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Sánchez ignora la oferta de Rajoy y no le pedirá la abstención en su investidura
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LA CITA, A LAS CINCO DE LA TARDE EN EL CONGRESO

Sánchez ignora la oferta de Rajoy y no le pedirá la abstención en su investidura

El líder socialista rechazará la propuesta de cinco acuerdos de Estado del PP porque él es el candidato a La Moncloa. Pedirá a Rajoy que sea "leal y responsable" como lo ha sido el PSOE en la oposición

Foto: Pedro Sánchez, el pasado 9 de febrero, antes de su encuentro con la comunidad educativa en Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez, el pasado 9 de febrero, antes de su encuentro con la comunidad educativa en Madrid. (EFE)

"No sé exactamente a qué voy". Mariano Rajoy demostró no tener expectativa alguna de su reunión con Pedro Sánchez. Igual que Pedro Sánchez tampoco espera nada de Mariano Rajoy. De la reunión que los dos mantendrán esta tarde en el Congreso, a partir de las cinco, no se extraerán ni acuerdos ni nada por el estilo. Las relaciones entre ambos y entre las dos formaciones son gélidas, cuando no revestidas de gran crispación. La cita es, de hecho, casi protocolaria, y el secretario general del PSOE trasladará al presidente en funciones que no piensa negociar con él su investidura, que no tiene nada de qué hablar con un partido manchado por los diversos casos de corrupción y que ha desmantelado -a su juicio- el Estado del bienestar, que no va a entrar a discutir sobre su oferta de cinco grandes pactos de Estado, que ni siquiera le reclama la abstención. Sí estará junto al PP en cuestiones clave para el país, como la lucha contra el terrorismo o la respuesta al desafío soberanista en Cataluña. Pero poco más.

Que se cerrara el lugar de la entrevista avanzada la tarde de este jueves, aunque anecdótico, es un hecho revelador de cuán tirante es la interlocución entre PSOE y PP, cada vez más agrietada desde las elecciones generales del 20-D. O incluso de algo antes, en plena recta final de la campaña, cuando Sánchez lanzó al presidente aquello de que no era una persona "decente" por la multiplicidad de escándalos que salpican a su partido sin que haya sabido atajarlos. A los comicios siguió una reunión en La Moncloa tres días después, el 23 de diciembre, en un encuentro de apenas unos minutos. La tensión que mascaban sus rostros a la entrada se reprodujo después dentro del complejo presidencial. Sánchez le explicó que el PSOE votaría en contra de su investidura y de la de cualquier otro candidato del PP. Una posición que rubricó el comité federal en su resolución del 28 de diciembre y de la que no se ha movido una sola coma aún. Ni previsión de que se mueva.

Rajoy ha insistido en que "cualquier otra alternativa" a la que él propone "es lo peor que le puede pasar a los españoles en los próximos cuatro años"

Desde la apertura de las urnas el 20-D, Rajoy se ha afanado en machacar que la única opción viable es la que él ofrece, un Ejecutivo encabezado por él mismo como número uno de la fuerza más votada, y con el apoyo de Ciudadanos y de los socialistas. "Cualquier otra alternativa, y la única que hay es un Gobierno del PSOE con radicales e independentistas, es lo peor que le puede pasar a los españoles en los próximos cuatro años", volvió a señalar este jueves, tras su entrevista con Albert Rivera, presidente de la formación naranja.

Actuación "muy irresponsable" del PP

Lo cierto es que desde el 20-D, Rajoy apenas se ha movido, consciente del 'no' taxativo del PSOE y de que los números no le salían, ni aun sumando a su cuenta los 40 escaños de C's. Rechazó la propuesta de Felipe VI de acudir a la investidura, el pasado 22 de enero, lo que provocó una segunda ronda de contactos con los líderes políticos del Rey, que abocó a la postulación del secretario general socialista, el 2 de febrero. A partir de entonces, el PSOE declaró clausurado "el tiempo de Rajoy" e inauguró "el tiempo de Sánchez". Como ha remachado el partido una y otra vez, es él quien tiene el mandato constitucional de intentar formar Gobierno, el señalado por el jefe del Estado.

El PSOE avisa a Rajoy de que "su tren ya pasó" y que ahora no es el candidato

Por eso, Antonio Hernando, cabeza de los negociadores socialistas, acusó a Rajoy de actuar de forma "muy irresponsable" y "poco respetuosa" con los tempos constitucionales al presentarse este jueves en el Congreso, en su encuentro con Rivera, como el candidato a la investidura, cuando su tren "ya pasó". "Y afortunadamente no volverá", apostilló.

