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El último hombre de los años locos de UGT en Asturias llega a una institución del Estado
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UNA HISTORIA DE PODER EN EL PRINCIPADO

El último hombre de los años locos de UGT en Asturias llega a una institución del Estado

La central coloca al controvertido Eduardo Donaire, que reconoce haber repartido regalos e invitado a consumiciones a los afiliados con dinero del sindicato, en el Consejo Económico y Social de España

Foto: Imagen: EC Diseño.
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La Unión General de Trabajadores ha tenido tres grandes dirigentes en Asturias durante los últimos 30 años: José Ángel Fernández Villa, ex secretario general del sindicato minero Soma (1979-2013), Justo Rodríguez Braga, que lideró UGT en el Principado entre 2000 y 2016, y su predecesor, Eduardo Donaire, que después de 11 años al frente capitaneó la federación del metal (MCA) durante otros 16. Los dos primeros acabaron condenados a penas de cárcel; el último acaba de ser nombrado consejero de una institución del Estado.

—Hoy, 50 años, 4 meses y 19 días después, he dejado de cotizar a la Seguridad Social. Pero he percibido con mucho agrado vuestros deseos de que pase un día feliz. Muchísimas gracias a todos.

Eduardo Donaire se despedía de toda una vida como ingeniero técnico en ArcelorMittal (la antigua Ensidesa) con una publicación de Facebook el 10 de febrero de 2016. Unas semanas después, era relevado al frente del MCA, tras casi cuatro décadas de actividad sindical. "No tengo ningún problema físico ni enfermedad y me voy en el mejor momento, porque a esta edad hay que dejar paso a otros para que lo hagan mejor. Me jubilo laboral y sindicalmente", dijo entonces a sus colaboradores, según publicó el diario gijonés El Comercio.

placeholder El ex secretario general de MCA-UGT en Asturias Eduardo Donaire, en primer plano, con el antiguo líder de UGT Cándido Méndez. (EFE/José Luis Cereijido)
El ex secretario general de MCA-UGT en Asturias Eduardo Donaire, en primer plano, con el antiguo líder de UGT Cándido Méndez. (EFE/José Luis Cereijido)

La retirada de este histórico de la UGT, que hizo carrera apadrinado por el emblemático Manuel Fernández 'Lito' —ya fallecido—, cerraba los años más locos de la centenaria trayectoria del sindicato en el Principado. En 2013 se había ido Villa, y ese mismo 2016 lo hizo Braga, sustituido por el hijo del propio Lito, Javier Fernández Lanero. Quedaban solo unos meses para que se destapase la caja de los truenos. Ambos fueron detenidos en distintas operaciones a lo largo del fatídico 2017, mientras Donaire disfrutaba de la recién estrenada jubilación, que incluso lo llevó a pasar algunas temporadas en el extranjero.

Esa, dice a El Confidencial, pudo ser la razón por la que no declaró como testigo en el caso de los fondos de formación por el que a su compañero Braga le impusieron dos años y 10 meses de prisión. Tampoco en la comisión de investigación que se abrió en la Junta General del Principado de Asturias (el parlamento regional) sobre un caso que acabó suponiendo la primera condena por corrupción a un sindicato en España.

El pelotazo de Gijón

Los demás cayeron, pero Donaire ni siquiera apareció por allí. A sus 72 años, disfruta de los 3.059 euros —"brutos", remarca— de su pensión máxima de jubilación —se sabe el dato de memoria— contemplando el mar y los barcos desde su piso —de solo 58 metros cuadrados, puntualiza— en primera línea de la playa de Poniente de Gijón. "No sabes lo que te pierdes", ironiza ante el periodista al otro lado del teléfono con una amable verborrea que acompaña la hora larga de conversación.

Foto: Un trabajador de La Naval. (EFE/Juan González)

La vivienda está situada en El Barco, una urbanización de lujo levantada por una inmobiliaria ligada a Izquierda Unida gracias a un pelotazo de los socialistas —que entonces gobernaban en el ayuntamiento, y lo siguen haciendo en la comunidad— en unos terrenos públicos junto al extinto astillero Naval, como publicó en su día este periódico. Toda una metáfora de lo que ha sido la historia política y sindical en Asturias, especialmente la del PSOE y la UGT, desde la llegada de la democracia y la autonomía: una imparable desindustrialización subvencionada con fondos públicos, que dieron de comer a muchos mientras el Principado se convertía en el territorio más deprimido del país.

