Iberdrola, al testigo clave: "A él [Galán] le agrada esta opción para cerrar el asunto"

El ofrecimiento realizado por Juan Carlos Rebollo, director de Riesgos de Iberdrola, a José Antonio del Olmo para que firmase un documento en el que negase las presuntas irregularidades de la eléctrica en la contratación de José Manuel Villarejo, fue bendecido presuntamente por Ignacio Sánchez Galán, presidente del grupo energético e imputado en la causa que se investiga en la Audiencia Nacional por los pagos al comisario de policía. Así se desprende de la segunda parte de la grabación incluida en el sumario, que pone de manifiesto el empeño de la segunda mayor empresa del Ibex por dar carpetazo al caso si el testigo clave se retractase de las acusaciones bajo amenaza de que pudiesen empezar ya "las hostias".

Según la conversación mantenida por Rebollo y Del Olmo, ambos braman por la difusión de la información publicada por El Confidencial y las consecuencias que está teniendo sobre ambos. “Me cagüen en la madre que lo parió al que haya metido estos putos papeles ante la prensa. No sé quién ha sido, pero joder”, dice el que fuera responsable de Administración y Control de Iberdrola, encargado de aprobar las facturas, acusado ahora, demanda y querella mediante, por la compañía de ser él quien filtró la documentación.

- Rebollo: Dímelo a mí.

- Del Olmo: La madre que lo parió mil veces.

- Rebollo: Dímelo a mí.

- Del Olmo: Estoy totalmente de acuerdo. Tú estás en medio y dependiendo de Galán. Joder, y con lo 'hijoputa' que es, este es capaz de volver loco a cualquiera. A ti seguro.

En este momento de sinceridad y complicidad, el directivo de Iberdrola le dice al que fue su compañero y ahora vecino de Bilbao que “yo, cuando estuve hablando con…. Bueno, no puedo hablar cosas por teléfono. Pero, creo que él está por la labor de… Esta opción creo que le agrada, que agrada en general a la casa. Quiero decirte que lo que quieren es buscar un tema que se muera, quieren quitarle importancia”.

Unas afirmaciones que apuntan a que el presidente de Iberdrola tenía presuntamente conocimiento del intento de su subordinado de que hablase con el testigo clave para que firmase un documento en el que negase la veracidad del informe que en diciembre de 2004 depositó ante notario, con las supuestas ilegalidades en los pagos a Villarejo.

- Rebollo: Sería la hostia que por no firmar un papel de mierda.

- Del Olmo: Sí.

- Rebollo: Que tu abogado se lo curre, para no cortarme posibilidades futuras, si esto lo pone de esta manera así y así… pues ya está, joder.

La conversación prosigue en tono de cordialidad con el consejo del directivo enviado por los abogados de Iberdrola a su excompañero para que convenza a su abogado, que le había recomendado “no firmar nada, ni bueno ni malo, con Iberdrola”. Rebollo le suplica en tono afable que revise el documento, que modifique lo que sea necesario “para que no sea pringante” para él, como le indica en otros momentos de la grabación, para que no se cierre en banda y se eviten “malos ratos, muchas angustias”. “No dejéis de valorar esa opción”, insiste.

Pero, cuando la charla parece que está a punto de terminar, Del Olmo le dice que "de todas formas, Galán tiene un problema grave con Asenjo", en referencia a Antonio Asenjo, jefe de Seguridad de Iberdrola, despedido por el presidente por “pérdida de confianza” una vez que El Confidencial publicó los audios y los documentos que implicaban a la compañía en los pagos a Villarejo y que se han convertido en la columna vertebral de la investigación de la Audiencia Nacional.

- Del Olmo: De todas formas, Galán tiene un problema grave con Asenjo. No sé lo que este tío hablará o no hablará. Como este tío hable, la ha jodido. Allá él, él sabrá.

- Rebollo: Por lo visto, según dicen, él no va por ahí.

- Del Olmo: Perfecto.

- Rebollo: Él ha reconocido que se ha colado, que se ha colado, y está dispuesto a decir que se ha colado. Y ya está. Pero, bueno, ese no es nuestro problema.

Iberdrola despidió a Asenjo con una indemnización de 1,6 millones de euros después de un encuentro en casa de Galán en que el presidente negoció la salida del que había sido su hombre de confianza durante casi 20 años. Cuando el jefe de Seguridad fue a declarar a la Audiencia Nacional reconoció que los conceptos de las facturas con las que se pagó a Villarejo no se correspondían con la realidad y que habían sido falseados. Pero exculpó de cualquier indicio al primer ejecutivo de la compañía, del que dijo que era “inmaculado”.

Por el contrario, cuando Galán se presentó ante el juez por cohecho, revelación de secretos y falsedad documental el pasado 18 de enero, el presidente de la mayor eléctrica de España cargó la responsabilidad de la contratación de Villarejo sobre Asenjo —"fue despedido porque tomó decisiones equivocadas"— y tachó de “deplorables y no admisibles” los presuntos espionajes que había hecho sobre los presidentes de Endesa y ACS, Manuel Pizarro y Florentino Pérez, por encargo presuntamente de Iberdrola. "Yo no ordené nada", afirmó ante el juez y el fiscal.

Ayer, en la presentación de resultados del grupo de 2021, Galán mostró su satisfacción por haber podido dar su testimonio ante el magistrado, al que se ofreció voluntariamente en mayo del pasado año para aclarar cualquier duda. Sin embargo, cuando García Castellón le citó por primera vez como imputado, el 7 de julio, la compañía interpuso numerosos recursos para retrasar la vista, que finalmente tuvo lugar seis meses más tarde, el pasado 18 de enero.

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Agustín Marco

Este miércoles, a preguntas de un analista de Mediobanca sobre cuándo podría acabarse el caso Cenyt, Galán cedió la palabra a Gerardo Codes, jefe de los servicios jurídicos, quien explicó que “los últimos hechos explican claramente que la investigación está siendo fomentada por la competencia, que utiliza su posición para intentar dañar la reputación de la empresa por su propio interés”, en referencia a ACS, a la que ha demandado por competencia desleal.

“No hay ninguna conducta irregular. Hemos pedido opiniones legales a diferentes empresas españolas e internacionales y la conclusión es que no hay ningún caso bajo el derecho español, el del Reino Unido y el de Estados Unidos. Este caso contra los empleados y directivos de Iberdrola ni siquiera se presentaría por un fiscal ante un tribunal o un jurado”, concluyó el responsable de los servicios jurídicos de la eléctrica, que ha criticado la labor del juez por retardar la instrucción.