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Los bancos aparcan las fusiones ante los brotes del repunte del euríbor
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Los bancos aparcan las fusiones ante los brotes del repunte del euríbor

Los banqueros ven por primera vez posibilidades de que el euríbor entre en positivo en 2022 y quieren esperar a que sus efectos se vean en bolsa y en sus cuentas de resultados

Foto: Botín y Torres, presidentes de Santander y BBVA. (Piergiovanni/EFE)
Botín y Torres, presidentes de Santander y BBVA. (Piergiovanni/EFE)
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"—Papá, ¿qué está más cerca, la luna o Alicante? —La luna, ¿no lo ves?". Al contrario de lo que indica este chiste, los banqueros españoles han decidido poner las luces cortas y dejar a un lado durante esta semana las malas noticias económicas, como la caída de la previsión del producto interior bruto (PIB), la inflación o la crisis de los suministros. En su lugar, se fijan en otra cifra que ha hecho que en los despachos financieros se desate el optimismo en la última semana: el euríbor.

Las previsiones que anticipan lo que hará el indicador al que se referencian la mayor parte de los créditos en España han cambiado radicalmente en los últimos meses y, sobre todo, esta misma semana. Así, los mercados han adelantado en apenas cinco días la entrada del euríbor en positivo un año. El 4 de noviembre, el mercado creía que este hito no llegaría hasta finales de 2023. Siete días después, la apuesta es que ocurrirá entre finales de 2022 y comienzos de 2023.

Foto: Manifestación de trabajadores de CaixaBank ante la Torre KIO de Bankia antes de que se firmara el ERE. (EFE/J. J. Guillén)

Actualmente, el euríbor se sitúa alrededor del 0,47% negativo. Y las entidades explican en sus cuentas de resultado que cada medio punto de mejora supone un 10% más de ingresos, con el efecto contrario en el bolsillo de las familias.

Es este entorno en el que los bancos han decidido paralizar por el momento posibles operaciones corporativas que están siempre sobre la mesa, según diversas fuentes de las entidades y del mercado consultadas por este medio. Prefieren esperar a que la ansiada mejora del euríbor se refleje en sus cuentas de resultados y en sus valoraciones en bolsa.

Por debajo de valor en libros

Todos los bancos españoles cotizan todavía con descuento sobre su valor en libros: Bankinter y BBVA, de en torno al 10%; Santander del 35%; CaixaBank de algo más del 40%, y Unicaja Banco y Sabadell de cerca del 70%. Estas cifras y el hecho de que todos cuentan con capital de sobra para aguantar el repunte de morosidad previsto para 2022 hacen que no prevean operaciones a corto plazo, salvo que sea como compradores y con un objetivo a buen precio.

Los tres grandes están actualmente en fases distintas. Santander ya está más liberada tras integrar Banco Popular con tres años de ajustes, pero sus directivos señalan que ya tienen la cuota de mercado que desean en España. CaixaBank está como Santander hace dos años, en plena integración tecnológica de Bankia que se lleva a cabo este fin de semana y todavía despidiendo a los empleados que se acogieron a su macro ERE (expediente de regulación de empleo), por lo que es otro candidato descartado.

placeholder El presidente de BBVA, Torres (i) y el consejero delegado, Genç. (Villar/EFE)
El presidente de BBVA, Torres (i) y el consejero delegado, Genç. (Villar/EFE)

El caso de BBVA es diferente. La entidad presidida por Carlos Torres tiene unos 3.500 millones de exceso de capital que podría destinar a operaciones corporativas. Este capital es cerca de lo que vale Banco Sabadell en bolsa —3.800 millones—, entidad con la que ya negoció una fusión a finales de 2020. Pero, tras la ruptura de esta posible fusión, todo apunta a que la entidad catalana quiere ganar tiempo para mejorar sus resultados y recuperar la confianza de los inversores, como acaba de mostrar con el rechazo a una oferta por su filial británica TSB.

BBVA celebra este jueves su Día del Inversor, el primero de su actual presidente. Dentro del programa figuran palabras como 'crecimiento rentable', la 'transformación' tecnológica y la 'sostenibilidad' como oportunidad de negocio, por lo que se esperan pocas sorpresas dentro del campo de las operaciones corporativas.

Foto: EC

En el caso de Bankinter, las fuentes consultadas tampoco prevén movimientos a corto plazo a pesar de los rumores por la posición del principal accionista, Cartival, con un 23%, donde su fundador Jaime Botín ha estado cerca de ir a prisión. Esta sociedad es liderada por su hijo, Alfonso Botín, quien a su vez ejerce de primer ejecutivo del banco como vicepresidente y no tiene intención de dejar este timón. Como comprador, Bankinter tampoco se plantea entrar en fusiones en España.

Más allá de estas grandes entidades, el resto no prevé tampoco fusiones a corto plazo. Unicaja Banco está inmersa en la integración de Liberbank y, aunque dejó la puerta abierta a que se sumara algún otro grupo a la fusión, como Ibercaja, los aragoneses no se plantean ninguna operación en la que no mantengan el control. Por ello intentarán salir a bolsa en 2022. El repunte del euríbor es una buena noticia para Ibercaja Banco que, si no hubiera una ventana de mercado, pediría más plazo al Gobierno o desinvertiría en participadas.

Compradores frustrados

Kutxabank está en una situación similar a los aragoneses, aunque con más capital y sin necesidad de salir a bolsa. Su nombre ha vuelto a salir en las quinielas tras una entrevista en 'Expansión' en la que su presidente, Gregorio Villalabeitia, aseguraba que no descartaba fusiones. Aun así, fuentes próximas al grupo vasco señalan que es el mismo mensaje que ha dado en los últimos años, sin que esto haya supuesto ningún tipo de movimiento. Las fuentes consultadas añaden que Kutxabank nunca cerraría una fusión que no liderara y que no garantizara que toda su gestión sigue en el País Vasco.

En las mismas condiciones está Abanca, con ánimo comprador, pero sin ninguna 'presa' que llevarse a la boca, al menos de gran tamaño. Por el camino sigue explorando otras opciones como Bankoa, cuya integración ha concluido recientemente, o Caixa Geral.

Este es el escenario actual en el que se mueven los banqueros. Hay dos circunstancias que podrían cambiarlo: que el euríbor suba incluso más, se recoja en las valoraciones y algún accionista decida recoger beneficios; o que todo vaya a peor, el indicador se atasque y la economía se recupere menos de lo previsto, dejando a algún banco corto de capital.

"—Papá, ¿qué está más cerca, la luna o Alicante? —La luna, ¿no lo ves?". Al contrario de lo que indica este chiste, los banqueros españoles han decidido poner las luces cortas y dejar a un lado durante esta semana las malas noticias económicas, como la caída de la previsión del producto interior bruto (PIB), la inflación o la crisis de los suministros. En su lugar, se fijan en otra cifra que ha hecho que en los despachos financieros se desate el optimismo en la última semana: el euríbor.

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