El sindicalista denunció en 2015 a una revista regional, Atlántica XXII, por revelar en un reportaje la posesión de esa vivienda, además de varios vehículos. La publicación, que ya no se edita, lo acusaba de llevar un elevado de tren de vida mientras negociaba con las empresas el desmantelamiento del sistema económico de la que llegó a ser una de las regiones más ricas de España. Donaire acabó perdiendo esa batalla en el Supremo, pero mantiene que el piso costó mucho menos de los 100 millones de las antiguas pesetas en que la información estimaba el valor de mercado de aquellos inmuebles. De hecho, recuerda, lo posee a medias con su actual mujer, hermana de la ex de Lito y tía de Myriam Hernández, directora del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales desde 2012. En el Principado todo queda en familia (especialmente si es socialista o ugetista).

Una agencia de colocación

A diferencia de sus hijos, a los que reconoce haber ayudado para entrar en ArcelorMittal y Duro Felguera, como su padre hizo con él en la antigua Ensidesa —"había épocas en esta región en las que ser hijo de productor era un plus, pero no lo recuerdo como una cosa positiva"—, Donaire considera que el cargo de Hernández es de naturaleza política, no técnica: el día que el PSOE deje de gobernar el Principiado, ella cesará. Y de esa cultura del dedazo, que coloca a representantes en las instituciones públicas por una cuestión de favores —no estrictamente de méritos—, se ha beneficiado ahora el propio Donaire para entrar en el Consejo Económico y Social (CES) a propuesta de UGT.

El candidato que proponga UGT va a misa, sin ningún requisito de idoneidad ni opción de veto

El nombramiento, sancionado este mismo martes por el Consejo de Ministros, supone su regreso a la vida pública tras siete años ausente, al menos de forma oficial. Él dice que se ha desentendido por completo del sindicato, aunque conserva buenos amigos, como el propio Braga, al que pregunta cómo va el recurso de la sentencia que lo condenó cada vez que se encuentran por las calles de Gijón. Otras fuentes señalan que Donaire se deja ver siempre que puede por los actos de la UGT para "alimentar su ego". También por los del PSOE, del que es afiliado desde 1977, y donde llegó a formar parte del comité federal en la época en que Pedro Sánchez fue defenestrado. Esta misma semana, ha firmado el manifiesto de varios históricos socialistas a favor del presidente del Gobierno.

Hace unos meses, Mariano Hoya, con el que Donaire mantiene una excelente relación desde que coincidieron al frente de la MCA en Madrid y Asturias, respectivamente, le preguntó si podía contar con él para lo que fuese necesario. El ingeniero técnico le respondió con un sí, y el actual dirigente de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA-UGT) le acabó ofreciendo la vacante que dejó Carmelo Ruiz-de la Hermosa en el cupo sindical del CES. La decisión fue avalada por la plana mayor del sindicato, que propuso el nombre de Donaire para cubrir una de las nueve plazas que le corresponden en el pleno del máximo órgano asesor del Gobierno en materia laboral. De ahí, el nombramiento pasó a la Presidencia del organismo y al Ministerio de Trabajo, hasta ser ratificado por el Consejo de Ministros, un puro formalismo que no permite intervención alguna por parte de estas instancias, según aclaran fuentes del Consejo Económico y Social.

Foto: José Ángel Fernádez Villa en la fiesta minera de Rodiezmo en 2011 (EFE)

Así de sencillo: el candidato que proponga UGT —o cualquier otra de las organizaciones sindicales, empresariales o del tercer sector representadas en la institución— va a misa, sin que nadie pueda vetar la decisión. Tampoco existe ningún requisito de idoneidad, ni control interno o externo sobre el perfil del agraciado. La ley del organismo, que data de 1991, y el reglamento de su funcionamiento, de 1993, otorgan una discrecionalidad absoluta para la designación de los 61 consejeros, a pesar de que estos reciben fondos públicos en forma de dietas. En concreto, 445,62 euros por cada pleno en el que participen —normalmente, 11 al año—, 222,81 por la asistencia a las comisiones permanentes —una al mes— y 178 por acudir a las diferentes comisiones de trabajo, que no tienen una periodicidad definida.

