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El tortuoso camino que le espera a España de rugby (en el césped y en los despachos)
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El tortuoso camino que le espera a España de rugby (en el césped y en los despachos)

Los de Santi Santos arrancan el proceso con incertidumbre por las condiciones en que tendrán que ganarse la plaza para el Mundial. España vuelve a la casilla de salida con esperanza

Foto: Gimeno ensayando para España a principios de año. (EFE)
Gimeno ensayando para España a principios de año. (EFE)

España inicia con optimismo el largo y tortuoso camino hacia el Mundial de Francia 2023. También lo arranca con algunas incertidumbres que tienen más que ver con asuntos de despacho que con lo que ocurre en el césped. Burocracia relacionada con World Rugby, que debe clarificar el sistema de clasificación y, sobre todo, las plazas que se repartirán en cada región. Vamos a explicar cómo respiran los Leones.

Los de Santi Santos comienzan este camino con un partido ante la selección de Occitania. Región francesa del sur del país que comparte los Pirineos con España y que está muy vinculada al rugby con su capital, Toulouse, cuna del rugby champagne, y con ciudades como Montpellier, Perpiñán, Beziers, Mountaban, Albi, Castres, Colomiers, Carcassone, Narbone... Localidades con una extensa tradición oval y muchas de ellas con un legado exitoso en el rugby francés.

Ese será el primer desafío de los Leones en este camino al que le seguirá un enfrentamiento ya con puntos en juego para el ránking, como es el que librarán con Hong Kong en el Central de la Ciudad Universitaria el próximo día 23. Dos partidos que permitirán a Santos seguir viendo jugadores para integrar en el amplio grupo que maneja y probar la versatilidad de muchos de ellos desplazándolos de su posición natural.

Los 16º del ránking mundial

España jugará estos partidos en la mejor posición que ha tenido en su historia en el ránking mundial: el 16º puesto. Eso delata el buen momento de juego de los Leones, que vienen de completar una gira por Sudamérica invictos en la que doblegaron en su casa la mundialista Uruguay, además de ganar en Brasil a la emergente selección anfitriona. Lo que sumado a su crecimiento en el VI Naciones B, donde se ha mostrado por encima de rusos e incluso rumanos, cayendo solo ante una Georgia inaccesible de momento.

placeholder España celebrando la victoria ante Uruguay. (EFE)
España celebrando la victoria ante Uruguay. (EFE)

Esto invita a pensar que el futuro es halagüeño y que pueden competir con solvencia por ganarse una plaza en el próximo Mundial de Francia de 2023. Pero hay un obstáculo que deben salvar sobrevenido del Mundial de Japón: Georgia no fue capaz de conseguir la tercera plaza en su grupo, el D, en el que quedaron por encima potencias como Gales, Australia y Fiyi. Los Lelos ganaron su partido a Uruguay con bonus, lo que les valió para ser cuartos de grupo con 5 puntos, por detrás de Fiyi, que en la tercera posición sumaba 7. Y eso significa que deben ganarse la plaza para el Mundial jugando la clasificación de su región. Es decir, que participarán en el VI Naciones B o Campeonato de Europa como un país más que tiene que buscar el billete mundialista.

En estos momentos World Rugby concede una plaza directa y otra para la repesca al VI Naciones B. Lo que invita a pensar que los georgianos se harían con esa plaza directa y España debería jugarse con Rumanía la de la repesca. Sin embargo, esa distribución de plazas está pendiente de revisión, como ocurre a la finalización de cada Mundial, porque World Rugby se cuida mucho de allanar el camino a las selecciones de segundo nivel que le interesa que estén en la siguiente cita mundialista. Caso, por ejemplo, de las selecciones oceánicas (Fiyi, Tonga y Samoa) que en el pasado proceso clasificatorio se quedaron sin plazas directas. Lo que provocó un cambio en los procesos de clasificación que terminaron por permitir que las tres selecciones jugaran la Copa del Mundo.

