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Europa se asoma a una nueva contracción por los rebrotes y las duras restricciones
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La movilidad apunta a una recaída

Europa se asoma a una nueva contracción por los rebrotes y las duras restricciones

Los datos del PIB del cuarto trimestre de 2020 muestran cómo la recuperación se frenó en seco por los rebrotes y en el inicio de 2021 la movilidad sigue cayendo a mínimos desde el confinamiento

Foto: Una tienda turística cerrada en el centro de Paris. (Reuters)
Una tienda turística cerrada en el centro de Paris. (Reuters)
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Francia está muy cerca de caer en recesión en el primer trimestre de 2021; esto es, la suma de dos trimestres consecutivos de destrucción de PIB. En el cuarto trimestre de 2020 sufrió una dura recaída, del 1,3%, como consecuencia de las duras restricciones decretadas desde noviembre para combatir la segunda ola. El país redujo la movilidad hasta niveles que no se veían desde el confinamiento; todos los esfuerzos económicos no consiguieron doblegar la curva de contagios, pero sí la de la recuperación. El PIB sufrió un fuerte desplome que se está extendiendo a 2021 porque las restricciones a la movilidad siguen en vigor. Con el mes de enero ya perdido y muy malas previsiones para febrero, las esperanzas de Francia de escapar de la recesión se están desvaneciendo. Todo apunta a que sumará dos trimestres consecutivos en negativo, lo que se conoce técnicamente como recesión.

La situación del país galo es la más delicada de toda Europa, pero el resto del continente no está mucho mejor. Algunos países que consiguieron retrasar las restricciones en el cuarto trimestre de 2020 se han encontrado con una situación sanitaria límite que los ha obligado a endurecerlas con dureza en el inicio del año. Es el caso, por ejemplo, de Alemania o los Países Bajos. Esto significa que podrían escapar de la recesión si el cierre del cuarto trimestre de 2020 es positivo, pero difícilmente evitarán una recaída de la actividad en este inicio del año.

Foto: Imagen del centro de Madrid durante la temporada de compras navideñas. (EFE)

Esta semana ha comenzado la publicación de las primeras estimaciones del PIB del último trimestre de 2020 por parte de los distintos institutos de estadística nacionales. Los datos han certificado la muerte de las expectativas más optimistas, que apuntaban a una rápida recuperación en V. Después del fuerte repunte del verano, los rebrotes del virus cortaron totalmente el crecimiento y lo han dejado pospuesto hasta que la situación sanitaria se recupere. Al igual que Francia, Austria está también muy cerca de la recesión, después de que su economía se contrajese un 4,3% en el cierre del año. Un gran batacazo que fue consecuencia de la caída del consumo por las restricciones y también por el menor impulso desde el sector público.

Las pobres cifras del cierre del año nada tienen que ver con el fuerte crecimiento experimentado durante el verano, tras la desescalada. En esos meses se registraron tasas trimestrales de recuperación de doble dígito en la mayoría de países europeos, pero este repunte fue solo un espejismo. El resultado de la reapertura. Para Europa, la 'nueva normalidad' significa mantener unos niveles de actividad alejados de los que había antes de la crisis y que tienen que convivir con restricciones que vuelven recurrentemente cada vez que las curvas de contagios se disparan.

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La principal economía de la eurozona, Alemania, se estancó en el cuarto trimestre del año, con un pírrico crecimiento del 0,1% respecto a los tres meses anteriores. Es importante tener en cuenta que el primer mes tras la desescalada, julio, fue todavía negativo para las economías europeas. Por el contrario, el primer mes del cuarto trimestre, octubre, fue de relativa normalidad en todos los países salvo España. De hecho, fue el mes en el que se lograron los mejores datos de empleo y de consumo registrados tras la pandemia. Esta comparativa favorable de octubre frente a julio explica por qué los datos del cuarto trimestre no han sido peores.

Sin embargo, lo que hacen es añadir más presión sobre los datos del inicio de 2021, ya que las restricciones de este enero complican gravemente la comparativa respecto a octubre. Con estas cifras sobre la mesa, parece que solo un mes de marzo muy positivo podría evitar una recaída trimestral del PIB en el inicio del año. Recaída que significará recesión para los países que hayan cerrado en negativo el cuarto trimestre de 2020.

placeholder Berlín, vacío por las restricciones del coronavirus. (Reuters)
Berlín, vacío por las restricciones del coronavirus. (Reuters)

Además, los países flexibilizaron las restricciones durante las Navidades para permitir la campaña de ventas y permitir el reencuentro familiar durante las fiestas. El resultado de esa estrategia es una multiplicación de los casos que ha obligado a implementar duras restricciones. En algunos países europeos, la caída de la movilidad en locales comerciales en enero ha sido tan profunda como la que ocurrió durante el Gran Confinamiento.

Uno de los casos es Alemania, donde la asistencia a locales de hostelería y comercio se está desplomando estos días un 60% respecto a los niveles previos a la pandemia. Esta cifra es similar a la registrada en los peores momentos de la primera ola. Los datos también son muy malos en los Países Bajos, con un desplome de la movilidad comercial superior al 55%, cifra que no se llegó a alcanzar durante el primer confinamiento.

La drástica caída de la presencia en zonas comerciales y de hostelería explica la gran preocupación de los gobiernos con los datos del PIB en el inicio del año. Esta tercera ola está siendo mucho más severa que la segunda, lo que anticipa un golpe más duro sobre la economía. Además, el trimestre ha empezado con mucha menos inercia de lo que lo hizo el cuarto trimestre de 2020. Datos, todos ellos, que apuntan en una misma dirección: la de la recaída económica en la eurozona.

Francia está muy cerca de caer en recesión en el primer trimestre de 2021; esto es, la suma de dos trimestres consecutivos de destrucción de PIB. En el cuarto trimestre de 2020 sufrió una dura recaída, del 1,3%, como consecuencia de las duras restricciones decretadas desde noviembre para combatir la segunda ola. El país redujo la movilidad hasta niveles que no se veían desde el confinamiento; todos los esfuerzos económicos no consiguieron doblegar la curva de contagios, pero sí la de la recuperación. El PIB sufrió un fuerte desplome que se está extendiendo a 2021 porque las restricciones a la movilidad siguen en vigor. Con el mes de enero ya perdido y muy malas previsiones para febrero, las esperanzas de Francia de escapar de la recesión se están desvaneciendo. Todo apunta a que sumará dos trimestres consecutivos en negativo, lo que se conoce técnicamente como recesión.

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