De momento, al CES no le consta que Donaire vaya a participar más que en los plenos, por lo que solo ingresará unos 5.000 euros anuales del erario público. "Espero que me paguen el hotel, el viaje y la comida", dice quien ya fue miembro del Consejo Económico y Social del Principado entre 1988 y 2000, e incluso lo llegó a presidir brevemente durante los turnos rotatorios de los años noventa. La condición para aceptar el puesto fue no tener que mudarse a Madrid.

Consumiciones para todos

La suficiencia con la que habla el sindicalista refleja una forma muy concreta de entender el poder, que reivindica sin pudor todo tipo de procederes habituales en los años previos a la Gran Recesión o el 15-M, pero muy discutibles a ojos de la sociedad actual. Pablo Álvarez, que fue el hombre de confianza del sindicalista al frente de las juventudes de la MCA, decidió romper la ley del silencio que reinaba entonces en el sindicato y delatar los desmanes. Dice haber sufrido amenazas por ello, y acabó expulsado de la federación del metal en 2014. Pero cuando el tinglado ugetista se desmoronó, y las sospechas se tradujeron en detenciones de la Guardia Civil, procesos judiciales y hasta una comisión de investigación en la Junta General, tuvo su oportunidad para relatar ante toda Asturias lo que pasó durante aquellos años locos.

Donaire: "La ideología influye mucho, pero a veces también influye tu familia, tu hipoteca, el coche y el piso que te has comprado"

Álvarez lanzó tres acusaciones en sede parlamentaria (aquí la comparecencia) por las que, a diferencia de lo que pasó con Atlántica XXII, Donaire nunca llegó a demandar a su otrora delfín. Estas son las invectivas del ahora concejal de Izquierda Unida en Langreo, seguidas de las respuestas que el recién nombrado consejero del CES ofrece a El Confidencial.

—Durante un congreso en Salamanca, Donaire invitó a consumiciones a los 70 jóvenes de la delegación asturiana en unas terrazas de la ciudad con una tarjeta del sindicato. "Es verdad, yo decidí invitarlos. Lo hice porque era gente joven con pocos recursos económicos y entendí que el sindicato tenía que asumir una parte de sus gastos. No me parece poco pulcro, otra cosa es que hubiese repartido a manos llenas. Fue lo típico, unas cervezas. Él [Pablo Álvarez] no dijo que no".

—Los congresos de la MCA en Asturias "se caracterizaban por regalo caros", entre ellos un GPS entonces valorado en 110 euros. "Es verdad. No me suena esa cantidad, pero en los congresos siempre hacíamos un regalo. Un día les dije: 'Os voy a regalar una tablet por el centenario de la MCA, que fue en 2013'. Pero resultó ser una tablet de madera. Fue el cachondeo. Yo estuve en muchos congresos por el mundo y siempre me regalaron algo".

—El 26 de enero de 2012, la ejecutiva del sindicato aprobó un sueldo mínimo de 33.000 euros a todos sus dirigentes, como demuestran las actas de la reunión. "No recuerdo la cantidad, pero seguro que lo acordamos. Dicho lo cual, es el coste para el sindicato, que incluía la Seguridad Social y los gastos de desplazamiento y dietas. Era el coste normal del sector de la construcción y el metal en aquella época. Yo nunca lo cobraba, porque cobraba más en Ensidesa, y muchos solo cobraban la diferencia con su sueldo, porque el 90% tenían empresa. Unos pocos sí cobraban todo. Si no se hiciera, no habría manera de atraer gente. La ideología influye mucho, pero a veces también influye tu familia, tu hipoteca, el coche y el piso que te has comprado”.

Foto: Sede del sindicato UGT- Asturias en Oviedo. ( J. L. Cereijido/EFE)

Donaire no desmiente las acusaciones de Álvarez, sino que las interpreta en su propio beneficio: su única intención, dice, siempre ha sido contribuir a mejorar la vida de los obreros. "Hay gente que me odia, no se le puede caer bien a todo el mundo", reconoce, en alusión al exafiliado de la MCA. El denunciante acusó a su antiguo mentor y otros dirigentes del sindicato de disfrutar de un tren de vida muy alejado al del resto de trabajadores, según recoge la propuesta de dictamen de aquella comisión de investigación presentada por Podemos (puede consultarla aquí). El entonces líder regional y portavoz del partido en el parlamento asturiano, Daniel Ripa, no consiguió que fuese aprobada por el resto de grupos, que prefirieron dar carpetazo a un asunto muy incómodo para la izquierda en esa comunidad.

