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Las cicatrices de la crisis: aún faltan 720.000 empleos para volver al nivel precovid
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EL EMPLEO PÚBLICO CRECE CASI UN 9%

Las cicatrices de la crisis: aún faltan 720.000 empleos para volver al nivel precovid

La economía se recupera, pero algunas cicatrices económicas siguen visibles. En particular, en relación al nivel de empleo. Faltan todavía unos 720.000 puestos de trabajo

Foto: Una oficina de empleo, en una imagen de archivo. (EFE)
Una oficina de empleo, en una imagen de archivo. (EFE)
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Aunque todavía quede un largo camino para vencer la pandemia, la fase más dura del coronavirus va quedando atrás, pero sus cicatrices económicas siguen ahí. Muchas se han ido superando a medida que las restricciones a la movilidad se han levantado, pero otras se manifiestan todavía con toda crudeza en términos de empleo.

Tres datos lo ponen de relieve. Por un lado, el número de trabajadores acogidos a un expediente de regulación temporal de empleo se sitúa todavía en 272.190 (llegaron a ser más de tres millones) pese al repunte de la actividad turística; por otro, el número de autónomos que reciben prestaciones extraordinarias a cargo de la Seguridad Social se situó en agosto en 222.736, y, por último, en términos de ocupación aún faltan 225.000 afiliados para alcanzar los niveles de antes de la pandemia si se excluye el empleo público.

En total, casi 720.000 puestos de trabajo que a estas alturas, de una u otra manera, siguen afectados por la crisis desencadenada por el coronavirus, sin contar el empeoramiento de las expectativas de empleo que se ha producido en los últimos 18 meses, los más convulsos de la vida española en su reciente historia. No solo desde el punto de vista de la salud pública, sino, también, del empleo. Ni tampoco el empleo que se hubiera podido crear si el ritmo de crecimiento del PIB hubiera continuado su tendencia, interrumpida de forma brusca en marzo de 2020.

Las cifras, en cualquier caso, hubieran sido todavía peores si no hubiera sido por la actuación del sector público, que ha contribuido de forma relevante a la creación de empleo, fundamentalmente en sectores esenciales, y que el sector privado no estaba en condiciones de cubrir por la fuerte caída de la demanda, tanto interna como externa. En concreto, según las cifras de la Seguridad Social, las distintas administraciones han creado 228.200 empleos desde febrero de 2020, lo que da idea de su importancia. El pasado mes de julio (los datos de agosto no están disponibles), 2,79 millones de trabajadores estaban registrados en los distintos inventarios de los entes públicos, lo que significa un incremento del 8,9% respecto de hace 15 meses.

Las comunidades autónomas, con alguna diferencia, han sido quienes más empleo público han generado, lo cual es coherente con el hecho de que tienen asumidas las competencias de sanidad y educación, que es donde se ha creado más ocupación. Hoy, el 60% del empleo público es responsabilidad de las regiones, mientras que la Administración central apenas supone el 13,4%. El resto es competencia de las corporaciones locales, que son las que menos puestos de trabajo han creado pese a tratarse de las administraciones públicas más saneadas.

Altibajos en el empleo

En términos desestacionalizados, que es como mejor se mide el mercado laboral, ya que elimina los factores de calendario, el empleo tocó fondo en abril de 2020, cuando el número de afiliados a la Seguridad Social se situó en 18,36 millones, un nivel que no se conocía desde 2017, pero desde entonces el crecimiento ha sido continuo, con altibajos vinculados a las sucesivas oleadas, hasta alcanzar 19,47 millones el pasado mes de agosto.

El futuro, sin embargo, no está exento de incertidumbres. Aunque la economía crecerá de forma robusta este año (en torno al 6%), las cicatrices han sido tan profundas que aún hay, como se ha dicho, más de 272.000 trabajadores acogidos a un ERTE en cualquiera de sus formulaciones. Es por eso por lo que Funcas sostiene que el reto en los próximos meses, una vez finalizada la temporada de mayor actividad turística, “será que continúe el proceso de retorno al empleo de los trabajadores que aún permanecen en situación de ERTE”. Funcas estima que la cifra actual se encuentra ya muy cerca del mínimo que constituye el "núcleo duro irrecuperable''.

Es decir, hay riesgo de que un número relevante de trabajadores en ERTE acabe en un ERE, que supone la extinción del contrato de trabajo (ahora, tanto la nómina como las cotizaciones las paga el Estado). Y aquí está, precisamente, la próxima gran discusión entre Gobierno, sindicatos y patronal. Como se sabe, la protección del Estado finaliza legalmente el 30 de septiembre, por lo que toca negociar qué se hará con esos colectivos de muy difícil reinserción laboral una vez ha terminado la temporada turística y no han conseguido un empleo.

Foto: Un hombre entra a una oficina de empleo. (EFE)

A ellos habrá que sumar quienes una vez finalizado el verano se quedarán sin su puesto de trabajo, lo cual lleva a un escenario muy complejo. En el Ministerio de Seguridad Social, del ministro Escrivá, se quieren eliminar o, por lo menos, rebajar los incentivos para mantenerse en un ERTE, pero enfrente están los sindicatos y los propios empresarios, que pretenden mantener el esquema actual, aunque se aprueben algunas modificaciones de pequeño calado.

Hay que tener en cuenta que de las 100 actividades económicas que se clasifican, dos, servicios de comidas y bebidas (65.373 trabajadores en ERTE) y servicios de alojamiento (39.091), concentran el 38% de los trabajadores protegidos por un ERTE. Canarias y Baleares siguen siendo las que más trabajadores protegidos concentran, a pesar de la disminución durante agosto por la llegada de la temporada alta. En concreto, Las Palmas es la provincia con más trabajadores, nada menos que el 6,3% de sus afiliados, seguida de Santa Cruz de Tenerife, con un 5,5%, y Baleares, con un 4%. Estos son los trabajadores de más difícil reinserción.

Aunque todavía quede un largo camino para vencer la pandemia, la fase más dura del coronavirus va quedando atrás, pero sus cicatrices económicas siguen ahí. Muchas se han ido superando a medida que las restricciones a la movilidad se han levantado, pero otras se manifiestan todavía con toda crudeza en términos de empleo.

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