Más tensión en Duro Felguera: dimisión exprés de un consejero independiente

Ricardo Córdoba ha durado menos de seis meses en Duro Felguera. Fue nombrado consejero independiente de la compañía el pasado 27 de abril y dimitirá este martes, tal y como afirman las fuentes próximas al consejo de administración. Esta dimisión se suma a la del exministro de Economía Carlos Solchaga, quien anunció que dejaría de desempeñar sus funciones como consejero en una junta general de accionistas celebrada el pasado junio.

¿A qué se debe esta fuga de consejeros? Los motivos podrían ser las posibles tensiones entre la cúpula directiva de Duro Felguera y su consejo de administración por el frente judicial al que se enfrenta la empresa. El 4 de octubre, la Audiencia Nacional admitió a trámite una querella de la Fiscalía Anticorrupción contra su presidente, Ángel del Valle, y su antecesor, Juan Carlos Torres Inclán, por presuntos delitos de corrupción internacional y blanqueo de capitales.

Una vez trascendido el asunto, los implicados no se lo han comunicado a los miembros del consejo de manera oficial. Por lo tanto, y a efectos prácticos, no están informados, hecho que generaría cierto malestar y desacuerdo.

TE PUEDE INTERESAR

La Audiencia imputa a directivos de Duro Felguera por corrupción y blanqueo

B. Parera J. M. Olmo

La Fiscalía sostiene que, entre 2008 y 2011, Duro Felguera habría firmado tres contratos de asesoramiento con empresas del entorno del Ejecutivo de Hugo Chávez cuyo verdadero objetivo era encubrir el abono de comisiones a su Administración. A cambio de esos acuerdos ficticios, la firma asturiana habría conseguido la adjudicación del proyecto público para la construcción de la central del ciclo combinado de Termocentro, valorado en más de 1.500 millones de euros.

Duro Felguera ha comenzado la semana con caídas en el parqué y el lunes se dejó cerca del 2%, hasta los 0,50 euros por acción, tocando mínimos de año. No está siendo un buen año para la empresa, que acumula unas pérdidas del 55% y se encuentra en la cuerda floja por la posibilidad de declararse en concurso de acreedores en menos de tres meses.

De esta manera, la compañía está barajando todas las opciones para poder hacer frente a la deuda bruta de 360 millones de euros, pero aún no ha encontrado entidad que acepte su plan de refinanciación.