Los socialistas no juzgan creíble la hoja de ruta de Rajoy, porque plantea "lo que no ha hecho en cuatro años" en los que gobernó "solo y frente a todos"

Sánchez rechazará de plano la oferta de cinco grandes acuerdos de Estado que el presidente en funciones le remitió ayer por la mañana. "Que no nos tome por tontos", ironizó Hernando. El PSOE sostiene que el PP no es creíble. Ya no. En ninguno de los ejes señalados por el jefe del Ejecutivo: crecimiento y empleo, reforma fiscal, pacto social, pacto por la educación y lucha contra la corrupción. "Cuando escucho a Rajoy hablar a estas alturas de educación, sanidad, servicios sociales y Estado del bienestar, digo 'ahora es cuando va a pedir perdón', pero no, dice que va a hacer ahora lo que no ha hecho en cuatro años".

Corrupción: Acuamed, Taula, Púnica...

El candidato socialista estará armado de un argumento aún más de peso: el estallido sucesivo de casos de corrupción que afectan al corazón del PP. Del 'caso Acuamed' y la operación Taula, que acorrala a los populares valencianos y a la exalcaldesa Rita Barberá -a quien el partido ha blindado metiéndola en la diputación permanente del Senado, prolongando su aforamiento incluso si se convocan nuevas elecciones generales-, se pasó, ayer mismo por la tarde, al registro de la sede del PP de Madrid por presunta financiación ilegal.

Mariano Rajoy no cede e insiste en un Gobierno de gran coalición presidido por él

La reunión de Rajoy y Sánchez llega precedida de una creciente tensión personal entre ambos. El presidente en funciones se ha quejado de que el líder socialista no le atiende ni ha querido escucharle. El PP le acusó incluso de pegar la espantada en una cita discreta el pasado 18 de enero, que desde el PSOE niegan radicalmente, porque el secretario general ya había cerrado su agenda de trabajo en Murcia en los días previos. Ferraz subraya que Sánchez no ha recibido ninguna llamada directa de Rajoy.

Sánchez ha reprochado a Rajoy que no le consultara los pasos contra el independentismo o que se reuniera con Albert Rivera antes que con él

Más aún, al máximo responsable socialista le sorprendió y le sentó mal que Rajoy comentara los pasos que daría el Gobierno para afrontar el desafío soberanista en Cataluña a Rivera y que incluso despachara con él antes que con el candidato designado por el Rey. En su libreta de agravios, Sánchez también guarda que el presidente rehusara acudir al pleno del Congreso a exponer la posición de España antes del Consejo Europeo de la próxima semana y delegara en su ministro de Exteriores, que encima se explicará en comisión, y no ante todo el hemiciclo. En definitiva, el secretario general lamenta que no le trate como merece, como el hombre a quien el Monarca ha encomendado intentar armar un Gobierno.

Irritación con Fernández Díaz y Margallo

Claro que Rajoy también le ha dirigido abundantes reproches en público. Él y sus ministros. Aparte de aventar el miedo ante una posible alianza de PSOE y Podemos -cuya negociación, hoy por hoy, ni ha comenzado-, el presidente ha protestado por el trato dispensado a su partido, al nivel de ERC y Democràcia i Llibertat, en la ronda de contactos del candidato. Rajoy se dolió de que ni siquiera Sánchez le enviara el documento de programa de Gobierno que remitió a sus potenciales aliados. En efecto, este mantuvo encuentros la semana pasada con los líderes de las formaciones que pueden facilitar su investidura -Podemos, Ciudadanos, Compromís, Izquierda Unida, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias-, y dejó a otras fuerzas en la cuneta: a los dos partidos independentistas catalanes -a quienes verá el martes- y al PP.

Con ninguno quiere negociar nada, pero sí dialogar. Hablar con Rajoy "por respeto a sus votantes", como ha dicho él mismo. "Pidió la entrevista con el presidente en funciones por cortesía parlamentaria, por el nuevo tiempo político, que exige mucho diálogo después de cuatro años de bloqueo institucional, en el que Rajoy ha gobernado solo y frente a todos", explican en su equipo a este periódico.

