberg.

Hay veces que parece que nuestros servidores públicos no han entendido nada. Por ejemplo, que una de las ramas de negocio del grupo Volkswagen (VW) es la captación de dinero público. No en España, sino en el mundo entero. Y que si iban a poner 10.000 millones de euros en nuestro país era porque esperaban sacar tajada de partidas estatales, ya fueran fondos europeos o lo que resultase pertinente. Por eso en Moncloa han tenido que habilitar un teléfono rojo para mantener la relación con Seat-VW y se han inventado una segunda ronda del Perte, después de que la primera se haya saldado con un sonoro fracaso, según explican fuentes del sector.

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