Es noticia
La dificultad para encontrar trabajadores iguala a la inflación como gran lastre de las pymes
  1. Economía
Un freno adicional al crecimiento

La dificultad para encontrar trabajadores iguala a la inflación como gran lastre de las pymes

El problema de las vacantes no desaparece a pesar del paso del tiempo: la tasa de paro sigue reduciéndose y el envejecimiento acelera la salida de trabajadores del mercado laboral

Foto: Un hombre delante de una oficina de empleo. (EFE/Luis Millán)
Un hombre delante de una oficina de empleo. (EFE/Luis Millán)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La crisis inflacionista actual comenzó mucho antes de la invasión de Ucrania. En concreto, fue en la primavera de 2021 cuando surgieron las primeras tensiones de precio en toda Europa y EEUU. El motivo es bien conocido: el desajuste entre oferta y demanda en la salida de la pandemia por la recuperación desigual de ambos. En el mercado de trabajo, la reapertura de las empresas disparó la demanda de mano de obra, pero los trabajadores inactivos se reincorporaron a otro ritmo, en parte porque muchos estaban en ERTE esperando a volver a su puesto. Desde entonces se han sucedido los problemas de vacantes, con episodios muy mediáticos, como la escasez de camioneros en Reino Unido en el invierno de 2021.

El estallido de la guerra y de la crisis energética cambió la atención de los medios y el problema de la falta de personal fue desapareciendo de los titulares. Sin embargo, las encuestas a empresas revelan que las vacantes son un lastre para el crecimiento económico. De hecho, las tasas de paro en todos los países se han reducido rápidamente desde el final de la pandemia y la mayoría de ellos están en mínimos históricos de desempleo. Hasta España ha experimentado un boom del empleo, con más de 1,2 millones de trabajadores contratados desde entonces y más de tres millones reincorporados de los ERTE.

Foto: Colas en gasolineras de Londres ante la falta de combustible. (Getty)

Y, aun así, ha sido insuficiente. Las empresas atestiguan, mes tras mes, los problemas que tienen para encontrar personal para sus vacantes. En un informe sobre la salud del tejido productivo publicado esta semana por el Banco de España se remarca el problema de la falta de personal cualificado entre las pymes. "La escasez de personal cualificado continuó siendo la preocupación más importante de las pymes, seguida por el aumento de los costes de producción", señala el informe.

A pesar del drástico crecimiento de los costes de producción, las vacantes siguen siendo uno de los grandes quebraderos de cabeza para las empresas, en especial las de menor tamaño. El 28% de las pymes de la eurozona declara que su principal problema es el de la mano de obra. Tienen problemas para encontrar trabajadores y también para retenerlos. Este es el principal problema incluso por encima de la inflación de costes, que lo señala el 18% de las empresas. Además, si se atiende únicamente al sector servicios, el problema de la mano de obra es el primero para el 31% de las empresas.

Esto es, para una de cada tres el mayor lastre para su crecimiento es que no encuentra trabajadores. Un dato que revela cómo el desequilibrio en el mercado laboral está frenando la recuperación. De hecho, muchas empresas han solucionado el incremento de costes trasladando a sus clientes esa subida. Esto explica que la inflación subyacente haya aumentado tan rápidamente y que ya supere a la inflación general. Sin embargo, en una situación de escasez de trabajadores no es posible encontrar una solución alternativa a renunciar a elevar la producción.

En España los problemas de mano de obra han sido algo más moderados: en torno al 17% de las pymes declara que está siendo su principal impedimento, mientras que el 22% apunta a los problemas de costes, entre los que se incluyen las reclamaciones de subidas salariales. Casi el triple de pymes declara que su principal problema son los problemas de mano de obra respecto a quienes dicen que es la regulación y los impuestos.

Estos problemas de mano de obra, que son nuevos en los países occidentales, son consecuencia de la recolocación de trabajadores por sectores, de la gran renuncia y del parón en la inmigración. Todos ellos son consecuencia de la pandemia, pero su duración en el tiempo excede a la misma. Por ejemplo, la recolocación sectorial de trabajadores implica que muchos ocupados que estaban en actividades que tuvieron que cerrar durante el covid encontraron empleo en otra y ya no han vuelto a su profesión anterior. Por el contrario, los problemas de inmigración deberían solucionarse con el tiempo, cuando los flujos se reactiven con normalidad.

En cuanto a la gran renuncia, se trata de un concepto que tuvo mucho éxito en los meses posteriores a la pandemia y que es posible que ya haya desaparecido. Se refiere a la salida de trabajadores del mercado laboral (flujos hacia la inactividad) como consecuencia del cambio de mentalidad de una parte población, tras la pandemia, que buscaría minimizar su tiempo de trabajo para maximizar el de ocio. Los datos de la tasa de actividad no avalan la existencia de una gran renuncia, que sí se produjo tras la pandemia, porque los trabajadores tardaron en reactivarse y porque muchos de ellos contaban con prestaciones extraordinarias que desincentivan el empleo. Por ejemplo, en EEUU muchos estados tuvieron que quitar las ayudas extraordinarias a parados porque, de lo contrario, muchas personas no buscaban un empleo.

Foto: Papá Noel visita un hospital en Badalona. (EFE/A.García)

Lo que sí ocurre es que el envejecimiento también está restando mano de obra al mercado laboral, especialmente en Europa. Esto explica que la tasa de paro en el conjunto de la eurozona se haya desplomado al 6,5%, lo que supone un punto menos que el mínimo marcado durante los años de la burbuja inmobiliaria. La pérdida de trabajadores sénior será un problema para los empleadores durante las próximas décadas, de ahí la importancia de que los gobiernos hagan una buena gestión de su capital humano: ya sea con la formación como con la inmigración. Pero todo apunta a que esta situación actual de altas vacantes no vaya a ser pasajera.

La crisis inflacionista actual comenzó mucho antes de la invasión de Ucrania. En concreto, fue en la primavera de 2021 cuando surgieron las primeras tensiones de precio en toda Europa y EEUU. El motivo es bien conocido: el desajuste entre oferta y demanda en la salida de la pandemia por la recuperación desigual de ambos. En el mercado de trabajo, la reapertura de las empresas disparó la demanda de mano de obra, pero los trabajadores inactivos se reincorporaron a otro ritmo, en parte porque muchos estaban en ERTE esperando a volver a su puesto. Desde entonces se han sucedido los problemas de vacantes, con episodios muy mediáticos, como la escasez de camioneros en Reino Unido en el invierno de 2021.

Paro Macroeconomía Trabajo
El redactor recomienda