Grandes empresas lanzan nuevas alertas a sus inversores por la crisis política en Cataluña

Aumentan las voces de alarma entre grandes empresas por la inestabilidad en Cataluña. En los últimos días, diversas corporaciones de diferentes sectores económicos están transmitiendo a sus inversores de dentro y fuera de España los riesgos que implica para su actividad la incertidumbre que vive la región catalana.

A través de los cauces oficiales que establecen los mercados financieros, estas compañías transmiten mensajes de alerta en que dejan ver su preocupación por la crisis institucional, con la tensión política escalando a máximos por la amenaza de repetición de elecciones en julio si no se forma Gobierno autonómico en los próximos 13 días.

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Entre estas compañías está Grupo Nueva Pescanova. La firma de alimentación, que opera en 15 países diferentes, asegura a sus inversores en una emisión de bonos que lanzó al mercado el pasado 10 de mayo que "la actividad, el negocio, la situación financiera y los resultados de las operaciones del grupo podrían verse afectados negativamente por factores políticos o sociales como la incertidumbre política en Cataluña, la ausencia de mayoría parlamentaria o la aparición de partidos políticos extremistas".

La pesquera gallega, que cuenta con más de 11.000 trabajadores, pone de manifiesto ante los bonistas que "la región de Cataluña ha experimentado varios movimientos sociales y políticos que piden la secesión de la región de España. Existe una gran incertidumbre sobre el desenlace de las tensiones políticas y sociales en Cataluña, que podrían resultar en cambios en la legislación, políticas y otros factores que podrían tener un impacto significativo en el conjunto de España y, por lo tanto, podrían tener un efecto adverso en la empresa, sus resultados, su situación financiera y sus perspectivas".

No es la única empresa sensible al enfrentamiento político que vive Cataluña. La batalla política se libra no solo entre independentistas y constitucionalistas, sino también dentro del propio bloque secesionista, cuya representación escenifican ERC y Junts per Catalunya, incapaces hasta ahora de llegar a un acuerdo para formar Govern pese a la mediación de la CUP, otro grupo independentista más a la izquierda que los dos anteriores.

Neinor, la promotora inmobiliaria, detallaba días antes de que lo hiciera Pescanova que la "economía española se enfrenta a desafíos debido a factores internos como la incertidumbre en relación con la capacidad del Gobierno español de obtener suficiente apoyo legislativo para aprobar ciertas leyes (después de que las elecciones generales de junio de 2016 no lograron producir un Gobierno mayoritario), así como la incertidumbre que rodea el movimiento separatista de Cataluña".

Pescanova: "Cataluña ha experimentado varios movimientos sociales y políticos que piden la secesión. Existe gran incertidumbre"

Esta compañía cotizada añade en un documento enviado al mercado de bonos de Dublin Euronext que "la creciente incertidumbre política en Cataluña podría afectar negativamente a las perspectivas económicas de Cataluña o España en su conjunto o afectar negativamente el valor de nuestra reserva de suelo y negocio". En lo que respecta a su actividad, centrada en el mercado inmobiliario, Neinor alerta de que "en Cataluña existen límites de precios de arrendamiento de viviendas y conviene considerar posibles medidas equivalentes en otras comunidades autónomas".

Estas no son las únicas empresas que temen las consecuencias del caos político que vive Cataluña, al que ahora se añaden incertidumbres derivadas de la capacidad de influencia que puede ejercer el PSC, ganador de las elecciones, en desbloquear la incertidumbre actual. Al hecho de que Salvador Illa, apoyado por Pedro Sánchez, quiera liderar un Gobierno de izquierdas que deje en fuera de juego la formación liderada por Carles Puigdemont desde Waterloo, se suma la influencia que podrían tener los posibles indultos del Gobierno de España sobre los presos independentistas, entre los que destaca la figura de Oriol Junqueras como referente en ERC, partido mayoritario en el voto secesionista.

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Antes que Pescanova y Neinor, Audax, la comercializadora de luz y gas, ya hizo referencia al riesgo que implica la situación en Cataluña. Se trata de una advertencia con mayor contenido si cabe en lo simbólico, ya que proviene de una compañía propiedad de José Elías Navarro, catalán oriundo de Badalona que salvó con dinero de su bolsillo gracias a un aval la candidatura de Joan Laporta a la presidencia del FC Barcelona. La influencia y ascendencia del club de fútbol trasciende lo deportivo. En el actual equipo directivo, se sienta Eduard Romeu, el número dos de José Elías en la cotizada energética.

