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La carrera por el control del rugby español: estos son los movimientos en las trincheras
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las elecciones a la federación han comenzado

La carrera por el control del rugby español: estos son los movimientos en las trincheras

Juan Carlos Martín se presenta como alternativa a Feijoo para "cambiar las estructuras" y "trabajar de verdad la base" con un equipo que va tomando cuerpo ante el silencio de la Federación

Foto: El Seven de España se quedó sin JJOO de Tokio. (EFE)
El Seven de España se quedó sin JJOO de Tokio. (EFE)

Finalizada la Copa del Mundo de Rugby de Japón con su exuberancia y ese glamour mediático tan alejado de lo que es este deporte minoritario en España, toca volver a la realidad. Y eso implica mirar a 2020, año olímpico, lo que significa año de elecciones en las federaciones deportivas. Al tratarse de una federación olímpica, condición que recuperó el rugby en Río 2016, debe cumplir los plazos indicados en la Ley del Deporte, que advierte que "las Federaciones deportivas españolas que vayan a participar en los Juegos Olímpicos de Verano iniciarán sus procesos electorales dentro de los dos meses siguientes a la finalización de los mismos".

Desafortunadamente, España no tendrá representación en los Juegos Olímpicos de Tokio porque sus equipos masculinos y femenino no han conseguido plaza para la cita asiática. Lo cual no le exime de cumplir la ley. Y pendientes de la fecha de celebración de las mismas se han puesto a trabajar ya los diferentes candidatos a la presidencia de la Federación Española de Rugby.

Ha abierto las 'hostilidades', que no son tal, Juan Carlos Martín, Hansen, el candidato que se presenta como alternativa al actual presidente, Alfonso Feijoo. El que fuera presidente del club vallisoletano de El Salvador ya comunicó personalmente a Feijoo su decisión de acudir a las elecciones presentando su candidatura. Se da la circunstancia de que Feijoo ofreció a Hansen en su día la posibilidad de integrarse en su equipo de trabajo, pero el economista, que ocupa un cargo ejecutivo en el Banco Santander, rechazó la oferta debido a sus compromisos laborales.

Sin embargo, Hansen, como le conoce el mundo del rugby, ha terminado dando el paso y se presentará a las elecciones con su propia candidatura. Muchos han sido los que se lo han sugerido en estos años. Su preparación y su talante conciliador e inclusivo le han convertido, desde hace mucho, en la personalidad más 'candidatable' del panorama del rugby español. Y Hansen ha terminado por dar el paso. Feijoo le felicitó y le deseó suerte al conocer su decisión, pero en Ferraz no ha caído nada bien su decisión de convertirse en alternativa y se le recrimina que pasase de no tener tiempo para ayudar al actual presidente a situarse enfrente.

"Cambiar las estructuras"

Esta semana Martín dejaba claro en las redes su posición con un tuit en el que se podía leer: "Estar en Francia 2023 debe ser un objetivo importante. Cambiar las estructuras y apostar de verdad por la base del rugby debe ser una prioridad fundamental si queremos que sea sostenible". "Cambiar las estructuras" y "la base" son dos de los pilares de la apuesta de un Hansen que lleva meses trabajando para armar su ideario y conformar un equipo de trabajo que ya está avanzado.

Son varias las personalidades relevantes del rugby español que se sumarán al equipo del nuevo candidato. Gente que lleva años empujando en la melé del rugby español situándose incluso al lado de los actuales dirigentes de Ferraz. Sin embargo, se han cansado del modus operandi del antiguo régimen que gobierna el rugby español desde hace 20 años, apostando por mantener un status quo que privilegia sus posiciones de poder. Y la aparición de Hansen ha operado un efecto llamada que ha provocado que esas personas apuesten por alinearse con el vallisoletano, ya sea integrándose en su equipo como vicepresidentes, colaboradores o asesores.