"La fase de clasificación más complicada"

Santi Santos, el seleccionador español, tiene una idea de lo que va a pasar al respecto, tal y como señala a El Confidencial. "Estoy seguro de que World Rugby, que quitó a Europa una plaza para dársela a los polinesios -ahora que se ha metido Fiyi- se la devolverá a Europa porque en el fondo World Rugby lo que quiere es que jueguen siempre los mismos. World Rugby es la institución más conservadora que hay y siempre trabaja para que no cambie nada y sigan los mismos. Así que no creo que nos afecte".

placeholder Un partido entre Georgia y España de hace tres temporadas. (EFE)
Un partido entre Georgia y España de hace tres temporadas. (EFE)

Exista una plaza más o una plaza menos de clasificación, Santos tiene claro que no va a ser un camino fácil: "Debemos estar preparados para la fase de clasificación más complicada posible. Georgia, Rumanía, Rusia y hasta Portugal serán rivales complicados. Creo que nosotros no debemos fijarnos nada más que en lo nuestro. Va a ser difícil que nadie piense lo contrario".

El interés por España y Brasil

Hay, además, otra posibilidad que allanaría el camino de los Leones hacia el Mundial. En los despachos de World Rugby, en Dublín, se ha manejado la opción de ampliar el número de participantes a 24. La razón es obvia: ampliar el mercado internacional del rugby y abrir otros mercados. Entre los mercados más atractivos que aún están fuera del radar están Brasil, un país que está descubriendo el deporte oval, y España. Un interés económico y estratégico para contar con dos países de importancia geopolítica que harían crecer el business.

Los países británicos, que siguen siendo los que rigen el devenir de World Rugby, siempre han mirado con recelo a esa ampliación por miedo a perder poder y porque las diferencias en el campo eran siderales. Pero eso ha cambiado. En esta última Copa del Mundo han participado con dignidad equipos como Uruguay, que ganó a Fiyi, o los georgianos que hicieron sudar a los australianos (27-8) durante más de 60 minutos. Y países que no han estado en esta Copa del Mundo como España, Rumanía o Brasil darían tranquilamente el mismo componente competitivo. Lo que unido al atractivo mercantil hacen que la posibilidad de ampliación a 24 países sea real.

placeholder El España-Rumania de este año (Foto: Walter Degirolmo/Ferugby)
El España-Rumania de este año (Foto: Walter Degirolmo/Ferugby)

Con este escenario arrancan los Leones su camino hacia el Mundial 2023. Esperando que World Rugby devuelva a Europa la plaza que les quitó para 'ayudar' a los oceánicos a llegar a Japón, y pendientes de una posible ampliación de participantes en el Mundial.

Decisiones que se tomarán después de que se libre la madre de todas las batallas: la lucha por la presidencia de World Rugby. En mayo de 2020 habrá elecciones y hay dos bloques claramente diferenciados. Uno lo lidera Bill Beaumont, el actual presidente, factotum del rugby inglés tras cuya figura emerge el establishment británico que controla el rugby desde tiempos inmemoriales. El otro, el del rugby emergente y renovador, tiene como referente al argentino Agustín Pichot quien trata de democratizar el deporte oval reduciendo las distancias entre los países del Tier 1 y los del 2 y el 3. Para ello planteó un plan ambicioso como la Liga Mundial, con ascensos y descensos, y lucha por un calendario global en el que los jugadores tengan voz y voto. Y al fondo, los Leones...

España inicia con optimismo el largo y tortuoso camino hacia el Mundial de Francia 2023. También lo arranca con algunas incertidumbres que tienen más que ver con asuntos de despacho que con lo que ocurre en el césped. Burocracia relacionada con World Rugby, que debe clarificar el sistema de clasificación y, sobre todo, las plazas que se repartirán en cada región. Vamos a explicar cómo respiran los Leones.

Santiago Santos
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