Entre los riesgos que ha considerado, Audax explicaba hace pocas semanas, mucho tiempo después de las elecciones del 14 de febrero a la Generalitat, que "existe cierta incertidumbre sobre las decisiones futuras en Cataluña y su eventual impacto en los mercados de capitales y financieros en España, así como su potencial efecto en los negocios, inversiones y la economía española en general".

De hecho, como vasos comunicantes, las empresas avisan de que la incertidumbre en Cataluña se transmite a la situación del resto de España y viceversa. En este sentido, General de Alquiler de Maquinaria (GAM), empresa cotizada propiedad de Francisco Riberas, dueño de Gestamp y la patrimonial ACEK, acaba de lanzar una dura advertencia al mercado sobre la política a nivel nacional.

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"Cabe destacar que España vive actualmente un escenario de incertidumbre e inestabilidad política, con cuatro elecciones generales en los últimos cuatro años. La falta de obtención de mayoría absoluta en las últimas elecciones generales ha conllevado la conformación de un Gobierno de coalición en minoría entre Partido Socialista Obrero Español y Unidas Podemos", señala GAM, que asegura que "el escenario actual de incertidumbre política podría, en consecuencia, agravar la recesión económica que España está experimentando como consecuencia de la crisis sanitaria del covid-19" y concluye que "la incertidumbre política, macroeconómica y social (...) puede provocar un efecto adicional adverso en la economía española con el consecuente impacto en el coste y la disponibilidad del crédito".

Advertencias tras los avisos después del 14-F

Todas estas recientes advertencias de las empresas a sus inversores, en que inciden en los riesgos políticos relacionados con Cataluña, no son algo novedoso. De hecho, tras las últimas elecciones a la Generalitat el 14 de febrero, otras firmas que buscaban captar fondos entre grandes inversores institucionales ponían de manifiesto las complicaciones que puede conllevar la parálisis política. Estas advertencias se producen después de una concentración de 300 empresarios catalanes tras las elecciones que pedían abandonar ya la vía unilateral de la independencia y centrar los esfuerzos en la recuperación económica poscovid, casi cuatro años después del referéndum ilegal del 1-O.

Como ya avanzó El Confidencial, el Grupo Avintia, dedicado a la construcción, la industria, el inmobiliario, la energía y los servicios, lanzó una emisión de bonos 10 días después de las elecciones catalanas que ganó el PSC en que señalaba que "la actividad, negocio, situación financiera y los resultados de nuestras operaciones podrían verse afectados negativamente por la incertidumbre política en Cataluña. La región catalana ha experimentado varios movimientos sociales y políticos que piden la secesión de la región de España", añadiendo que "las actividades relacionadas con estos movimientos han tenido y pueden seguir teniendo un efecto adverso en las condiciones económicas y la estabilidad política españolas".

La compañía destaca que "existe incertidumbre sobre las demandas de independencia en la región de Cataluña, lo que podría afectar negativamente al turismo interno del resto de España y Cataluña. Existe una gran incertidumbre sobre el desenlace de las tensiones políticas y sociales en Cataluña, que podrían resultar en cambios en la legislación, las políticas y otros factores que podrían tener un impacto significativo en el conjunto de España".

Teknia, compañía de componentes de automoción, aseguraba también, solo dos días después de las elecciones, que la inestabilidad política en Cataluña podría afectar a sus operaciones. Una advertencia a la que se sumaba el 5 de marzo Gestamp. Por su parte, Vía Célere se ha sumado a esta advertencia y ha puesto el acento en esta cuestión el pasado 15 de marzo: la economía española se enfrenta a desafíos como la incertidumbre que rodea al movimiento separatista de Cataluña. "La creciente incertidumbre de la política en Cataluña podría afectar negativamente a las perspectivas económicas de Cataluña o de España en su conjunto", señala la promotora inmobiliaria a sus bonistas en el mercado irlandés, uno de los más activos a nivel internacional.