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La OCDE mejora su previsión para este año (1,7%) y prevé un alivio más rápido del IPC
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MANTIENE LA ESTIMACIÓN PARA 2024

La OCDE mejora su previsión para este año (1,7%) y prevé un alivio más rápido del IPC

El organismo ve signos de mejora en la economía mundial. España reducirá más rápido la espiral de precios que el resto de la eurozona, pero cerrará 2024 con una subyacente del 3,7%

Foto: Fábrica de automóviles del grupo Stellantis en Cassino (Italia).
Fábrica de automóviles del grupo Stellantis en Cassino (Italia).

La OCDE ve brotes verdes en la economía mundial tras un 2022 peor de lo esperado por el impacto de la guerra de Ucrania. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos mejora las previsiones de casi todos los países, que irán recuperando músculo "a medida que retroceda el lastre sobre los ingresos debido a la alta inflación". España no es una excepción. La economía nacional crecerá este año cuatro décimas más de lo augurado en noviembre, hasta el 1,7%. La previsión sigue estando por debajo de la que estima el Gobierno en su cuadro macroeconómico que acompaña a los presupuestos (2,1%), pero mejora sustancialmente la que muchos estudios calculaban a finales de año y acelera el alivio de la espiral inflacionista.

Los tambores de recesión se disipan en la eurozona y, aunque el crecimiento económico mundial es "frágil", el club de los países más ricos del mundo se muestra más optimista que en otoño: "Están empezando a aparecer signos más positivos". La OCDE se apunta a las revisiones al alza que muchos institutos privados han emitido en las últimas semanas para la economía española, aunque mantiene la de 2024 en el mismo nivel: un 1,7%. En otras palabras: nuestro país crecerá lo mismo este año que el que viene, y será la gran economía del euro que más lo haga, porque es la que está más atrasada en la recuperación del PIB prepandemia.

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La mejora de las previsiones de la eurozona resulta generalizada. El conjunto de los 20 países de la moneda única crecerá un 0,8% este año, tres décimas más de lo augurado en noviembre, y un 1,5% en 2024, una décima más. La resiliencia de la economía alemana constituye una de las buenas noticias: si en el informe anterior la OCDE preveía que caería en recesión en 2023, ahora estima un exiguo crecimiento de tres décimas. Para 2024, ya sitúa el avance en cabeza de la eurozona: un 1,7%, a la par que España. En el caso de Italia, la revisión al alza triplica la estimación anterior, aunque la variación del PIB seguirá siendo muy modesta: un 0,6%.

El mayor optimismo disipa dudas sobre la recuperación de China y se deja notar especialmente en la economía de Estados Unidos, que crecerá un 1,5% este año, el triple de lo estimado en otoño. Entre las principales economías del mundo, solo el Reino Unido (-0,2%) y Rusia (-2,5%) cerrarán el segundo año de la guerra en Ucrania en negativo. "Están empezando a aparecer signos más positivos", reconoce el organismo con sede en París. "Los riesgos se han equilibrado un poco mejor, pero permanecen inclinados a la baja", añade.

Como lleva ocurriendo desde el inicio de la crisis energética, el principal cisne negro es la inflación. La OCDE cree que la espiral se moderará mucho más rápido de lo que estimaba en su informe anterior, especialmente en la eurozona, gracias al abaratamiento de la energía y los alimentos. En cambio, empeora las proyecciones sobre el dato subyacente: "La inflación general está disminuyendo, pero la inflación subyacente sigue siendo elevada, sostenida por el fuerte aumento del precio de los servicios, márgenes más altos en algunos sectores y presiones de costes por los mercados laborales ajustados". En otras palabras: aunque la bajada de los futuros del gas y la electricidad ha permitido respirar al Viejo Continente, el proceso de contagio en el resto de la economía no solo continuará, sino que será más intenso de lo previsto.

Con una menor exposición que sus vecinos al suministro ruso y una intervención del mercado más intensa —con mecanismos como la excepción ibérica—, el ciclo inflacionista de España va adelantado. La moderación de los últimos meses, que ha permitido a nuestro país conseguir uno de los índices de precios de consumo (IPC) más bajos del continente, no solo continuará, sino que lo hará a un ritmo más acelerado. La OCDE rebaja seis décimas su previsión de inflación para este año, hasta el 4,2%, y ocho décimas para el año que viene, hasta el 4%. Sin embargo, España cerrará 2024 con un IPC un punto superior al de la eurozona.

El club de los países más ricos del mundo atribuye este alivio a la moderación de la demanda gracias a las subidas de tipos de los bancos centrales, y defiende que la política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que se consoliden los signos de control sobre las presiones inflacionistas. Sin embargo, acontecimientos como la quiebra del banco californiano SVB podrían variar el rumbo de la Fed estadounidense y del Banco Central Europeo. De hecho, el organismo con sede en París advierte de que el incremento del precio del dinero ya ha provocado pérdidas en las carteras con mayor presencia de renta fija y está empezando a tener impacto en el sector financiero, "incluidos algunos bancos regionales de Estados Unidos".

La inflación subyacente, que elimina el efecto de los elementos más volátiles y es la que más preocupa a los bancos centrales, cerrará este año en el 5% en España, ocho décimas por encima del índice general y dos décimas más de lo estimado en noviembre. Para 2024, la OCDE mantiene su previsión en el 3,7%, la más alta de las grandes economías de la zona euro. "La caída de la inflación general aún no ha sido acompañada por una caída de la inflación subyacente, ya que las fuertes presiones de costes y, en algunos sectores, los mayores beneficios unitarios siguen empujando al alza los precios", concluye la institución económica. Un mensaje a las empresas que están aumentando márgenes y alimentando la espiral que amenaza los brotes verdes.

La OCDE ve brotes verdes en la economía mundial tras un 2022 peor de lo esperado por el impacto de la guerra de Ucrania. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos mejora las previsiones de casi todos los países, que irán recuperando músculo "a medida que retroceda el lastre sobre los ingresos debido a la alta inflación". España no es una excepción. La economía nacional crecerá este año cuatro décimas más de lo augurado en noviembre, hasta el 1,7%. La previsión sigue estando por debajo de la que estima el Gobierno en su cuadro macroeconómico que acompaña a los presupuestos (2,1%), pero mejora sustancialmente la que muchos estudios calculaban a finales de año y acelera el alivio de la espiral inflacionista.

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