El Gobierno termina de encajar la fecha de la exhumación para entrar con Franco en el 10N

Ya no hay ningún impedimento legal para que el Gobierno pueda exhumar a Francisco Franco del Valle de los Caídos. Ninguno. El Tribunal Supremo removió este jueves los últimos obstáculos de un proceso que se ha alargado más de un año y que ha sido mimado por Pedro Sánchez desde el principio, por su enorme simbolismo, por el significado, para España y para el mundo, de acabar con la tumba de Estado del único dictador fascista europeo que todavía dispone de ella. Ahora la principal duda es saber cuándo se ejecutará su salida de Cuelgamuros. Falta por conocer la fecha, en definitiva. El secreto guardado bajo siete llaves en la Moncloa y que supondrá un hito en esta precampaña de las generales del 10 de noviembre. Eso sí, el abandono de la basílica será inminente.

El Gobierno ni siquiera quiso adelantar en las últimas horas si será este mismo viernes cuando el Consejo de Ministros apruebe el acuerdo de exhumación con la fecha elegida. Desde el equipo más cercano al presidente, guardaban total hermetismo. Lo máximo que se llegaba a advertir, entre las fuentes consultadas, era un "es muy posible que sí" se traslade la decisión al Gabinete. Poco más. El núcleo de Sánchez quería preservar con celo una de sus cartas más preciadas, conscientes además de la enorme expectación que se ha generado en estas semanas que han mediado desde que, el pasado 24 de septiembre, el mismo día de disolución de las Cortes, se conoció el fallo del Supremo, que avalaba por completo los argumentos del Gobierno y desestimaba el recurso de la familia. El propio secretario general eludía la concreción este jueves en un mitin en Teruel: simplemente subraya que el fallo del TS es una "gran victoria para la democracia" española.

Lo que parece claro es que si el Consejo de Ministros no adopta hoy viernes el acuerdo elevado por la máxima responsable del expediente administrativo, la vicepresidenta, Carmen Calvo, habría que esperar a la siguiente reunión semanal, la del 18 de octubre. La número dos insistía este jueves en que quedan "muy pocos días" para ver a Franco fuera del Valle de los Caídos. Será, recordaba, antes de la campaña, que arranca el 1 de noviembre. Los preparativos del operativo, según reconocían fuentes gubernamentales esta misma semana, están ya muy avanzados, porque se llevaba tiempo trabajando en ellos, así que en teoría no hay obstáculos técnicos que sortear. Lo que resta, pues, es la decisión política: el cálculo del Ejecutivo socialista y en concreto del presidente. Cuándo le encaja mejor en el calendario sin pisar la campaña, pero que sí se grabe en la mente de los votantes. Porque lo que sí está asentado en el partido es que la exhumación servirá como revulsivo de un viaje hacia las urnas que ha comenzado con mal pie para Sánchez, pues no solo no remonta en las encuestas sino que en alguna de ellas retrocede.

Moncloa siempre ha asegurado que la ejecución no coincidirá con la campaña, pero es uno de los elementos que sí espera que actúen a su favor

La aprobación del acuerdo por Consejo de Ministros no implica que la ejecución sea inmediata. Porque antes de que se materialice la salida del dictador de Cuelgamuros, el Gobierno habrá de notificar la fecha a la familia —tiene la opción de estar presente en todo el proceso— y a la Iglesia. Es decir, que aunque el Gobierno dé el visto bueno al documento elevado por Calvo hoy viernes, puede que la exhumación no se produzca hasta, por ejemplo, el 21 de octubre, lunes. Ese es, de hecho, un día probable. Ya en marzo, cuando el Ejecutivo eligió el 10 de junio como fecha para el desenterramiento del dictador, optó por un lunes, porque es cuando el complejo del Valle de los Caídos, que pertenece a Patrimonio Nacional, permanece cerrado al público. Pero en las últimas semanas advertían en el círculo del presidente de que esta vez no tiene por qué escogerse un lunes de este mes: puede forzar la clausura del recinto cualquier otra jornada.

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A falta de conocer el operativo

El Ejecutivo también tiene que dar a conocer cómo será el operativo. Qué dispositivo de seguridad se ha diseñado, cómo será el traslado hasta el cementerio municipal de Mingorrubio-El Pardo —por carretera o bien por helicóptero— o qué cobertura mediática permite. En este punto, la vicepresidenta siempre ha subrayado que no se permitirá ningún "espectáculo". Se hará, dijo, de manera "discreta y respetuosa", con deferencia a la intimidad de los descendientes.

