El tope al gas permitió a los hogares ahorrar 209 euros en electricidad en 2022

La introducción del tope al gas en junio de 2022 tuvo un efecto significativo a la hora de reducir la factura de la electricidad a los hogares acogidos al mercado regulado (el PVPC). Esta medida, bautizada como la excepción ibérica, permitió a las familias ahorrar casi 210 euros desde la entrada en vigor hasta el final de año (casi seis meses). Esto supone un ahorro del 32% respecto a las facturas que habrían tenido que soportar si la Comisión Europea no hubiese autorizado esta medida excepcional.

Los cálculos se extraen de un informe de EsadeEcPol elaborado por los economistas Manuel Hidalgo, Natalia Collado, Jorge Galindo y Ramón Mateo. Los autores elaboran un modelo contrafactual de la evolución que habría tenido el precio de la electricidad sin la aplicación del tope al gas. La comparativa entre el escenario real y el contrafactual arroja un ahorro acumulado del 32% en la factura.

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Sin embargo, este ahorro ha sido muy superior en algunos momentos puntuales, especialmente desde finales de agosto hasta octubre. El motivo es que durante ese periodo el precio del gas en los mercados internacionales estuvo muy alto, lo que permitió un ahorro superior. En esas semanas, la rebaja llegó a superar los 200 euros el megavatio hora.

En la recta final del año, el efecto de la excepción ibérica fue muy inferior, ya que el precio del gas se redujo rápidamente. Además, coincidió con semanas en las que entró mucha energía en el sistema procedente de fuentes renovables y en las que el consumo se mantuvo en niveles moderados. De hecho, los precios tan bajos hicieron que en algunos días de noviembre el mecanismo no se activara por no llegar al tope fijado.

Esta caída del precio del gas hizo que el ahorro total conseguido por los hogares se quedara por debajo del objetivo que se marcó inicialmente el Gobierno, que anticipó un descenso desde los 210 euros del primer trimestre hasta los 130 el MW/h. El ahorro ha sido inferior porque el gas fue más barato en la recta final del año, pero la factura final que han pagado los consumidores sí se ha situado en línea con las previsiones que hizo el Ejecutivo al aprobar la medida.

Esta caída del precio del gas hizo que el ahorro total conseguido por los hogares se quedara por debajo del objetivo que se marcó el Gobierno

La excepción ibérica permitió a los hogares ahorrar en electricidad en unos 2.000 millones de euros. Una cifra que es, por ejemplo, similar al efecto positivo sobre el consumo que habría tenido la reforma laboral de 2022, según las estimaciones del Banco de España. Esta moderación del gasto se fue directamente a financiar otras partidas de gasto que tuvieron que afrontar los hogares como consecuencia de la inflación.

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Los precios subieron en 2022 un 8,4% de media. Sin embargo, sin la existencia de la excepción ibérica, los investigadores de EsadeEcPol calculan que esta alza habría sido tres décimas superior, del 8,7%. Se trata de una diferencia relevante teniendo en cuenta que se produce solo por un bien de toda la cesta de la compra. Y sus efectos también lo son, por ejemplo, en términos de gasto en pensiones ha permitido ahorrar casi 500 millones de euros a la Seguridad Social.

Este sistema también ha tenido efectos colaterales negativos. El más importante es el que se produce habitualmente cuando se subvenciona un bien, que aumenta su consumo. En este caso, el gas ha sido más utilizado en el proceso de generación de energía eléctrica en las centrales de ciclo combinado de lo esperado sin el mecanismo. “El uso de gas en la generación de electricidad en las centrales de ciclo combinado parece mantener un peso mayor del esperado en ausencia de la excepcionalidad ibérica, especialmente hasta mediados de noviembre”, escriben los autores del estudio. Sin embargo, también asumen que una parte del mayor uso del gas podría ser consecuencia de la menor oferta de otras fuentes de generación en función de la climatología de algunos días.

Otro de los efectos colaterales es que ha aumentado la exportación de electricidad a Francia gracias a su precio muy competitivo. Aunque las conexiones entre los dos países son reducidas, los consumidores de España habrían estado subvencionando el consumo de los franceses durante algunas fases del año. En cualquier caso, también se trata de cifras reducidas por las bajas interconexiones que tienen los dos países.