Castañón se impone para liderar Podemos Asturias entre acusaciones de fraude

Por la mínima y entre acusaciones de pucherazo por parte de la actual dirección. La portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, Sofía Castañón, se ha impuesto en las primarias de Podemos Asturias con el 50,22% de los votos para liderar la formación en este territorio. El proceso ha estado marcado por la beligerancia, hasta llegar al punto de iniciarse con la intervención de las cuentas de la formación por uso "clientelista" de los fondos. El secretario general saliente, Daniel Ripa, ha deslizado acusaciones de fraude durante el recuento, denunciando la falta de garantías democráticas. Desde la dirección estatal zanjan estas acusaciones explicando que se ha seguido el mismo sistema que el empleado en todos los procesos internos.

La candidatura de Ripa alertaba anoche de que no había firmado la conformidad de los votos emitidos en la sesión antifraude ante lo que tildaron como falta de transparencia y sus sospechas de pucherazo. "En la sesión de comprobación antifraude de las elecciones primarias de Podemos Asturies no ha podido comprobarse ni uno solo de los elementos de potencial fraude y se ha entregado a los interventores una urna abierta con absoluta falta de garantías en la que no se puede comprobar ni el más mínimo dato", denuncian desde la candidatura perdedora.

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La diferencia de votos entre ambas, según los resultados facilitados por la dirección estatal, es mínima. En el proceso participaron 3.333 militantes y Castañón obtuvo 1.674 apoyos. La diferencia entre ambas candidaturas para liderar al partido es de 100 votos a favor de Castañón. Por su parte, Ripa ha obtenido así 1.574 sufragios (47,22%), siendo 85 de los votos en blanco. Sin embargo, los cuatro primeros puestos para formar parte de la dirección más votados pertenecen a la candidatura de Ripa. También la lista de la Comisión de Garantías presentada por los actuales representantes del partido en Asturias. Una anomalía, según fuentes del partido en Asturias, que suman a que "no nos han dejado comprobar si ha habido manipulación o alteración de los resultados".

"Podemos afirmar que hay una serie de cuestiones sobre las que faltan garantías y que son diferentes a todos los recuentos y sesiones antifraude realizadas hasta la fecha", trasladaba el que fue líder de Podemos en este territorio desde su fundación. "Este año nos han trasladado que no podemos comprobar nada, que ya se hizo por un informático dependiente de la dirección estatal el cribado de los votos que valen y los que no. No tenemos el censo, no tenemos información sobre si hay o no votos eliminados y por qué, carecemos de una explicación razonable sobre esto", lamentaba antes de que conociesen los resultados definitivos.

Según su relato, "a la comisión antifraude llegaron las urnas abiertas y cuando pedimos más información, no se nos está remitiendo. No entendemos qué está pasando, pero sí que sabemos que Podemos necesita procesos democráticos garantistas para reforzar su credibilidad. Es como si en unas votaciones en un colegio electoral mandan salir a todos los interventores y, cuando los dejan volver a entrar, los votos ya se encuentran fuera de la urna, sin ninguna garantía de que sean los mismos que el votante emitió".

La guerra abierta en este territorio comienza a asemejarse a las elecciones internas más traumáticas de la formación morada, que acabaron en los tribunales, con expulsiones o escisiones. El proceso comenzó con una intervención de las cuentas del partido que desde la candidatura de Sofía Castañón defendieron después de que se denunciasen irregularidades en un proceso con el que se pretendía donar parte de los sueldos de cargos públicos a proyectos sociales.

"La mitad de los 50.000 euros presupuestados iba destinada a dos entidades de personas afines a la candidatura de Ripa", argumentaron. Ponían el foco en que ambas comparten domicilio social y que el plazo para la convocatoria de las ayudas se redujo a solamente cuatro días. Ante las sospechas de irregularidades "varios miembros de la dirección elevan una denuncia interna que tramita la Unidad de Cumplimiento Normativo, que es independiente de la dirección estatal. Lo examinan de urgencia y de forma cautelarísima se solicita a finanzas que intervenga las cuentas para evitar que se puedan descapitalizar".

"Están mandando un mensaje de que quien se separa de la línea oficial sufre las consecuencias", replicaron en el entorno de Ripa. "Se nos pone en cuestión porque proponemos un modelo diferente", añadían, para concluir que la intención de tomar el control del partido tendría también un objetivo "adoctrinador frente al proyecto de Yolanda [Díaz]".