Acciona justifica un pago a los Entrecanales por el plantón de varios fondos que dudaron de Cataluña

Acciona trata de rendir cuentas ante sus inversores por las operaciones con partes vinculadas a la empresa. Concretamente, con el presidente, José Manuel Entrecanales, y el vicepresidente, Juan Ignacio Entrecanales.

La compañía de energía y construcción ha desembolsado 22,8 millones de euros para comprar la participación que a título particular mantenían los dos primeros espadas de la multinacional en Aigües Ter Llobregat (ATLL) a través de las sociedades Global Lubbock SL y Global Buridan SL. Una inversión en pérdidas cuyo origen se remonta a 2012 y que estuvo motivado por el plantón que varios fondos dieron entonces a Acciona por la incertidumbre política de Cataluña y la crisis económica reinante.

Después de una dura pugna con la Generalitat de Artur Mas que se alarga más de ocho años, Acciona decidió vender este litigio a Fortress, un fondo especializado en pleitos que reclama más de 1.000 millones por el perjuicio que entiende que se generó con esta privatización que gestiona el agua potable en el área metropolitana de Barcelona.

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Además de transmitir los derechos de reclamación a Fortress por 170 millones (más variables en función del éxito obtenido en los tribunales), Acciona compró las participaciones de ATLL a sus socios minoritarios, entre los que se encontraban grandes fortunas locales como Leopoldo Rodés, Liliana Godia y la propia familia Entrecanales.

Por eso ahora, al liquidar con el presidente y vicepresidente el pago de la inversión fallida (aportaron cerca de 60 millones), Acciona asegura que dicha transacción fue aprobada por el consejo de administración previo informe de la comisión de auditoría.

Además, el secretario de la comisión de auditoría de Acciona justifica ante su auditor, KPMG, que José Manuel Entrecanales y Juan Ignacio Entrecanales invirtieron a título particular en ATLL después de que en el momento de conformar el consorcio ofertante, varios inversores institucionales declinaron, en el último momento, la invitación a formar parte del mismo dada la situación de crisis económica mundial y la incertidumbre política en Cataluña, según ha tenido que detallar en el informe anual de auditoría correspondiente a la actividad del año 2020.

Inversores institucionales declinaron, en el último momento, la invitación dada la incertidumbre política en Cataluña

Ante esa falta de apoyo para adjudicarse ATLL, la propia Acciona, controlada por la propia familia Entrecanales, "no solo aprobó sino que promovió la suscripción de participaciones minoritarias en el consorcio entre los miembros del consejo, a través de las cuales finalmente se pudo conformar el consorcio y presentar oferta", detalla la compañía.

Además de Acciona, en el consorcio ganador que pujó por ATLL también estaba el banco brasileño BTG Pactual y los minoritarios mencionados. El plantón que sufrió la empresa del Ibex-35 no fue tal en otras aspirantes a esta adjudicación. Frente a la firma de construcción y energía se presentó Agbar, que aspiró a esta privatización en alianza con First State y Caisse de Dépôts.

La situación invitaba a pensar que se trataba de un gran negocio. La Generalitat de 2012 sufría importantes apuros económicos, lo que la llevó a privatizar esta infraestructura básica, con la que captó 300 millones de euros que le permitieron pagar las nóminas a los funcionarios y evitar la intervención de la Hacienda de Cristóbal Montoro, que por aquel entonces amenazaba con tutelar las finanzas catalanas a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Casi nueve años después, la sombra de la intervención ha desaparecido, pero la crisis económica y la inestabilidad política en Cataluña son, si cabe, más agudas.