La OCDE mejora el PIB de España de 2023, pero recorta previsiones para la eurozona
El club de los países ricos mantiene el crecimiento para 2024 (1,9%), pese al recorte generalizado. La inflación media de este año será de un 3,5%, cuatro décimas menos
Previsión a previsión, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sigue despejando el horizonte de la economía española. Al menos para este año. Si en marzo pasó del 1,3% al 1,7% y en junio del 1,7% al 2,1%, esta vez el club de los países más ricos del mundo ha vuelto a mejorar sus previsiones para la cuarta potencia del euro: dos décimas más, hasta el 2,3%. Se trata, junto a Francia (1%), de la mejor revisión entre los grandes de la moneda única, que contrasta con la atonía del conjunto de las naciones del bloque.
En sus perspectivas económicas de septiembre, publicadas este martes, la OCDE recorta tres décimas el crecimiento de la eurozona para 2023, hasta el 0,6%, debido al lastre de la locomotora alemana, que retrocederá dos décimas. Italia se libra de la recesión, pero los economistas del organismo recortan cuatro décimas su crecimiento, hasta el 0,8%.
En ese contexto, la fortaleza de la economía española, que en la recuperación tras la pandemia se había apoyado en el tirón del sector exterior, tiene todavía más mérito, ante la zozobra de sus principales socios comerciales —y emisores de turistas— del continente. El impulso de la demanda interna se antoja clave para mantener el ritmo de crecimiento durante el segundo semestre, en un nuevo patrón que ya se apreció en el segundo cuarto del año.
A la espera de la contabilidad nacional del tercer trimestre, que se conocerá este viernes, la mejora de la previsión de la OCDE apunta a dos opciones: o bien los economistas de la institución con sede en París prevén que el crecimiento del primer trimestre (0,5%) y del segundo (0,4%) se revisarán al alza, o bien apuntan a una inesperada fortaleza en la segunda mitad del año.
De momento, la tasa de crecimiento interanual se sitúa en el 1,8%, por lo que habría que ganar cinco décimas en los seis meses que quedan para llegar a la cifra calculada por la OCDE. Y el efecto base ya no es tan favorable, después de la lectura al alza del crecimiento del tercer y cuarto trimestre del año pasado que realizó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado julio.
El control de la inflación será, sin duda, uno de los factores que debe hacer de la demanda interna el motor de la economía española durante los próximos meses. De hecho, la OCDE mejora notablemente su estimación sobre la evolución de los precios, tanto para este año como para el que viene. El IPC cerrará 2023 con una media del 3,5%, cuatro décimas menos de lo previsto en junio y uno de los más bajos del G20. En el conjunto de la eurozona, por ejemplo, la inflación media anual se situará en el 5,5%.
La inflación media anual de 2024 se situará en el 3,4% en España, por encima de la media de la eurozona (3%) y muy lejos del objetivo del BCE
Para 2024, sin embargo, el aumento de los precios tenderá a estabilizarse, muy lejos del 2% del objetivo establecido por el Banco Central Europeo. Pese al recorte de medio punto respecto a las anteriores previsiones, la inflación media anual se situará en el 3,4% en España, por encima de la media de la eurozona (3%), que se verá muy beneficiada por el efecto base, algo que nuestro país ya ha venido haciendo durante los últimos meses.
Dudas para 2024
La revisión positiva de los indicadores para 2023 va en línea con las de los principales organismos, que también han mejorado sus estimaciones durante las últimas semanas. Sin embargo, la incertidumbre sigue pesando en 2024, especialmente por las dificultades en la eurozona. A diferencia de otras instituciones, la OCDE mantiene el crecimiento para España (1,9%), en un escenario de recortes en las principales economías del euro.
La OCDE atribuye la atonía al endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales
El conjunto de los 20 países de la moneda única crecerá un 1,1%, cuatro décimas menos de lo estimado en junio. Francia (1,2%) es la que mejor aguanta, con un recorte de solo una décima, pero Alemania (0,9%) e Italia (0,8%) vuelven a generar dudas sobre su recuperación tras la crisis inflacionista, y sufren revisiones a la baja de cuatro y dos décimas, respectivamente.
La OCDE atribuye esta atonía —tras un 2023 "más robusto de lo esperado" por la moderación de los precios de la energía y la reapertura de la economía china— al endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, "cada vez más visible". En ese contexto, el crecimiento mundial tenderá a moderarse, al pasar del 3,3% en 2022 al 3% este año y el 2,7% el siguiente, mientras la inflación se drena.
Entre los riesgos para los próximos meses, el club de los países más ricos del mundo señala los problemas en el gigante asiático, que podría crecer menos de lo esperado y contagiar al resto, así como la incertidumbre sobre la transmisión de la política monetaria.
Previsión a previsión, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sigue despejando el horizonte de la economía española. Al menos para este año. Si en marzo pasó del 1,3% al 1,7% y en junio del 1,7% al 2,1%, esta vez el club de los países más ricos del mundo ha vuelto a mejorar sus previsiones para la cuarta potencia del euro: dos décimas más, hasta el 2,3%. Se trata, junto a Francia (1%), de la mejor revisión entre los grandes de la moneda única, que contrasta con la atonía del conjunto de las naciones del bloque.
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