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Hacienda y Banco de España certifican el gran aumento del beneficio empresarial en 2022
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Las ganancias se disparan un 95%

Hacienda y Banco de España certifican el gran aumento del beneficio empresarial en 2022

Los pagos a cuenta del impuesto de sociedades, con cargo a los beneficios de este año, superan los 23.500 millones. Los grupos bancarios y energéticos están pagando más del doble que en 2021

Foto: Fachada de la Agencia Tributaria. (EFE)
Fachada de la Agencia Tributaria. (EFE)
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La invasión de Ucrania está ahogando a las familias por la espiral inflacionista que ha generado. Hay pocas dudas sobre cómo la guerra está en la base de la escalada del IPC, pero lo que no está tan claro es hasta qué punto las empresas están aprovechando las subidas de precios para elevar sus márgenes, ya que no existen estadísticas completas sobre beneficios. Pero sí existen algunos indicadores que permiten hacer una aproximación fiable: los dos mejores son el impuesto sobre sociedades y la Central de Balances del Banco de España. Lo que muestran ambos indicadores es que las empresas están aprovechando el episodio inflacionista actual para elevar sus beneficios y recuperar los márgenes que perdieron durante la pandemia.

En cuanto al pago de impuestos con cargo a los resultados, los datos de la Agencia Tributaria muestran que, hasta el mes de octubre (tras el segundo pago fraccionado del año), las empresas han abonado casi 37.000 millones de euros. Se trata de la segunda cifra más alta de la serie histórica, solo superada por la recaudación excepcional del año 2007, en pleno pico de la burbuja, cuando los beneficios empresariales salían de debajo de las piedras y los ladrillos.

Foto: Trabajador en una fábrica de automóviles. (EFE/Francisco Guasco)

Sin embargo, una parte de esta recaudación se debe a los beneficios del año 2021 declarados en las cuentas anuales cerradas en 2022. Para localizar los beneficios exclusivos de 2022, lo más útil es observar los pagos fraccionados, que son impuestos abonados por adelantado con cargo a los resultados del ejercicio en curso. Las empresas realizan tres pagos fraccionados a lo largo del año (abril, octubre y diciembre) que van ajustando en función de la evolución de sus beneficios.

Hasta el segundo pago fraccionado de este año, las empresas han abonado nada menos que 23.500 millones de euros, según la estadística de recaudación mensual de la Agencia Tributaria. Se trata de la cifra más alta de toda la serie histórica. Si bien es cierto que el tipo impositivo aplicable al tipo fraccionado ha ido variando en el tiempo (actualmente es del 23% y en 2007 era del 18%), también lo es que la normativa no se ha modificado desde 2016 y la recaudación se está disparando este año.

El crecimiento del ingreso tributario solo se explica por el gran incremento que están experimentando los beneficios empresariales en un contexto de elevada inflación. De hecho, los pagos fraccionados de este año apuntan a que los resultados empresariales están superando a los que había antes de la pandemia. En concreto, los pagos a cuenta de este ejercicio superan en más de 6.000 millones los del año 2019, con datos hasta octubre (beneficios hasta septiembre). Esto supone un crecimiento de nada menos que del 35% respecto a los niveles previos a la pandemia y un 19% más que en 2021. Así lo explica la Agencia Tributaria: “El aumento generalizado [del pago del impuesto] en todas las empresas indica también una mejora de los beneficios”.

Este indicador no deja lugar a dudas sobre el gran ritmo de crecimiento que han adquirido los beneficios empresariales en este ciclo inflacionista. Las empresas están aprovechando la espiral de precios para reconstruir los márgenes que perdieron durante la pandemia, e incluso para recuperar una parte de los beneficios perdidos. Esto explicaría que la inflación se haya trasladado con tanta intensidad desde los productos energéticos a toda la cesta de bienes y servicios que consumen los hogares. De hecho, la inflación de los productos energéticos probablemente ya sea inferior a la inflación del resto de productos (en octubre era del 8%, frente al 7,1% del resto de la cesta de la compra).

La Central de Balances del Banco de España constata también un gran crecimiento de los beneficios empresariales. Esta estadística cuantifica el crecimiento de las ganancias, pero con el problema de que la muestra trimestral está sesgada hacia las grandes empresas con pocas pymes incorporadas todavía (hasta que no se publiquen los datos anuales). En concreto, el BdE muestra que el beneficio ordinario neto (antes de extraordinarios y de impuestos) se ha disparado un 95% hasta septiembre respecto al mismo periodo del año 2021. Este gran crecimiento permite constatar que las empresas están aprovechando el ciclo inflacionista para apuntalar sus márgenes.

