Los españoles se jubilan a los 65 años por primera vez en más de cien años

En el año 1919, se creó en España el sistema de jubilación, llamado entonces Retiro Obrero Obligatorio, bajo el gobierno liberal del Conde de Romanones. En ese momento, se estableció una pensión a partir de los 65 años, una edad que la mayor parte de la población no llegaba a cumplir porque superaba a la esperanza de vida. Un siglo más tarde, esa esperanza de vida superaba ya los 83 años, pero la mayor parte de las jubilaciones se seguía haciendo por debajo de los 65.

No ha sido hasta este año 2023 cuando se ha conseguido elevar la edad efectiva de jubilación hasta los 65 años. En concreto, ha cerrado el año con una media unos días por encima, pero sin llegar a 65 y un mes. Para ello, han sido necesarias reformas de calado para retrasar la edad legal de jubilación, alargar el periodo de cómputo o establecer desincentivos a la jubilación anticipada e incentivos a su demora.

La edad legal de jubilación se sitúa en 66 años y 4 meses y llegará hasta los 67 años en 2027. Se trata de un aumento paulatino introducido en 2011, la última gran reforma impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero antes de disolver las Cortes. Esto significa que, aunque la edad efectiva de jubilación haya superado los 65 años, todavía existe un gap importante de casi un año y tres meses con la edad legal para el retiro.

Esto significa que la última reforma de pensiones, aprobada en 2021, todavía tiene trabajo por delante para reducir las jubilaciones anticipadas. Pero ha conseguido avances importantes. En 2023, la edad media de jubilación aumentó en tres meses, una subida no vista en los últimos años. Este aumento supera el incremento paulatino de la edad de jubilación, que va a razón de dos meses por año, pero en ningún caso se ha tratado de un cambio tan significativo como el pretendido por el Gobierno.

Según los últimos datos publicados en un informe interno del Ministerio, las jubilaciones anticipadas cada vez se aproximan más a la edad legal de jubilación. Esto es, cada vez son un poco menos anticipadas. De forma general, los trabajadores pueden adelantar dos años su jubilación respecto a la edad legal, y en el año 2021, casi la mitad de las jubilaciones anticipadas se hacía en ese momento. Esto es, los trabajadores que querían jubilarse de forma anticipada lo hacían en cuanto podían.

Ahora, por el contrario, retrasan este paso unos meses para reducir penalizaciones. Apenas el 18% de las jubilaciones anticipadas se hace con un adelanto de 24 meses, esto es, menos de la mitad que antes de la reforma. Por el contrario, ahora casi el 40% de las jubilaciones anticipadas se hace con menos de un año de antelación, mientras que antes de la reforma no llegaban al 27%.

Este juego de desincentivos e incentivos a la prolongación de la vida laboral está dando resultados, sobre todo en las jubilaciones anticipadas involuntarias, por ejemplo, los ERE que hacen las grandes empresas para prescindir de los trabajadores más veteranos. Estas eran más del 7% de las jubilaciones totales en el año 2021 y en 2023 han sido el 4,4%. A la espera de conocer las causas detalladas de este cambio, es previsible que los trabajadores estén exigiendo reducir las jubilaciones anticipadas para aceptar estos expedientes de regulación de empleo.

También se han reducido las jubilaciones anticipadas voluntarias, aunque estas siguen siendo muy elevadas, pasando del 20% en 2021 al 18,7% en la actualidad. Una reducción que es insuficiente para cumplir con los objetivos que se fijó el Ministerio cuando puso en marcha la reforma.

Por el contrario, la jubilación demorada casi se ha duplicado, pasando del 4,8% al 8,2% de todas las jubilaciones. Quienes están empleando estos incentivos de forma mayoritaria son los autónomos, ya que son quienes pueden prolongar sin demasiados problemas su actividad. En el RETA, menos del 24% de las jubilaciones son demoradas, frente a menos del 12% de 2021. Es importante señalar que la jubilación demorada se sigue retrasando cada año, a medida que aumenta la edad legal de retiro, hasta alcanzar los 67 años en 2027.

La edad de jubilación está directamente relacionada con el salario de los trabajadores. Es comprensible, ya que son quienes tienen pensiones más bajas y quienes sufren mayores penalizaciones si tienen carreras de cotización cortas o con lagunas. Por el contrario, las provincias con mucha industria son las que tienen las jubilaciones más tempranas, todavía muy lejos de los 65 años.

El caso más extremo es Navarra, donde la jubilación efectiva se hace antes de los 64 años y medio. También Álava, Guipúzcoa, Asturias o Teruel tienen la mayor parte de las jubilaciones con esta edad. Por el contrario, en Tenerife, Murcia, Málaga, Almería, Las Palmas o Granada, la edad media de jubilación está próxima a los 65 años y medio.

Aunque la provincia con las jubilaciones más tardías es Ourense, con una edad media de casi 66 años (65 años y 10 meses). Esto es, se jubilan un año y medio más tarde que los navarros. En su caso, también influye que es una provincia muy envejecida, con poca mano de obra joven, por lo que la permanencia en el empleo de los más veteranos es clave para las empresas.

Los avances para retrasar la edad efectiva de jubilación no solo son fundamentales para reducir el déficit de la Seguridad Social, también para evitar la pérdida de fuerza laboral. A medida que se jubilen los trabajadores de la generación del baby boom, habrá más problemas de mano de obra, por lo que el talento sénior será más importante.