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La misión casi imposible de Bankinter: cuando ir por delante no es suficiente
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La misión casi imposible de Bankinter: cuando ir por delante no es suficiente

Algunas notas de debilidad en sus resultados han precipitado un ajuste en una entidad que cotiza con una fuerte prima respecto a la media del sector financiero europeo

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Hace justo un año que María Dolores Dancausa expresó en una rueda de prensa posterior a resultados su convicción de que la acción de Bankinter regresaría a niveles de 9 o 10 euros. Y hay que reconocer que desde entonces la cotización del banco no ha dejado de deparar alegrías a sus accionistas, prácticamente duplicando su valor en el último año.

Este favorable desempeño ha encajado un rotundo borrón este jueves, tras presentar unos resultados que suponen quintuplicar los obtenidos en el mismo periodo del año anterior (favorecidos por las plusvalías extraordinarias de 896 millones derivadas de la operación de salida a bolsa de Línea Directa). Horas después de presentar sus cuentas, Bankinter retrocedía en bolsa más de un 5%, convirtiéndose en el farolillo rojo del Ibex y agrandando la ya enorme brecha (cotiza actualmente en torno a los 4,8 euros) que le separa aún del objetivo establecido por Dancausa y que no ha dudado en reiterar un año después.

Bankinter se ha caracterizado en los últimos años como un banco especial, incluso después de desprenderse de Línea Directa, una pieza clave en su estrategia de diferenciación de sus rivales. Su probada capacidad para incrementar volúmenes de forma rentable, sin necesidad de embarcarse en costosas operaciones de concentración o ajuste y sin lastrar la calidad de su balance han sido puestas en valor de forma recurrente por analistas e inversores.

Bankinter ha superado ya los niveles precovid y cotiza a un 23% de máximos históricos

No en vano, es junto a BBVA el único de los bancos cotizados españoles que se mueve en bolsa en cotas superiores a las que registraba antes del azote del coronavirus. Y sus máximos históricos, que datan de inicios de 2018, parecen un objetivo alcanzable (se encuentran en torno un 23% por encima de su nivel actual), sin duda mucho más que la meta fijada por su presidenta.

Cualquier lectura de los resultados presentados este jueves permite apreciar que, en gran medida, esas fortalezas siguen muy vivas en la evolución del negocio de Bankinter. Pero también pueden encontrarse -como han resaltado firmas como Jefferies o Renta 4- algunas notas relativamente preocupantes. Entre estas pueden citarse cierta debilidad en la evolución del margen de intereses y un deterioro de la calidad crediticia que no por esperado puede causar cierta inquietud entre los inversores.

A este respecto, Nuria Álvarez, analista de Renta 4 pone el foco en el incremento del 3,2% experimentado en el último trimestre en el saldo de Stage 2, como se clasifica el crédito en vigilancia especial). “No se trata de una evolución preocupante, pero sí que es verdad que es importante no perder este elemento de vista. Al final, este aumento (al igual que el de la morosidad) está ligado a la financiación al consumo. Y es un segmento que puede dar más que hablar a futuro en cuanto a deterioro de riesgo”, señala.

Foto: María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter. (EFE)

Que esto merezca un varapalo superior al 5% en una jornada de caídas modestas en el parqué difícilmente se puede desligar de las valoraciones alcanzadas por la entidad. Al fin y al cabo, las casi 0,9 veces sobre el valor en libros a las que cotiza Bankinter representan una prima cercana al 30% respecto a la media del sector en Europa y superan con creces los números de sus rivales españoles.

Es obvio que cuando se cotiza a tales niveles relativos el mercado parece demandar de la entidad algo más que un comportamiento en línea con lo que cabe esperar de la industria. La banca, en general, acumula un rendimiento muy favorable en el último año, motivado por las perspectivas de recuperación económica, la constatación de que el daño de la crisis (al menos el inicial) ha sido menor de lo que cabía esperar en los balances financieros y la expectativa de un escenario de tipos de interés menos nocivo que el vivido en los últimos años. Precisamente, esta última cuestión ha hecho de los bancos una de las opciones predilectas de los inversores en Europa en los últimos meses.

La banca sigue siendo vista con recelos por un mercado que prioriza sus reemplazos

Pero si estos factores han tenido la entidad suficiente para ayudar al sector a borrar buena parte de las pérdidas experimentadas durante la crisis, es probable que plantear valoraciones superiores -que no tienen cabida en el mercado desde hace más de tres años- requiera de argumentos adicionales o, al menos, de mayores evidencias de que esos augurios de mejora se hacen reales y que la crisis no ha dejado minas ocultas en los balances.

Al fin y al cabo, no hace tanto que el bancario era tratado como un sector caduco en bolsa por unos inversores mucho más dispuestos a creer las historias de éxito de las firmas llamadas a suplir (o a revolucionar) la actividad financiera tradicional, como demuestran las valoraciones recientemente alcanzadas por el neobanco N26, equiparables a las de Bankinter y Sabadell juntos.

Pese a los recelos que parecen haber despertado las cuentas presentadas este jueves, Bankinter aún puede defender con argumentos su lugar entre los bancos más en forma del mercado europeo. Que esto le sirva para volver a duplicar su cotización para hacer posibles los augurios de su presidenta parece mucho más difícil. Y es probable que no dependa únicamente de la propia entidad, sino de la capacidad del conjunto de la banca de apuntalar su relato de recuperación.

Hace justo un año que María Dolores Dancausa expresó en una rueda de prensa posterior a resultados su convicción de que la acción de Bankinter regresaría a niveles de 9 o 10 euros. Y hay que reconocer que desde entonces la cotización del banco no ha dejado de deparar alegrías a sus accionistas, prácticamente duplicando su valor en el último año.

María Dolores Dancausa Ibex 35 Línea Directa
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