"Nosotros ya no tenemos que pedir ningún permiso a nadie", garantiza la vicepresidenta, para quien el prior "no puede ser un obstáculo ni lo va a ser"

Lo que sí está claro es que la Moncloa no necesita más papeles para entrar en la abadía, por mucho que el prior administrador, Santiago Cantera, se oponga. El Supremo respondió este jueves a la Abogacía del Estado, que había trasladado a los magistrados la nueva negativa del religioso. El TS señala que la sentencia dictada la pasada semana "es por sí misma título legítimo bastante para llevar a cabo" la exhumación "y por tanto acceder a la basílica del Valle de los Caídos". Además, en un mensaje directo al prior, recuerda que "el artículo 118 de la Constitución obliga a todos los españoles a cumplir las sentencias firmes".

Es decir, que Cantera no puede rebelarse contra una resolución que es definitiva, aunque la comunidad benedictina, los nietos del dictador, la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos o la Fundación Nacional Francisco Franco acudan al Constitucional y, posteriormente, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Además, el Supremo mandó otro recado: fue al juez de lo Contencioso José Yusty, que tiene paralizada la licencia de obras para poder levantar la enorme losa que cubre el cadáver del general. El TS ya dijo que el Gobierno no necesitaba autorización urbanística, y ahora recalca (otra vez) que solo él puede conocer los acuerdos del Consejo de Ministros y para ejecutar su sentencia.

"Nosotros ya no tenemos que pedir ningún permiso a nadie. El prior no puede ser un obstáculo, no es un obstáculo y no va a ser un obstáculo porque estamos en un Estado de derecho", aseguró Calvo este jueves a los medios. La vicepresidenta, además, ha ido cultivando en el último año la complicidad del Vaticano, el último superior jerárquico de los benedictinos de Cuelgamuros. El pasado sábado, de hecho, se entrevistó en Roma con el papa Francisco y departió con su mano derecha y el secretario de Relaciones con los Estados, el purpurado Pietro Parolin y el arzobispo Paul Richard Gallagher, aprovechando su asistencia al consistorio de creación de 13 nuevos cardenales.

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La petición de cautelarísima al TC

No obstante, puede que el Gobierno tenga que imponerse un cierto margen por el recurso de amparo que la familia del dictador presentó este jueves ante el TC y en el que pide, como medida cautelarísima, que paralice la exhumación. Eso supone que el tribunal de garantías habrá de pronunciarse de manera inmediata sobre si acepta esta solicitud de cautelarísima, previsiblemente la próxima semana. No obstante, son muy excepcionales los casos en los que el Constitucional decide congelar la ejecución de una sentencia, así que es un recurso a la desesperada.

El Brexit, la sentencia del 'procés' o el frenazo económico pueden ser también "una oportunidad" para el PSOE para demostrar que es "solvente"

En los últimos días se ha sucedido un aluvión de malas encuestas para el PSOE. En Ferraz, sin embargo, no ha cundido aún la alarma, aunque sí hay cuadros que reconocen ahora cierta "preocupación" por el devenir de los sondeos. En la cúpula del partido y en la Moncloa se insiste en que a partir del lunes próximo comienza "otra campaña". Muy distinta, esperan. Marcada tanto por la exhumación de Franco, un elemento que puede ayudar a movilizar al electorado progresista, como por la sentencia del 'procés'.

En el círculo de Sánchez se reitera que si el independentismo reacciona desbordando la legalidad o se descontrola el orden público, el presidente tendrá la ocasión de mostrarse como estadista ante la ciudadanía. Como el defensor del Estado de derecho frente al separatismo. Entonces, la "mayoría cautelosa" que decide cada elección, como dice el gurú del líder socialista, Iván Redondo, se activará y se situará detrás de quien representa la institucionalidad: el jefe del Ejecutivo. Dicho de otro modo, si la respuesta del secesionismo es desmedida, se generará una corriente a favor del PSOE que puede ampliar su victoria. Otros elementos, reiteran en la Moncloa, pueden ayudar al candidato: el Brexit duro o la desaceleración económica.

"El grueso de nuestra campaña es recuperar la credibilidad en el cuerpo a cuerpo con propuestas concretas y conectando con la gente. Y lo que escapa a nuestra voluntad (el 'procés', el Brexit o el frenazo económico), todo ello, va a suceder, con mayor o menor impacto. Y es una oportunidad para que la gente vea que somos solventes ante problemas sobrevenidos, además de intentar reorientar determinadas políticas de forma progresista", señalaba este jueves una responsable de la ejecutiva. "Tranquilidad, tranquilidad", indicaba otro integrante de la dirección. La frase fetiche para el PSOE es que este octubre de 2019, en la antesala de las urnas del 10-N, es "muy político". Y ese juicio incluye a Franco. Su exhumación entra en campaña.