El "psicodrama" de Podemos Asturias: cómo dinamitar un partido desde dentro

Una candidata crítica con las direcciones regional y estatal de Podemos, Covadonga Tomé, encerrada en la sede del partido desde el jueves. Una líder y ministra, Ione Belarra, que le manifiesta su respaldo y le pida que haga campaña, aunque ella denuncia que no ha dispuesto de un solo euro para hacerlo y todo ha sido "artesanal". Una lista que ganó las primarias a los órganos autonómicos, pero no a las elecciones del 28-M, dos expulsiones y decisiones de Tomé que no fueron comunicadas a la dirección Podemos Asturias. Y, años atrás, en 2015, hasta un episodio en el que Gaspar Llamazares reclamó a un diputado morado en la región, hoy expulsado de la formación, que le quitara "las manos de encima". Es el "psicodrama" que agita a Podemos en el territorio y que ha dado la cara esta misma semana.

El cóctel de acusaciones, reproches cruzados, expulsiones y desmentidos mutuos refleja una parte del caos. Un "polvorín", "un psicodrama", "el guion de una serie de Netflix" o una historia que bien merecería su propia página en Wikipedia, en función del dirigente político consultado. El caldo de cultivo lleva años cociéndose, pero la tensión se disparó con la victoria de Tomé en las primarias para ser candidata, en noviembre, se mantuvo in crescendo hasta la expulsión de Daniel Ripa, ex secretario general de Podemos Asturias —casi tan longevo en el cargo como Pablo Iglesias al frente de la dirección nacional—.

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Ha alcanzado máximos con el encierro de la candidata y un grupo que fluctúa entre las 10 y las 20 personas en la sede del partido, en Gijón. "No tienen conciencia de organización, van a degüello", lamenta una veterana dirigente regional, que señala a la cúpula en Madrid que ahora intenta templar gaitas, tras ejercer como "bombero pirómano". A poco más de un mes de las elecciones, en ambos bandos deslizan que la otra parte prioriza el control del partido a que Podemos Asturias salte por los aires.

"Si no quisiéramos estar en Podemos, no habríamos ido a primarias", asegura, desde su encierro, la candidata Tomé. Relata que tomaron la decisión de atrincherarse en la sede tras una tensa reunión en la que reclamaron que "se respetasen las listas", incluyendo así a quien fuera elegido número cuatro de la candidatura. Jorge Fernández fue suspendido de afiliación durante seis meses, y de la participación en órganos y grupos de trabajo del partido por el plazo de dos años, por agredir verbalmente a varias compañeras del partido. Tomé reitera: "Pidieron un receso, se levantaron", y, entonces, los críticos decidieron encerrarse. Denuncia haber recibido un correo electrónico en el que el partido amenaza con expulsarla, mientras la dirección morada niega la mayor. Es, en realidad, una misiva del Comité de Salud a raíz de una baja laboral. "Así comenzó la expulsión de Rosana Alonso en Cantabria", esgrime la candidata. La Audiencia de Cantabria ratificó en 2019 la condena a Podemos por la expulsión "arbitraria" de la que fuera secretaria general autonómica y candidata a primarias.

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La secretaria general de todos los morados, Ione Belarra, expresó el viernes su "respaldo" a Tomé, y le reclamó que se centrara en hacer campaña. Tomé agradeció este gesto y reclamó, renglón seguido, "alguna comunicación" de la organización "para reiniciar el diálogo". Belarra no lo explicitó, pero el lunes expira el plazo para inscribir las candidaturas, y la dirección asturiana requiere de los datos que Tomé, hoy por hoy, no les ha trasladado. Critica la ausencia de apoyo por parte del partido: "Ni personas de comunicación, ni dinero, ni recursos". Y hasta la ausencia de mensajes sobre su persona en las redes del partido. "No ha habido ni un retuit hasta hace un par de días", subraya.

Desde el entorno de dirigentes de Podemos Asturias explicaron que Tomé tomaba decisiones como presentarse en el Ministerio de Transportes para registrar una carta en protesta por el sonado fiasco de los trenes en Asturias y Cantabria, sin dar parte a su organización. También manifiestan su impotencia. "Nadie tiene más ganas que nosotros de hacer primarias", abunda la candidata.

Según su relato, el divorcio político empezó "el día que ganamos las primarias", en noviembre, porque la candidatura avalada por la dirección regional "no querían que ganáramos". En ese lapso temporal, ha habido "14 expulsiones", según Tomé, que pide voluntad política porque "lo que hay dentro de esta sede es la defensa de la democracia interna y la resistencia". En firme, solo hay dos expulsiones, las de Ripa y la de Andrés Fernández Vilanova, exparlamentario autonómico. Ambas versiones son incompatibles.

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En opinión de otras fuentes, el inicio de las hostilidades puede ubicarse en el momento en el que Sofía Castañón, diputada en el Congreso y líder autonómica, hoy de baja, fue "invisibilizada" en redes sociales tras arrebatar la secretaría general a Ripa. Ganó con el 50,2% de los votos, apenas 100 papeletas de diferencia, en diciembre de 2021. El sustituto provisional de Castañón al frente del partido, Rafael Palacios, es objeto de "humillación" en redes sociales y hasta en un canal de Telegram, y es también la bestia negra de los críticos con la dirección asturiana.

Hace apenas 10 días, Palacios fue designado para ser candidato a la alcaldía de Langreo, en una asamblea en la que solo se votó su lista. Un año antes, Cristina García, concejal en ese municipio, ya se había impuesto a la candidatura de Palacios al mismo ayuntamiento. La votación se suspendió una semana después, por lo que la dirección regional consideró un "fraude en el censo". Palacios es muy criticado por otras fuerzas de izquierdas con presencia en el territorio.

Es el propio líder en funciones quién conminó a Tomé, el viernes, a que "asuma que es la candidata y que deje de buscar disculpas para romper la organización". "La situación ahora mismo es muy complicada, muy difícil. Esto tiene un daño terrible para la organización", lamentó. El hartazgo de la dirección autonómica es palpable.

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Asturias es hoy una olla a presión, pero casi nunca ha podido ser considerada un remanso de paz. En mayo de 2018, asediado por las críticas de propios y extraños por la compra de su casa, Iglesias convocó una consulta a las bases para buscar su aval, y respondió a Ripa o a Teresa Rodríguez, entonces dirigente morada, que habían cuestionado esta decisión. "Yo estoy convencido de que el señor Ripa y la señora Rodríguez, si alguna vez se cuestiona su credibilidad, no se aferrarán al escaño o al puesto y se someterán a las bases que les eligieron", afirmó entonces.

Tres años antes, en 2015, y en los pasillos de la asamblea regional (Junta General del Principado) un enfrentamiento a cuenta de los presupuestos del PSOE, llevó a Andrés Ron a increpar a Gaspar Llamazares, entonces portavoz de IU. "Quítame la mano de encima", le espetó Llamazares. La tensión ha escalado hasta máximos históricos; la dirección tiene poco margen para intervenir, y la candidata Tomé mantiene su órdago. Nadie se atreve a aventurar cómo evitarán el naufragio.