Pedro Sánchez se compromete a trabajar por una RTVE "independiente y plural"

Sánchez no rogará a Rajoy su apoyo ni su abstención en la investidura. Lo único que reclamará al jefe del PP es que sea "leal y responsable" en cuestiones de Estado, como el combate al terrorismo o en la reforma constitucional. Que lo sea tanto como el PSOE lo ha sido en la oposición, "y que no se dé más una serie de ministros metiendo miedo y hablando mal del futuro del país para meter miedo". En la cúpula socialista han irritado mucho las palabras del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, alertando de que una alianza de izquierdas con el PNV sería el plan deseado por ETA. También las del titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, a sus colegas europeos, augurando que España podría descolgarse de sus compromisos en la lucha contra el Daesh si cuajara un pacto PSOE-Podemos. Así, Hernando reprochó a Rajoy que no pidiera "perdón" por las manifestaciones de sus ministros "utilizando el terrorismo" como arma arrojadiza.

Hasta tal punto han llegado las diferencias PP-PSOE que costó negociar el lugar de la cita: la antesala del comedor de la Presidencia del Congreso, zona neutral

Máxima expectación mediática, pues, para una cita cuyo resultado no parece sorpresivo. Importarán casi tanto o más los gestos, los tiempos de la entrevista, como las palabras. No en vano se tardó en escoger hasta el lugar. Finalmente, tras la negociación de los gabinetes de Rajoy y Sánchez, se decididó que se celebrará en la antesala del comedor de la Presidencia del Congreso, en terreno neutral. No en las dependencias del Grupo Socialista -como en la sala Martínez Noval, donde el candidato ha recibido a todos sus interlocutores y donde se reúnen los equipos negociadores- ni en la zona de Gobierno. No es el espacio del despacho de Rivera y Rajoy, en el número 36 de la carrera de San Jerónimo, porque aunque la sala, presidida por un cuadro de Antoni Tàpies, no pertenece a los grupos ni al Ejecutivo, sí estaba ubicada en una zona muy utilizada en la última legislatura por el Gobierno. Hasta estas cosas se negocian. Y cuestan.

Una entrevista precedida por un encuentro de Sánchez con científicos "de primer nivel"

Pedro Sánchez mantendrá, antes de su reunión con Mariano Rajoy, un encuentro con científicos y colectivos del ámbito de la investigación para darles a conocer su programa de Gobierno. Figuras "de primer nivel", como destacan en la dirección socialista.

El nombre más conocido es el de Mariano Barbacid, bioquímico y exdirector del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. También hablarán con él Mateo Valero, doctor ingeniero de Telecomunicaciones y director del Barcelona Supercomputing Center; Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias; Joan Josep Guinovart, doctor en Farmacia y director del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, y Nazario Marín, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) y director adjunto del Instituto IMDEA Nanociencia.

Este jueves, Sánchez se reunió con los sindicatos y los representantes de los onsejos de informativos de RTVE, a los que les trasladó su apuesta por una corporación de radio y televisión pública "independiente y plural". Antes, por la mañana, se vio con colectivos y expertos en violencia de género.

Durante toda la semana, el secretario general está entrevistándose con asociaciones, entidades, patronal, sindicatos y referentes en sus respectivos campos para exponerles su programa de Gobierno, el mismo que el PSOE remitió a todas las fuerzas con las que está negociando la investidura. El propósito es "enriquecerlo" con sus aportaciones.

"No sé exactamente a qué voy". Mariano Rajoy demostró no tener expectativa alguna de su reunión con Pedro Sánchez. Igual que Pedro Sánchez tampoco espera nada de Mariano Rajoy. De la reunión que los dos mantendrán esta tarde en el Congreso, a partir de las cinco, no se extraerán ni acuerdos ni nada por el estilo. Las relaciones entre ambos y entre las dos formaciones son gélidas, cuando no revestidas de gran crispación. La cita es, de hecho, casi protocolaria, y el secretario general del PSOE trasladará al presidente en funciones que no piensa negociar con él su investidura, que no tiene nada de qué hablar con un partido manchado por los diversos casos de corrupción y que ha desmantelado -a su juicio- el Estado del bienestar, que no va a entrar a discutir sobre su oferta de cinco grandes pactos de Estado, que ni siquiera le reclama la abstención. Sí estará junto al PP en cuestiones clave para el país, como la lucha contra el terrorismo o la respuesta al desafío soberanista en Cataluña. Pero poco más.

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