Los retrasos de vuelos por papeleo se multiplican por veinte con el covid

En plena recuperación del sector aéreo, aparecen temores inesperados. Como es lógico, según aumenta el número de vuelos, aumentan las congestiones. El nivel de retrasos continúa siendo razonable, pero el sector sigue de cerca cualquier anomalía que pueda suponer algún problema en el futuro. Si algo está demostrando la salida de los confinamientos, es que la recuperación poscovid está plagada de cuellos de botella y atascos.

Las causas de la congestión aérea pueden venir por muchos factores. Algunos tienen que ver con la navegación aérea (retrasos en las solicitudes de despegue, picos de demanda en el aterrizaje, temporales…) y otros con la gestión interna de aeropuertos y aerolíneas (problemas técnicos con el avión, limpieza de las naves, repostaje de combustible…). Entre estos, hay una cuestión que ha estado ganando protagonismo: el papeleo.

Según datos de la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontol), los retrasos arraigados en la categoría de trámites relacionados con ‘inmigración, aduana y sanidad’ se han multiplicado entre 10 y 20 veces a lo largo de la pandemia. Se trata de una categoría dentro de las estadísticas de Eurocontrol que reúne toda la revisión de documentación en distintos puntos de control del trayecto. Dentro de este grupo, entra la revisión de los documentos relacionados con el coronavirus. Desde la organización, subrayan en un informe a cierre de verano que este es precisamente el factor que está disparando la contribución de esta categoría a los retrasos en los vuelos de salida.

Los últimos datos disponibles sobre esta tendencia se refieren a los vuelos operados dentro del espacio aéreo europeo y analizan los retrasos que se originan a la salida del viaje (es decir, que se deben a cuestiones que gestionan las aerolíneas y aeropuertos). Las cifras son a cierre de julio y muestran ligeros descensos tras épocas de apertura como la de primavera de este año, pero el factor ha sostenido niveles más altos que lo habitual durante toda la pandemia.

Es cierto que los retrasos han sido mucho menores con el coronavirus. No en vano, a menos vuelos, menos retrasos. Según datos de Eurocontrol, si en julio de 2019 la media de retrasos en la salida de vuelos era de unos 17,77 minutos por vuelo, en julio de 2021 este dato sigue todavía en los 10,5 minutos por vuelo. Una cifra menor, pero que ya apunta a una recuperación paulatina, a la par que la propia vuelta a la normalidad del sector aéreo.

Sin embargo, si bien el papeleo por ‘inmigración, aduana y sanidad’ se había mantenido en un 1% del total de las causas que contribuían a los retrasos, con el comienzo de la pandemia se han estado registrando cuotas de hasta el 21% por culpa de este factor. Aun cuando estos cuellos de botella se han reducido, los niveles de retrasos por esta causa todavía se han mantenido en la franja del 10%-15%.

Hasta ahora, gran parte de la recuperación ha venido de la mano del turismo nacional, o al menos dentro de la Unión Europea. En el caso de España, además, se ha mantenido la afluencia de turistas británicos, aunque su proporción ha decrecido respecto a los años previos al estallido de la pandemia. En este contexto, los viajeros utilizan el certificado digital covid aunque luego cada país tiene su ‘passenger location form’. Un documento que en España está estandarizado por la aplicación del Spain Travel Health, pero que en otros países es manual.

La gestión de estos documentos recae sobre las aerolíneas antes de la salida de los vuelos, aunque luego a la llegada también haya otro control por parte de las autoridades sanitarias de cada destino. Por ejemplo, en España, el ministerio lo tiene externalizado a Aena.

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Desde Eurocontrol, explican que estas congestiones se dan, en gran parte, en el proceso de ‘check in’, cuando los responsables revisan si los pasajeros tienen las combinaciones adecuadas de los test y los certificados correctos de vacunas. Desde el organismo, se detalla que no es siempre una cuestión de si los pasajeros llegan tarde o temprano, sino de que se producen muchas colas para pasar estos chequeos. Además, matizan que esta estadística es solo una parte de los retrasos relacionados con el papeleo del coronavirus, ya que en muchas rutas los pasajeros tienen que pasar también por controles al llegar a su destino.

Teniendo en cuenta que cada vez se están abriendo más rutas de largo recorrido (como es el caso de EEUU este noviembre), ¿hay riesgo de que la congestión por papeleo aumente? Javier Gándara, presidente de la patronal de aerolíneas ALA, opina que “es tan sencillo como que los gobiernos lleguen a un acuerdo”. “Es un tema de reciprocidad”, argumenta. “Estandarizar y automatizar este tipo de trámites hará los viajes más fáciles a todos los viajeros”.

En este contexto, avisa de la importancia de no complicar la recuperación aérea, ya que una mala gestión de los aeropuertos podría causar rechazo entre los turistas, además del desajuste de los vuelos en conexión si se producen retrasos en puntos concretos del trayecto. En este sentido, Gándara pone el foco también sobre otras cuestiones paralelas, como el Brexit. Siendo Reino Unido uno de los mayores emisores de turistas a España, los viajeros tienen ahora no solo que pasar por las máquinas del ABC System que ya había antes, sino que también tienen que pasar por un control posterior de policía para revisar manualmente los documentos. Desde ALA, piden más policía nacional para que no se produzcan retrasos en los vuelos. “En plena recuperación del turismo, no nos podemos permitir el golpe de estas congestiones”, zanja.