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Las pequeñas aceiteras pagan el pato de los aranceles: "Son arbitrarios e injustos"
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Las pequeñas aceiteras pagan el pato de los aranceles: "Son arbitrarios e injustos"

"Los que vamos a pagar el pato somos los pequeños y los medianos productores, que no tenemos la capacidad para envasar aquí o para capear algo que no se sabe cuánto va a durar"

Foto: Imagen de Julie-Kolibrie en Pixabay.
Imagen de Julie-Kolibrie en Pixabay.

El paquete de aranceles estadounidenses a productos europeos carece de racionalidad económica, según uno de los productores de aceite afectados. Otros exportadores, como Italia y Grecia (que no son miembros del consorcio Airbus, origen de la escalada comercial) han quedado exentos. Y, dentro del sector aceitero español, las pequeñas y medianas empresas no tienen margen para encajar el golpe.

“Al principio, los aranceles iban a ser de un 100%, y era una lista más grande”, dice a El Confidencial Joan González-Bueno Uribe, gerente de Tierra Callada, una marca de aceite de oliva virgen extra, original de Jaén, que vende en EEUU y que ahora se enfrenta a un arancel adicional del 25%. “Lo que no tiene mucho sentido, y me afecta directamente, es que al final se hayan restringido los aranceles al aceite de oliva español, y solo a aquellos formatos de menos de 18 litros”.

La guerra comercial con Estados Unidos amenaza con aranceles del 25%

Los aranceles, dice González-Bueno, parecen diseñados para tener un efecto cosmético, que sin embargo puede ser devastador para los pequeños productores. Las grandes aceiteras pueden importar en envases muy superiores a esos 18 litros o simplemente envasar el aceite en EEUU. “Muchas empresas españolas ya estaban envasando aquí”, declara el empresario. “Al final, los que vamos a pagar el pato somos los pequeños, sobre todo, y los medianos productores, que no tenemos la capacidad para envasar aquí o para capear algo que no se sabe cuánto va a durar”.

Si tuviéramos una plantilla del 'sueño americano', Tierra Callada marcaría muchas de sus casillas. González-Bueno percibió, en 2014, las condiciones necesarias para convertirse en empresario del aceite. Su familia tenía viñedos en la comarca jienense de La Loma, y él se acababa de mudar a Nueva York. El aceite de oliva temprano, con uvas recolectadas antes de alcanzar su madurez, cuyo fruto es un aceite menos cuantioso pero más brillante y suculento, se estaba poniendo de moda.

Foto: Planta de Pompeian en Baltimore. (Dcoop)

Al principio le resultó complicado buscar un importador. Así que González-Bueno importó él mismo dos palés de aceite de oliva, unos 1.500 litros. Una parte la colocó en un almacén de Nueva Jersey y otra en su apartamento de Brooklyn. Luego se puso a recorrer tiendas y restaurantes. “Hacía las entregas en bicicleta”, recuerda. Una vez formada la cartera de clientes, dejó la logística en manos del importador.

Hoy vende aceite a varias tiendas y restaurantes de Nueva York, Nuevo México y Texas. A medida que daba sus primeros pasos, Tierra Callada obtenía la medalla de oro del New York International Olive Oil Competition en tres ocasiones consecutivas, de 2016 a 2018.

El impacto de los aranceles, una vez entren en vigor el 18 de octubre, si las negociaciones entre Washington y Bruselas no lo impiden, se dará en toda la cadena de producción. La tarifa la paga el importador en el momento en que acude a retirar la mercancía del puerto estadounidense. “Es el que está penalizado de forma más directa”, dice González-Bueno. “Luego externaliza ese precio a sus clientes, por ejemplo los supermercados, y el supermercado se lo externaliza al consumidor. Si el importador considera que no tiene un beneficio bueno, pues o deja de importar ese producto o le dice al agricultor, o productor, que baje los costes”.

El presidente de EEUU, Donald Trump, lleva tiempo agitando esta amenaza proteccionista sobre decenas de productos europeos, cada uno con su propio contexto. Hace unos meses, el magnate norteamericano, que jamás ha probado una gota de alcohol, había quitado importancia a los aranceles al vino francés: el vino estadounidense, declaró, siempre fue mejor que el galo. Y el vino americano abunda: Estados Unidos es el cuarto productor mundial, solo un paso por detrás de Francia.

Pero no sucede lo mismo con el aceite de oliva. Su producción en EEUU solo cubre un 5% de la demanda nacional. Una demanda que se ha triplicado desde 1990, hasta las 360.000 toneladas al año. La escasa capacidad productora del país, y por tanto su incapacidad de satisfacer una creciente demanda, había generado la protesta de los importadores y de 19 congresistas, 14 de ellos demócratas y cinco republicanos.

“Sin las importaciones europeas de aceite de oliva, Estados Unidos no puede satisfacer la actual demanda de los consumidores”

“Sin las importaciones europeas de aceite de oliva, Estados Unidos no puede satisfacer la actual demanda de los consumidores”, dijeron los parlamentarios en un comunicado el pasado agosto. También les preocupaban los efectos en la salud. “Los grandes aumentos de precio pueden obligar a muchos consumidores y empresas alimenticias a elegir aceites a los que les faltan las cualidades saludables del aceite de oliva”. Su protesta, sin embargo, se dio cuando la Administración barajaba tarifas del 100% al aceite de oliva de más países europeos.

El gerente de Tierra Callada considera injusto que sean los pequeños empresarios aceiteros quienes paguen la polémica de los subsidios a Airbus y a Boeing, las gigantes aeronáuticas de Europa y Estados Unidos que desde hace 15 años litigan en el seno de la Organización Mundial de Comercio. “Tenemos que pagar el 25% por una deuda que tiene la industria aeronáutica, que va a pagar un 10%. Es una cuestión electoralista. ¿Por qué no lo hace con Airbus?”.

El aumento del 10% de los aranceles a las aeronaves europeas ha generado una fuerte reacción en el sector del transporte aéreo. Compañías como Delta o American Airlines son clientes de Airbus, y consideran que el precio tarifario se ramificará hasta los bolsillos del consumidor. Las tarifas “no tienen precedentes”, declaró el grupo Airlines for American. “Impactarán tanto en la aviación comercial de EEUU como en toda la economía”. No así los limitados aranceles al aceite de oliva español.

El paquete de aranceles estadounidenses a productos europeos carece de racionalidad económica, según uno de los productores de aceite afectados. Otros exportadores, como Italia y Grecia (que no son miembros del consorcio Airbus, origen de la escalada comercial) han quedado exentos. Y, dentro del sector aceitero español, las pequeñas y medianas empresas no tienen margen para encajar el golpe.

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