Ripa corrió en su formación la misma suerte que Álvarez en el sindicato, y fue purgado en febrero, en este caso como víctima de una cruenta batalla interna que todavía continúa. Hoy desde su partido evitan hacer suyas la conclusiones de aquel documento, y él es un militante de base que clama en el desierto contra la connivencia de la formación morada con el establishment socialista y ugetista. "Es de chiste que nombren como referente sindical de toda España a una de las tres grandes figuras del primer sindicato de la historia condenado por corrupción, que ese sea el modelo de sindicalismo. Presuntamente, Donaire no era alguien que pasaba por allí, no veo posible que no conociese las practicas", denuncia, en referencia al escándalo de las subvenciones para los cursos de formación. La sentencia judicial, de 2021, señaló a UGT Asturias como responsable de un delito de fraude y le condenó al pago de una multa de 122.028 euros, además de no poder obtener ayudas públicas o beneficios fiscales durante cuatro años.

'Los odiosos ocho'

Todas las fuentes consultadas, a excepción del propio Donaire —que dice haber recibido numerosas felicitaciones desde todos los puntos del país—, consideran su nombramiento un escándalo. "Alucinante", clama Carlos Peinado, exabogado de UGT Asturias, al que el sindicato apartó cuando empezó la investigación por los fondos. "Lamentable. Es increíble que haya pasado desapercibido, y lo único que evidencia es que el CES es un chiringuito", añade Xuan Cándano, exdirector de Atlántica XXII, cinco veces denunciado por Donaire y cinco veces victorioso. "Es bastante decepcionante, pero no me extraña", remata Álvarez. Como el periodista, el denunciante pone sobre la mesa el notable poder que la antigua cúpula ugetista sigue ostentando en el Principado y que, en su opinión, extiende sus tentáculos sobre la política, los medios de comunicación e incluso la judicatura.

El sindicalista participó en una fundación y dos empresas dedicadas a los cursos de formación

El actual concejal de Izquierda Unida en el mismo pueblo donde nació su mentor se enteró del nombramiento a través de un grupo de WhatsApp llamado Los odiosos ocho, que comparte con todos los represaliados por denunciar los presuntos desmanes. Y, al igual que el exlíder regional de Podemos, sospecha de algo que ninguna de las tres juezas que llevó el caso de los fondos ha podido probar: la participación de Donaire en la trama. Los indicios se centran en el papel que jugó el ingeniero técnico en tres instrumentos.

El primero de ellos es Infastur, creada en 1995 por el propio sindicalista cuando era el líder de la UGT en Asturias. Según Donaire, fue él mismo quien tomó la decisión, para tener una fundación regional dedicada a los cursos de formación diferente de la estatal (IFES), y así no perder las subvenciones que daba el Principado con criterios territoriales. Pero lo cierto es que la institución dejó de prestar esos servicios en el año 2000 y, según los investigadores de la Guardia Civil, empezó a servir para desviar presuntamente el dinero a otras actividades del sindicato. "Infastur sería una sociedad de carácter eminentemente instrumental que vendría siendo utilizada por el sindicato UGT Asturias, en necesaria connivencia con la delegación territorial de IFES, para financiarse de modo supuestamente ilícito a partir de la facturación de importantes sobrecostes a IFES en concepto de 'alquiler de dotación y equipamiento de aulas", publicó El Comercio citando un informe del instituto armado.

