Santander retrasa el dividendo a 2021 y recorta un 50% la retribución de Botín

Recortes en Banco Santander. La entidad cántabra ha anunciado este lunes por la noche la revisión de su dividendo de este año, que se retrasará para un pago consolidado en 2021, así como recortes en la retribución de la alta dirección y del consejo de administración. El recorte en la remuneración alcanza el 50% para la presidenta, Ana Botín, cuya remuneración ascendió a 11 millones en 2019, y para el consejero delegado, José Antonio Álvarez, cuya remuneración fue de 8,27 millones. La compensación a los consejeros no ejecutivos se reducirá en un 20%, además de iniciar una revisión de los bonus.

El consejo de administración ha tomado la decisión este lunes, según el hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con el objetivo de "dotar al banco de la mayor flexibilidad posible para poder aumentar el crédito y apoyar las necesidades de empresas y particulares afectadas por la pandemia del coronavirus". El órgano de mando del grupo presidido por Ana Botín asegura cumplir con los requisitos de capital para mantener la política de dividendo marcada previamente, con un 'pay out' (porcentaje de beneficios destinado a dividendos) de entre el 40% y el 50%, y colchones de capital superiores a los requerimientos, aunque sin llegar al 12% que reclaman analistas y supervisores de forma no vinculante al sector.

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Pese a lo anterior, el consejo revisará el dividendo que se iba a pagar en 2020 y se hará un único dividendo final que se someterá a la aprobación de la junta de accionistas en 2021. Es decir, sentencia que no habrá pago de dividendo en 2020 como estaba programado. El Banco Central Europeo (BCE) lleva días insistiendo en todas sus comunicaciones que las ayudas que está distribuyendo entre los bancos para afrontar la crisis del coronavirus no debían ser gratis, sugiriendo que no se empleara la liquidez recibida o el capital del banco para repartir dividendos y dar bonus.

El comunicado de Banco Santander señala también la creación de un fondo para proporcionar equipamiento y materiales esenciales, que se financiará con estos recortes y con aportaciones voluntarias de los empleados. El objetivo es alcanzar, como mínimo, los 25 millones de euros. "Las aportaciones se destinarán a cubrir necesidades inmediatas, como la producción y adquisición de equipamiento médico, ropa de protección y otros equipos que son necesarios para tratar a los pacientes infectados por el virus, así como a efectuar donaciones a las autoridades e instituciones correspondientes", señala el texto.

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El banco ya había emitido otro comunicado este lunes garantizando que no habrá recortes de empleo durante esta crisis para los 29.000 empleos directos que tiene en España, ni de forma permanente (ERE) ni temporal (ERTE). Santander, como otras entidades, opera en la red de oficinas bajo servicios mínimos, con poco más de la mitad abierta y un porcentaje reducido de la plantilla trabajando de forma presencial. De hecho, el grupo destaca que 21.000 trabajadores están teletrabajando.

Sobre las remuneraciones, Botín ya había sido una de las primeras grandes ejecutivas de la banca en bajarse el bonus de forma voluntaria. Lo anunció hace dos meses, decidiendo recortar su variable en un 12% por la mala evolución del banco en bolsa, pasando de 12 millones en 2018 hasta 11 millones en 2019 —con un salario fijo de 3,8 millones—, mientras que la retribución de Álvarez se redujo desde nueve millones a 8,27 millones —con un sueldo fijo de 3,1 millones—. Hasta ahora, solo habían tomado una medida similar en Sabadell, el año pasado, por la debacle del TSB.