Martín ha dejado claro que su idea es "cambiar la estructuras". Y eso pasa por abrir las ventanas y desmantelar la cúpula que gobierna federación desde hace dos décadas formada, más allá de Feijoo, por José María Epalza, José Manuel Moreno y Rafa Sempere, los tres colaboradores más estrechos del presidente. Epalza es la cara del rugby español en el panorama internacional desde hace muchos años y Moreno es el sempiterno secretario federativo y el hombre por cuya mesa pasa todo lo que se cuece en el rugby español. Y luego está la 'oscura' figura de Sempere, quien está blindado por un contrato leonino que complica su salida, y que además de ser el jefe de las finanzas ha ganado peso en los últimos tiempos al convertirse en el actual CEO federativo. Hansen apostaría por un relevo elegante para dar paso a nuevos gestores, mejor preparados, actualizados y conectados en el mundo empresarial y el de la comunicación, campo en el que también tiene atado su futuro equipo de trabajo.

El problema para Hansen es que para desbancar a Feijoo del sillón presidencial tiene que sortear al torticero sistema electoral español de las federaciones deportivas. Al presidente lo elige la Asamblea y el quid de la cuestión es interferir en la elección de los miembros de esa Asamblea, para evitar que todos sean votos comprometidos por el actual presidente. Labores de fontanería que son inevitables si se quiere tener alguna opción de ganar votos en la Asamblea, donde tienen mucho peso colectivos como los árbitros, jugadores y entrenadores. Pero la parte fundamental de los votos procede de las federaciones territoriales y de los clubes, cuya elección es decisiva en el resultado final. En estos días hay movimientos de trincheras a ese respecto. En las elecciones que Cancho ganó a Feijoo, el voto de los árbitros, que cambió a última hora, fue decisivo para la victoria del vallisoletano.

Una melé de dos corrientes

El panorama dibuja un pulso entre el antiguo régimen y la corriente más moderna. A un lado, Feijoo y sus históricos colaboradores con el apoyo de quienes mantienen una posición dominante y de privilegio, al otro quienes quieren modernizar las estructuras, abrir las ventanas de la Federación y jubilar un modus operandi que lleva muchos años instalado en el rugby español. Un grupo de trabajo que asegura la llegada de nuevos y potentes socios en los ámbitos de patrocinio y profesionales de diversos ámbitos empresariales.

Desde fuera se mira con atención las maniobras de nuestro rugby, un mercado muy interesante para la expansión de este deporte. World Rugby, a través de la figura de Agustín Pichot, ya pasó por España y trató de tender puentes con Alfonso Feijoo en un reunión poco fructífera. La relación no se ha reforzado, pero la institución mundial de rugby ha aumentado notablemente la aportación económica para la Federación Española. Sin embargo, en Dublín, donde se encuentra la sede de World Rugby, ha caído bien la aparición de Hansen como candidato alternativo a la actual directiva.

En los próximos meses se irán conociendo esos nombres y las diferentes iniciativas de uno y otro bando para blindar la Asamblea que decidirá quién se sienta en verano en el sillón presidencial. La discreción está siendo el denominador común de las dos candidaturas. No quieren enseñar sus cartas y esperarán hasta el último momento para realizar movimientos evitando dar pistas al rival. Hansen viene fuerte, pero Feijoo cuenta con Epalza, More y Sempere, tres expertos a la hora de cocinar elecciones. Hay partido.

Finalizada la Copa del Mundo de Rugby de Japón con su exuberancia y ese glamour mediático tan alejado de lo que es este deporte minoritario en España, toca volver a la realidad. Y eso implica mirar a 2020, año olímpico, lo que significa año de elecciones en las federaciones deportivas. Al tratarse de una federación olímpica, condición que recuperó el rugby en Río 2016, debe cumplir los plazos indicados en la Ley del Deporte, que advierte que "las Federaciones deportivas españolas que vayan a participar en los Juegos Olímpicos de Verano iniciarán sus procesos electorales dentro de los dos meses siguientes a la finalización de los mismos".

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