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España es el segundo país europeo que más rápido aumenta la deuda pública
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El descontrol de las cuentas públicas

España es el segundo país europeo que más rápido aumenta la deuda pública

En los últimos cuatro trimestres ha acumulado 42.300 millones de euros más a la montaña de deuda, solo en Francia crece más rápida. Equivale al 3,5% del PIB, el tercer peor dato de Europa

Foto: El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy saluda al presidente, Pedro Sánchez. (Reuters)
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy saluda al presidente, Pedro Sánchez. (Reuters)

España tiene un grave problema de deuda pública pese a que la clase política se empeñe en menospreciarlo. Los datos de Eurostat sacan los colores a los gestores españoles, de todo signo, que están más empeñados en aprobar Presupuestos expansivos que en reducir el déficit estructural. Entre el tercer trimestre de 2017 y el de 2018, España elevó su deuda pública en nada menos que 42.327 millones de euros. Se trata del segundo peor dato de toda la eurozona, solo por detrás de Francia, que elevó su deuda en 53.117 millones.

Tal ritmo de incremento de la deuda ha provocado que España haya agotado la mayor parte de su ciclo expansivo sin conseguir reducir su endeudamiento, esto es, la ratio de deuda sobre el PIB. Mientras tanto, el país sigue acumulando cada minuto deuda que tendrán que pagar las generaciones futuras. Este incremento se debe íntegramente a la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy, ya que se trata de sus cuentas públicas y la mayor parte de la ejecución se realizó durante su mandato.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Si se miden los datos como porcentaje del PIB (para ajustar los datos al tamaño del país), España también se sitúa en el vagón de cola. Este incremento de la deuda de 42.300 millones de euros equivale al 3,5% del PIB, lo que supone el tercer mayor incremento de toda la eurozona, solo por detrás de Grecia y Chipre. Esto es, si se excluyen los dos estados con mayores problemas en sus cuentas públicas, España es el peor país europeo en términos de deuda. Una posición que refleja bien la magnitud del problema al que se enfrenta el país.

En este periodo de tiempo, la deuda del conjunto del euro apenas aumentó un 0,9% del PIB, esto es, cuatro veces menos que en España. Y hay países en los que la deuda pública ya se está reduciendo. El caso más llamativo es el de Alemania, que ha recortado 51.900 millones de su pasivo en el último año.

España ha agotado la mayor parte de su ciclo expansivo sin conseguir reducir su endeudamiento, esto es, la ratio de deuda sobre el PIB

La comparativa con el resto de grandes países del euro es muy mala para España. Francia aumentó su deuda el equivalente al 2,3% de su PIB e Italia un 2,2%, esto es, un punto menos que España. Por cada 100 euros de nueva deuda pública de la eurozona, 41 corresponden a España y 51, a Francia. Pocos datos evidencian mejor la montaña de deuda que está levantando el país.

Tiempo perdido

El crecimiento extraordinariamente alto que ha conseguido España en los últimos años maquilla la gravedad de estos datos. El avance del PIB nominal se sitúa en el entorno del 4%, unas tasas que difícilmente podrán mantenerse en los próximos años. Esto significa que el ajuste de la ratio deuda/PIB logrado por el incremento del denominador tiene los días contados. A medida que el ritmo de la economía se ralentice, España tendrá más difícil recortar su endeudamiento.

Foto: La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá (d), la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (c), y la de Economía, Nadia Calviño. (EFE)

Según el último dato publicado por Eurostat, correspondiente al tercer trimestre de 2018, la deuda pública de España se situó en el 98,3% del PIB. Esto significa que en el último año solo se ha reducido la ratio de endeudamiento en una décima. Una cuantía claramente insuficiente para un país en plena expansión económica y que está cerrando su brecha del producto ('output gap').

Otros países están realizando este ajuste mucho más rápido. Por ejemplo, el conjunto de la eurozona ha recortado su deuda el equivalente al 2,1% de su PIB, y eso que las tasas de crecimiento en el resto de estados son inferiores. España ha desperdiciado estos años de expansión aumentando su deuda hasta convertirla en la gran vulnerabilidad del país. De hecho, este ritmo de incremento de la deuda, superior al 3,5% del PIB, es insostenible a medio plazo a medida que las tasas de crecimiento se vayan aproximando al potencial de la economía española, que está por debajo del 1,5%.

Este ritmo de incremento de la deuda, superior al 3,5% del PIB, es insostenible a medio plazo a medida que se agote el ciclo expansivo actual

El principal problema reside en las cuentas de la Seguridad Social. Según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el déficit estructural supera los 15.000 millones de euros y podría triplicarse en las próximas décadas. A esto hay que sumar el déficit próximo a los 15.000 millones de euros con los que cerrará el año la Administración central. Esta cuantía también se puede considerar estructural si se tiene en cuenta que se produce en el año en que la economía española llega a su equilibrio (cierre del 'output gap').

[Las pensiones se han comido el gasto en educación y cultura]

Si los gobiernos no adoptan medidas para equilibrar las cuentas públicas, España seguirá acumulando miles de millones de euros de deuda cada año. En 2019, el Tesoro emitirá nada menos que 35.000 millones de euros de nueva deuda para financiar las necesidades de tesorería de las diferentes administraciones. Casi la mitad, 15.000 millones, irá destinada a financiar el déficit de la Seguridad Social. No solo eso, también sacará 3.700 millones del Fondo de Reserva (la hucha de las pensiones), lo que significa elevar la deuda neta del país.

En suma, la deuda del conjunto de las administraciones públicas volverá a incrementarse entre 30.000 y 35.000 millones de euros en 2019, una cuantía similar a la del ejercicio anterior, y esta vez la culpa sí será íntegramente del Gobierno de Pedro Sánchez. Este aumento de la deuda se producirá en plena desaceleración de la economía y con los tipos de interés en el 0%. ¿Qué ocurrirá con las maltrechas cuentas públicas si el escenario se deteriora repentinamente?

España tiene un grave problema de deuda pública pese a que la clase política se empeñe en menospreciarlo. Los datos de Eurostat sacan los colores a los gestores españoles, de todo signo, que están más empeñados en aprobar Presupuestos expansivos que en reducir el déficit estructural. Entre el tercer trimestre de 2017 y el de 2018, España elevó su deuda pública en nada menos que 42.327 millones de euros. Se trata del segundo peor dato de toda la eurozona, solo por detrás de Francia, que elevó su deuda en 53.117 millones.

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