El consumo acelera tras meses de ralentización impulsado por la subida de los salarios

A pesar de las dificultades económicas, el comercio empieza a dar señales de reactivación justo en el momento clave, al inicio de la campaña navideña. Las ventas minoristas aumentaron casi un 7% respecto al mismo mes del año anterior, con datos deflactados y corregidos de estacionalidad y calendario, según los registros del IVA de la Agencia Tributaria.

Se trata del mayor incremento de las ventas registrado desde septiembre de 2022. Esto es, desde el primer verano sin covid. En los últimos meses, las ventas se habían resentido como consecuencia de la pérdida acumulada de poder adquisitivo en los salarios. Sin embargo, esta tendencia se ha revertido gracias a las mejoras de la retribución que están aplicando las empresas y a la moderación del IPC. Según los datos del INE, los salarios están subiendo a ritmos de casi el 5% anual, mientras que la inflación se ha moderado hasta el 3,2%.

Esto ha permitido un cambio en la tendencia tras el verano. En agosto, la facturación del comercio minorista fue un 0,2% superior a la del mismo mes del año anterior y en septiembre se registró una caída del 1,5%. En octubre, por el contrario, las ventas experimentaron un rebote hasta superar el 6% de crecimiento interanual y ahora están ya cerca del 7%. Esta demanda interna es la gran esperanza para que España siga creciendo en los próximos meses en un contexto global todavía muy complicado.

Este repunte del consumo ha sido generalizado por sectores, pero tienen un peso específico la alimentación y los combustibles. Las ventas del comercio no especializado (principalmente de alimentos y bebidas) crecieron en noviembre un 8,7% en tasa interanual. Se trata del mayor incremento registrado desde diciembre de 2020, las Navidades de la pandemia, en las que ante el cierre del ocio y la hostelería, las familias se tuvieron que resignar a gastar en alimentación para, al menos, darse el homenaje en casa.

El resto de comercio en tiendas especializadas creció un 4,5% en octubre y un 1,8% en noviembre. Dos meses en positivo tras una racha de varios meses en negativo en el último año. Desde noviembre de 2022, el comercio no registraba dos meses consecutivos de crecimiento. Estos datos indican que el consumo podría estar dejando atrás la fase de contención provocada por la guerra en Ucrania y la crisis inflacionista.

Los combustibles también están tirando del consumo con un crecimiento del 10% respecto a noviembre del año anterior. En este caso, la clave de este gran repunte está en la moderación de los precios del petróleo. En noviembre, el precio de la gasolina de 95 fue casi un 8% inferior al del mismo periodo del año anterior, y el diésel, casi un 15% más barato, según los datos del boletín del petróleo de la UE. Esta caída de los precios habría reactivado el transporte privado, a la luz de los datos de la Agencia Tributaria.

Efectos positivos

El incremento de las ventas también se refleja en la facturación de otros sectores. Por ejemplo, la industria manufacturera aumentó sus ventas un 6% respecto al año anterior, el mayor incremento desde la pasada primavera y uno de los mejores datos del último año. La industria textil acumulaba caídas desde el mes de junio, pero en noviembre experimentó un aumento de la facturación del 13%.

También las empresas de la construcción se están reanimando en las últimas semanas. Después de experimentar una intensa ralentización hasta el verano, que las llevó al estancamiento en el mes de agosto, en octubre y noviembre han acelerado su actividad hasta crecer un 7%.

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Los registros del consumo a partir de tarjetas de crédito y datáfonos que publica CaixaBank Research también muestran el dinamismo del consumo en las últimas semanas. En octubre, las compras crecieron un 3,8% respecto al mismo mes del año anterior, y en noviembre aceleraron hasta el 7%, cifra que se ha repetido en la primera mitad de diciembre.

El mayor crecimiento se ha producido en el ocio y la restauración, con un incremento del 11% en noviembre y del 13% en la primera mitad de diciembre. Los peores registros son los del transporte, en buena medida por la subvención al transporte público, con un descenso del 2,6% en noviembre y de un 1,7% en la primera mitad de diciembre.

Más allá de los datos del consumo, también las afiliaciones a la Seguridad Social están acelerando en las últimas semanas. Se trata de un cambio de tendencia muy relevante tras el brusco frenazo que experimentaron hasta el verano. De hecho, en el mes de junio la economía española destruyó empleo por primera vez desde el final de la pandemia (con datos desestacionalizados), y el crecimiento desde entonces fue muy débil. De hecho, en la primera quincena de noviembre todavía experimentó un descenso de casi 17.000 personas.

Sin embargo, en la segunda mitad de noviembre y la primera de diciembre se han incorporado algo más de 27.000 afiliados, el segundo mejor dato desde la pasada primavera. El mercado laboral lanza así las primeras señales de recuperación o, cuanto menos, de estabilización.

El modelo de previsión del PIB en tiempo real que publica la Autoridad Fiscal (AIReF) apunta a que el crecimiento de este trimestre será del 0,4% respecto de los meses de verano. Lo hace a partir de los datos publicados hasta la fecha, incluyendo como última actualización la estadística de ventas de la Agencia Tributaria desgranada en este artículo.

Un crecimiento del 0,4% supondría una importante aceleración respecto al 0,2% registrado en el segundo trimestre. De hecho, sería el doble. Si bien las tasas de crecimiento son todavía moderadas, el cambio de tendencia del consumo doméstico puede ser la clave para evitar definitivamente que España pueda caer en contracción. Un escenario al que parecen condenados los países del norte de Europa.