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Las micropymes son las empresas que más han elevado su margen de beneficio
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Las micropymes son las empresas que más han elevado su margen de beneficio

La gran empresa aprovechó la inflación en 2022 para recuperar parte de los beneficios perdidos durante la pandemia. Sin embargo, son las pequeñas las que salieron de la crisis con mayor aumento de márgenes

Foto: Vista de una frutería en Teruel. (EFE/Antonio García)
Vista de una frutería en Teruel. (EFE/Antonio García)
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La cuestión de los márgenes de beneficio de las empresas fue una de las más relevantes en términos económicos durante todo el año 2022. Mientras los hogares sufrían una intensa pérdida de poder adquisitivo, las empresas aumentaban rápidamente sus beneficios, en muchos casos, hasta niveles récord. Sin embargo, el reparto de estos beneficios fue diferente al que cabría esperar, ya que fueron las compañías más pequeñas quienes elevaron realmente sus beneficios, de modo que salieron de la pandemia con una cuenta de resultados más boyante.

Así se extrae de la estadística de la Central de Balances del Banco de España, que contiene los mejores datos sobre la evolución de las cuentas de resultados del país por sectores y tamaños de empresas. Las compañías españolas tuvieron un margen de beneficio sobre valor añadido (esto es, el porcentaje que supone el beneficio sobre el total producido por la compañía) del 23%, apenas 0,8 puntos porcentuales más que antes de la pandemia y 3,4 puntos más que en el año anterior.

Este crecimiento se concentró en las microempresas (de menos de 10 trabajadores), cuyo margen de beneficio fue 3,1 puntos superior al de antes de la pandemia. Por el contrario, las grandes empresas todavía no recuperaron en el año 2022 los márgenes previos a la pandemia, ya que se quedaron 1,2 puntos por debajo.

Estos datos muestran que quienes realmente aprovecharon la inflación para mejorar sus beneficios fueron las pequeñas empresas. Es lógico que así fuese, ya que esta parte del tejido productivo tiene poca capacidad para subir sus tarifas, ya que se verían expulsadas rápidamente del mercado. En jerga económica, se dice que son precio-aceptantes. Por el contrario, las grandes sí tienen capacidad para determinar el precio en el mercado: de hecho, su imagen de marca les permite cobrar más a sus clientes.

Esto explica que las pequeñas necesiten ajustar mucho sus precios para sobrevivir, mientras que las grandes disponen de beneficios más elevados y cuentan con más recursos para pagar mejores salarios e invertir en mejoras. En consecuencia, el margen de beneficio de las grandes empresas es casi el doble que el de las micro: un 28% frente a un 15%.

Ante las dificultades de la pandemia y la posterior crisis inflacionista, las grandes empresas pudieron sacrificar sus márgenes para retener clientes o a sus trabajadores y proveedores, mientras que las pequeñas tuvieron que proteger sus beneficios a costa de descapitalizarse, y recuperarlos rápidamente al calor de la inflación. Fue su única vía para sobrevivir al encadenamiento de dos episodios económicos tan severos.

Es posible también que una parte del crecimiento de los márgenes de las pequeñas empresas estuviese determinado por el efecto composición. Es de esperar que las microempresas que desaparecieron durante la pandemia fuesen las más precarias, lo que limpió la estadística de aquellas con poco margen de ganancias o ninguno. Sin embargo, este efecto estadístico tiene poco peso, ya que se observa que los márgenes de los distintos quintiles fueron muy progresivos.

En concreto, las microempresas situadas en el primer cuartil (25% con menores márgenes) mejoraron en 0,7 puntos, frente a los 2,8 puntos del segundo cuartil y los 4,7 puntos del tercero. Esto significa que la mayor parte del incremento de los márgenes no fue consecuencia de la desaparición de las pequeñas explotaciones más precarias, sino del crecimiento de los beneficios de las más rentables.

El impacto sobre la inflación

Los datos muestran que las microempresas han elevado más sus márgenes de beneficio desde 2019 y, por tanto, su incidencia sobre la inflación acumulada es mayor. Este es un patrón que se repite en la mayor parte de los sectores, sobre todo en los que tienen más presencia de pymes, lo que confirma que fue un comportamiento generalizado en el tejido productivo.

Un buen ejemplo es el sector de la hostelería. Se trata de una actividad en la que coexisten algunas grandes empresas (tanto de restauración como de alojamiento) con muchas medianas y pequeñas. Además, es uno de los sectores en los que más han subido los precios sin que hayan sufrido un incremento similar en los costes. Según los datos del Banco de España, los márgenes de las grandes empresas fueron casi 16 puntos inferiores a los del año 2019, los de las medianas fueron un punto inferiores y los de las microempresas, 4,2 puntos superiores.

El comercio ha vivido una situación similar. Los márgenes de la gran empresa fueron casi 21 puntos inferiores a los del año 2019, mientras que las medianas los incrementaron en 5,8 puntos, y las microempresas, en 3,7 puntos. Y lo mismo ocurre con la agricultura: las grandes empresas recortaron casi 15 puntos sus márgenes, las medianas los incrementaron apenas en 0,5 puntos y las micro dieron un salto de 4,7 puntos.

Entre las grandes empresas, el gran salto de márgenes se produjo en la energía. Pero no en el suministro, sino en la extracción y regasificación, gracias a la escalada de los precios del gas y el petróleo. Los beneficios del sector alcanzaron el 21% del valor añadido, pero entre las grandes ascendieron hasta el 74%. Esto significa que casi todos los ingresos se fueron directamente a beneficios. Se trata de una cifra histórica y difícilmente repetible en el futuro, salvo en otra coyuntura de crisis del petróleo.

Hay otro sector en el que las grandes empresas han elevado intensamente sus beneficios: información y comunicaciones, que incluye todos los servicios relacionados con la informática. En el año 2022, su margen alcanzó el 27%, tras un incremento de 14 puntos porcentuales desde 2019.

En definitiva, la evolución de los márgenes fue muy heterogénea por sectores. Pero, en líneas generales, fueron las grandes empresas las que más elevaron los márgenes en 2022, pero lo hicieron porque en 2020 y 2021 los habían hundido. Si se compara con la situación previa a la pandemia, son las empresas más pequeñas las que han incrementado más su porcentaje de beneficios.

La cuestión de los márgenes de beneficio de las empresas fue una de las más relevantes en términos económicos durante todo el año 2022. Mientras los hogares sufrían una intensa pérdida de poder adquisitivo, las empresas aumentaban rápidamente sus beneficios, en muchos casos, hasta niveles récord. Sin embargo, el reparto de estos beneficios fue diferente al que cabría esperar, ya que fueron las compañías más pequeñas quienes elevaron realmente sus beneficios, de modo que salieron de la pandemia con una cuenta de resultados más boyante.

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