Sin embargo, si se compara con los resultados del año 2019, el crecimiento de los beneficios y de la masa salarial es similar: las ganancias han crecido algo más de un 3% y la masa salarial, un 4%. Esto significa que, en términos agregados, el incremento de los márgenes sobre valor añadido ha servido para recuperar los niveles de 2019, ya que en 2020 las empresas sacrificaron sus resultados para mantener el empleo. Si se descuenta la inflación acumulada durante este periodo, que se sitúa en el 12%, se constata que tanto empresas como trabajadores han perdido renta real durante este periodo como consecuencia del incremento de los costes de importación, en especial de los productos energéticos.

Eléctricas y energéticas

Los resultados empresariales están siendo muy heterogéneos por sectores empresariales, pero todas, tanto las grandes como las pequeñas, están elevando sus márgenes. Por ejemplo, las pymes han abonado casi 2.700 millones de euros en pagos fraccionados del impuesto sobre sociedades, la cifra más alta de la historia, que supera en un 15% la cuantía abonada en el mismo periodo de 2019.

Foto: Pedro Sánchez conversa con Ana Botín (d) y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sanchez Galán (de espaldas). (EFE/Mariscal)

Sin embargo, las empresas que realmente han disparado su facturación son las grandes compañías que hacen su declaración como grupos consolidados (esto es, una matriz empresarial). En lo que va de año, han abonado ya 13.000 millones de euros, esto es, desde la pandemia han disparado un 45% su contribución. El informe mensual de recaudación de la Agencia Tributaria explica que la mayor parte del crecimiento del impuesto se debe a la contribución de las empresas energéticas y bancarias. Esto es, los dos sectores que más están aprovechando la espiral inflacionista (tanto precios como tipos de interés).

La Agencia Tributaria explica que, de los 10 grupos empresariales que más pagan a Hacienda (todos menos dos son bancos o energéticas), algunos han disparado su contribución en 2,5 veces respecto al año anterior. Esto es, sus pagos a cuenta son más del doble que los de 2021. Aunque sin mención expresa, la Agencia Tributaria se refiere a Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell. Estos grupos bancarios y energéticos son, además, a quienes va dirigido el nuevo gravamen sobre sus ingresos extraordinarios por la crisis, que tramita el Senado y está a punto de aprobarse.

En total, estas empresas han aportado 2.400 millones de euros más en lo que va de año, tras ganar cerca de 25.000 millones de euros más en este periodo, según las cuentas que han remitido a la CNMV. Hacienda les exigirá un esfuerzo adicional durante los dos próximos años que estima en 3.600 millones de euros. Sin embargo, las propias empresas confían en que su factura fiscal sea finalmente más baja, gracias a una enmienda del PNV y PDeCAT incorporada en el Senado.

También el resto de las grandes empresas no grupo están pagando muchos más impuestos, en concreto, un 26% más que antes de la pandemia.

La ausencia de una estadística completa de beneficios empresariales es un problema, ya que impide que se pueda conocer con exactitud cómo se reparte la renta del país. Por ejemplo, es probable que los resultados estén siendo muy diferentes en función de los sectores. Lo que está claro, a partir de los datos de la Agencia Tributaria y del Banco de España, es que los beneficios están creciendo más rápido que los salarios. La masa salarial de los tres primeros meses del año aumentó un 6,5% (incluyendo subidas de salarios y nuevas contrataciones) frente al 19% de incremento de los pagos fraccionados. Y, si se compara con los datos previos a la pandemia, la masa salarial es un 6% superior, mientras que el pago de impuestos empresariales se ha disparado un 35%.

La invasión de Ucrania está ahogando a las familias por la espiral inflacionista que ha generado. Hay pocas dudas sobre cómo la guerra está en la base de la escalada del IPC, pero lo que no está tan claro es hasta qué punto las empresas están aprovechando las subidas de precios para elevar sus márgenes, ya que no existen estadísticas completas sobre beneficios. Pero sí existen algunos indicadores que permiten hacer una aproximación fiable: los dos mejores son el impuesto sobre sociedades y la Central de Balances del Banco de España. Lo que muestran ambos indicadores es que las empresas están aprovechando el episodio inflacionista actual para elevar sus beneficios y recuperar los márgenes que perdieron durante la pandemia.

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