Es noticia
¿Punto de inflexión? China alienta una fuerte caída de la inflación global
  1. Economía
EL PETRÓLEO CAE UN 5%

¿Punto de inflexión? China alienta una fuerte caída de la inflación global

Algo está cambiando. La inflación global, tras alcanzar máximos en décadas, baja ahora más rápido de lo previsto por los organismos multilaterales. La debilidad de la demanda está arrastrando los precios de la energía

Foto: Un hombre en un comercio de Pekín. (EFE)
Un hombre en un comercio de Pekín. (EFE)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Casi dos años después de que la inflación comenzara a ser una pesadilla para las economías del planeta, los precios empiezan a ceder. Y lo hacen de una forma más pronunciada de lo que preveían hace pocas semanas los principales servicios de estudios de los organismos multilaterales. ¿La causa? La debilidad de la economía global a consecuencia de las subidas continuadas de los tipos de interés, pero, sobre todo, los vientos que soplan desde China, que al ser el principal exportador del mundo, influye de forma determinante en los precios interiores de los países receptores de bienes y servicios. Es decir, China está exportando desinflación.

China, en concreto, ha entrado ya en inflación negativa (-0,2% interanual), y aunque no se puede hablar de deflación, es decir, de una caída generalizada de los precios, da señales de que el aterrizaje de su economía hasta crecimientos próximos al 4,5%-5%, hará posible una reducción adicional inesperada de las tasas de inflación en los países importadores. Las autoridades económicas chinas, de hecho, están impulsando la concesión de créditos a precios ultrabajos para evitar que el país caiga en deflación. Algunos bancos están ofreciendo préstamos muy competitivos, con la garantía del Estado, que incluyen pagar solo el capital, sin intereses.

Ese aterrizaje, precisamente, es lo que explica la moderación de los precios de las materias primas, energéticas y no energéticas, lo que está detrás de la caída reciente de las rentabilidades de los bonos, ya que se entiende que los bancos centrales serán menos agresivos en sus políticas monetarias. Algo que también explica el estrechamiento de las primas de riesgo. En el caso español, y frente al bono alemán, ha caído hasta el entorno de los 100 puntos básicos.

El proceso de estabilización de los precios afecta no solo a China, sino a las principales economías europeas, que son las que más preocupan al BCE a la hora de diseñar su política monetaria. El abaratamiento de las gasolinas, por ejemplo, ha rebajado la inflación en EEUU hasta el 3,2%, lo que significa un endurecimiento adicional de los tipos de interés reales (con inflación).

Inflación subyacente

Los tipos de interés en EEUU se sitúan en una horquilla que va entre el 5,25% y el 5,50%, máximo en 22 años, y aunque los mercados esperaban una subida adicional por parte de la Reserva Federal antes de que finalice el año, es probable que finalmente no llegue. La inflación subyacente (sin energía y sin alimentos no elaborados) ya se sitúa en el 4%, ya lejos del 6,3% que alcanzó hace justamente un año. La próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) está prevista para los días 12 y 13 de diciembre.

En la eurozona, igualmente, la inflación general ha bajado hasta el 2,9% anual, impulsada por la debilidad de algunas economías, en particular Alemania, aunque la subyacente, que tiene un carácter estructural, todavía se encuentra en el 4,2% si se excluyen los alimentos, la energía y el tabaco. Hace justo un año la inflación general alcanzó un histórico 10,6%, el nivel más alto desde que hay series históricas. Hoy, en sus previsiones de otoño, la Comisión Europea prevé que el IPC avance en 2024 a un ritmo anual del 3,2%, mientras que en 2025 se situaría ya en el 2,2%. Por lo tanto, ya en línea con el objetivo de estabilidad de precios del BCE.

Junto a la debilidad de las economías, el otro factor que está influyendo de forma determinante en la relajación de los precios tiene que ver con los costes de la energía, lo que hay que vincular a que las instalaciones europeas de almacenamiento de gas están llenas, muy cerca de su capacidad. Esto afecta no solo al gas, sino también a los precios de la electricidad, sin perder de vista que el otoño en el hemisferio norte está siendo benigno, lo que reduce los consumos.

El barril de petróleo Brent (159 litros) se mueve alrededor de los 76 dólares tras la fuerte caída de ayer (-5%), lo que significa valores muy parecidos a los que había hace más de dos años, es decir, antes de que la invasión de Ucrania por Rusia elevase con fuerza los precios hasta situarlos en los 125 dólares.

Un escenario lejano

El BCE estima en su último boletín mensual que en este contexto de debilidad de la demanda la inflación seguirá bajando, y solo cuando las rentas reales de los hogares se recuperen de la subida de tipos de interés se podrá producir un repunte. Pero ese escenario está todavía lejos. Entre otras razones, porque el diseño de la política monetaria del banco central está pensado para mantener elevados los tipos de interés durante un tiempo prolongado.

Como le gusta decir a los banqueros de Fráncfort, "la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo", lo que significa que el actual periodo desinflacionista no es el anticipo de ninguna rebaja de los tipos de interés. Al menos, hasta que la inflación se sitúe en torno al 2% en el medio plazo, como es su mandato. En palabras de Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, al Financial Times, todavía queda “un largo camino por recorrer” antes de bajar tipos.

Ahora bien, como recuerdan las previsiones de otoño de la Comisión Europea, la última vez que el Banco Central Europeo subió sus tipos de interés oficiales fue en septiembre, un 0,25%. Aun así, las expectativas del mercado se han relajado de forma ostensible. Los futuros del euríbor a tres meses sugieren que, tras alcanzar un máximo del 4% en octubre, los tipos de interés nominales a corto plazo de la zona del euro disminuirán gradualmente hasta el 3% a finales de 2025. Es decir, los mercados ya descuentan que la presión inflacionista seguirá cediendo.

Lo que están haciendo ahora los bancos centrales es una pausa indefinida mientras analizan toda la información procedente de los indicadores económicos, en particular los componentes que han provocado el alza de la inflación en los dos últimos años: el comportamiento de las cadenas de valor globales, la respuesta de la demanda a la subida de tipos, la situación geopolítica, cada vez más relevante en los análisis de los bancos centrales, y, sobre todo, la evolución de la energía, además del comportamiento de los salarios y los beneficios empresariales en la medida que contribuyen al aumento de los precios.

Casi dos años después de que la inflación comenzara a ser una pesadilla para las economías del planeta, los precios empiezan a ceder. Y lo hacen de una forma más pronunciada de lo que preveían hace pocas semanas los principales servicios de estudios de los organismos multilaterales. ¿La causa? La debilidad de la economía global a consecuencia de las subidas continuadas de los tipos de interés, pero, sobre todo, los vientos que soplan desde China, que al ser el principal exportador del mundo, influye de forma determinante en los precios interiores de los países receptores de bienes y servicios. Es decir, China está exportando desinflación.

Inflación Reserva Federal Banco Central Europeo (BCE) Tipos de interés Noticias de China IPC
El redactor recomienda