Los apartamentos de la playa

Donaire se desliga de estas acciones, que tuvieron lugar después de que Braga lo sustituyese al frente de UGT en el Principado, pero admite que estaba al tanto de lo que pasaba: "Cuando yo me marché le dieron otros tintes. Me enteré porque lo comentaban los que estaban en el sindicato, que usaban la fundación para otras cosas. Sé que compraron un coche y locales a través de Infastur". Además, el flamante consejero del CES afirma que, durante su mandato, no solo se usó el organismo para cursos de formación, sino también para cobrar los alquileres de unos pisos que la Unión General de Trabajadores poseía en Torrevieja (Alicante) desde los años 80, para que sus afiliados pudiesen irse de vacaciones a un módico precio. Estos inmuebles, con piscina, parking y "totalmente reformados", se ofrecen este mismo verano por 500 euros durante 10 días.

placeholder Oferta de verano de los apartamentos de Torrevieja para afiliados de UGT-FICA. (Cedida)
Oferta de verano de los apartamentos de Torrevieja para afiliados de UGT-FICA. (Cedida)

El segundo instrumento es Meconaf, una empresa creada por la MCA estatal en 2003 y de la que Donaire fue consejero. El propio sindicalista reconoce que también la llegó a utilizar en Asturias para cobrar los alquileres en Torrevieja, como hacía con Infastur, y que en su época al frente de la federación regional del metal también sirvió para comprar unas plazas de garaje para los trabajadores. "Hablé con Lito [entonces responsable nacional de la MCA] y me dijo: 'si tienes que usarla, la usas", cuenta con naturalidad. Pero la razón social de la empresa era muy diferente: "La gestión de centros de carácter formativo y social dirigidos a la atención de las necesidades formativas tanto de los trabajadores en general como de sus representantes sindicales".

Según figura en el Boletín del Registro Mercantil (Borme), la sociedad fue liquidada en 2013 por Luis Arístides García Pedraza, quien fuera secretario de Temiqui, una empresa de la UGT ligada al escándalo de los ERE en Andalucía. "Yo no recuerdo haberla liquidado, dependía de la federación estatal, supongo que se la querrían quitar de encima y ya está. El sindicato es muy vertical, casi presidencialista, y si la federal nos dice 'vamos a disolver eso', no preguntas. Dices que sí y punto", argumenta Donaire.

"No había cazo ni hostias"

Por último, el sindicalista también figuró hasta 2017 como consejero de Serconsdos FLC, una empresa ligada a la Fundación Laboral de la Construcción asturiana que estaba destinada a la adquisición y administración de inmuebles para usos culturales, "particularmente a la educación y formación", según figura en el registro mercantil. Sin embargo, el ex secretario general de la MCA y la UGT en Asturias no tiene constancia de la existencia de esa sociedad. "Seguramente algunos dirán que el motivo era poner el cazo, pero no había cazo ni hostias", se defiende Donaire, que en ningún momento admite la más mínima duda sobre la rectitud de su comportamiento durante aquellos años. Tampoco sobre el de sus excompañeros, al menos en lo que se refiere al lucro personal: "Conozco a Justo [Braga] y sé que no se ha llevado ni una peseta. Otra cosa es que haya hecho una gestión mejor o peor".

Solo el sindicalista sabe si la suya ha sido una carrera para escapar de la corrupción que lo rodeaba o de esos valientes que la persiguieron

De momento, ningún juez ha imputado al nuevo consejero del CES, que sigue gozando de un gran predicamento en el mundo del sindicalismo y otros ámbitos de la sociedad asturiana. Ripa se lamenta de esa supuesta impunidad, y esboza que la clave pudo haber estado en el timing de los interrogatorios: primero se realizaron a los miembros de UGT, dirigida entonces por Braga, y unos días después a la MCA de Donaire, cuando ya todos conocían —apunta— lo que había que decir para salvar la situación. Peinado concluye: "Como mínimo tuvo una responsabilidad in vigilando".

Solo el histórico sindicalista sabe si la suya ha sido una carrera para escapar de la corrupción que lo rodeaba o de esos valientes —no tantos— que la persiguieron en una Asturias narcotizada tras la reconversión. Lo único seguro es que, a sus 72 años, esa trayectoria que empezó al lado de Lito en la antigua Ensidesa ha acabado con un asiento en el Consejo Económico y Social de España.

La Unión General de Trabajadores ha tenido tres grandes dirigentes en Asturias durante los últimos 30 años: José Ángel Fernández Villa, ex secretario general del sindicato minero Soma (1979-2013), Justo Rodríguez Braga, que lideró UGT en el Principado entre 2000 y 2016, y su predecesor, Eduardo Donaire, que después de 11 años al frente capitaneó la federación del metal (MCA) durante otros 16. Los dos primeros acabaron condenados a penas de cárcel; el último acaba de ser nombrado consejero de una institución del Estado.

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