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España recupera el 70% del empleo perdido por la crisis, pero aún falta un millón
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tardarÁ 14 años en volver a los niveles de empleo de 2007

España recupera el 70% del empleo perdido por la crisis, pero aún falta un millón

Recuperar el terreno perdido obliga a un largo camino. España ya ha logrado recuperar el 70% del empleo destruido, pero aún debe crear otro millon de empleos para volver a 2007.

Foto: Foto de archivo de una oficina de empleo. (REUTERS)
Foto de archivo de una oficina de empleo. (REUTERS)

La economía española continúa recuperando el terreno perdido durante los años de crisis y recesión. Entre el tercer trimestre de 2007, que marca el máximo nivel de empleo (20,57 millones de ocupados), y el primero de 2014, cuando se alcanzó el mínimo (16,95 millones de empleos) se perdieron 3,62 millones de puestos de trabajo, pero la recuperación de la actividad económica ha permitido crear más de 2,61 millones de empleos.

Eso significa que faltan aún algo más de un millón de puestos de trabajo para volver a los máximos niveles de ocupación. Una cifra que se alcanzará, si se mantiene al ritmo actual de creación de puestos de trabajo (alrededor de medio millón al año), a principios de 2021. Es decir, que España habrá necesitado 14 años para volver al punto de partida.

Si la comparación se hace respecto del desempleo, los resultados son más elocuentes. El año pasado se cerró con algo más de 3,3 millones de parados, lo que representa el 14,45% de la población activa. Es decir, casi el doble del 7,93% que se llegó a alcanzar en el segundo trimestre de 2007, cuando la economía española crecía por encima del 4% empujada por el crédito y la burbuja inmobiliaria.

Los datos de la Encuesta de Población activa correspondientes al conjunto de 2018 ponen de relieve que el ritmo de creación de empleo se mantiene robusto, con una tasa anual del 2,9%, incluso por encima de lo que está creciendo la economía (un 2,4%), lo que refleja que un modelo de crecimiento intensivo en creación de empleo.

Ahora bien, con una diferencia respecto de otros ciclos alcistas. El empleo a tiempo parcial, es decir aquel con una duración inferior a la jornada habitual de trabajo, crece de forma significativa. En concreto, el porcentaje de personas ocupadas que trabaja de forma parcial subió nueve décimas durante el último trimestre de 2018, hasta representar el 14,80% del total de la ocupación.

Aun así, en los 12 últimos meses el empleo a tiempo completo, que incluye los temporales, se incrementó en 476.800 personas, mientras que el empleo a tiempo parcial avanzó en 89.400 nuevos ocupados. Eso significa que en la actualidad 2,89 millones de trabajadores están ocupados a tiempos parcial, mientras que otros 4,41 millones tienen un contrato de naturaleza temporal. Es decir, de los 16,45 millones de asalariados, algo más de 7,30 millones tienen contrato temporal o parcial, lo que representa el 44% del total de trabajadores por cuenta ajena.

Terreno perdido

La EPA de 2018 refleja con claridad la dureza de la crisis sobre el empleo. La tasa de actividad, es decir, los ocupados y los parados respecto a la población total mayor de 16 años ha retrocedido nuevamente hasta el 58,61%, la diferencia es pequeña respecto del año anterior, 19 centésimas, pero refleja las dificultades de la economía española para recuperar el terreno perdido en un contexto de sólido crecimiento económico.

Ni siquiera creciendo la economía alrededor del 2,7% en media anual, España es capaz de avanzar en términos de tasa de actividad. La tasa, de hecho, todavía se encuentra lejos del 60,55% del tercer trimestre de 2012, cuando avanzó de forma significativa, pero no por la creación de empleo, sino, por el contrario, por el elevado número de parados. Muchos de esos desempleados, una vez que dejaron de cobrar el seguro de paro, se alejaron del mercado laboral, lo que explica que la tasa de actividad se sitúa todavía hoy por debajo de los niveles anteriores a la crisis.

Esto es así porque mientras el número de activos (los ocupados y los parados) avanza a un ritmo anual del 0,46% (tasa muy influida por la evolución demográfica), el número de inactivos crece un 1,25%, lo que explica las dificultades de la economía española para hacer crecer su fuerza laboral.

Tan sólo en el último trimestre de 2018, la población activa experimentó un incremento de 14.900 personas, hasta alcanzar 22,86 millones. Pero mientras que el número de mujeres activas subió en 59.600, el de hombres bajó en 44.800. Por nacionalidad, el número de activos disminuye a un ritmo trimestral de 58.800 entre los españoles y aumenta en 73.600 entre los extranjeros

Esta evolución de la demografía, entre otras cosas, es lo que explica el moderado avance en el número de nuevos hogares, una variable básica desde el punto de vista económico, ya que determina el consumo o la inversión en vivienda, que siempre lleva aparejado gasto en equipamiento doméstico. Y lo que dice la EPA es que en 2018 el número de nuevos hogares creció en 95.300, muy lejos de los 500.000 que se llegaron a crear en los años anteriores a la crisis.

La economía española continúa recuperando el terreno perdido durante los años de crisis y recesión. Entre el tercer trimestre de 2007, que marca el máximo nivel de empleo (20,57 millones de ocupados), y el primero de 2014, cuando se alcanzó el mínimo (16,95 millones de empleos) se perdieron 3,62 millones de puestos de trabajo, pero la recuperación de la actividad económica ha permitido crear más de 2,61 millones de empleos.

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