El rugby español, camino de la guerra: aumentan las tensiones entre los clubes

En la tarde de ayer se celebró una reunión de los miembros de la Liga Nacional de Rugby, la asociación que reúne a los clubes de División de Honor, divididos en dos grupos. Por un lado, los directores técnicos, que hablaron sobre la conveniencia y los diferentes aspectos de la competición Sub-23 aprobada por la Federación Española de rugby, y por otro los presidentes, para discutir la aprobación de presupuesto para iniciar acciones legales contra la FER por el tema de las retransmisiones televisivas y el patrocinio de la liga por parte de Heineken, que cansado de estar en medio de esta batalla parece que enfila la puerta de salida salpicada por tanto escándalo doméstico.

En la primera se respiró un tono muy constructivo en el que quedó claro que la idea gusta a los equipos, a los entrenadores y a los directores deportivos. Pero también se habló de aspectos a mejorar y puntos sobre los que reflexionar, dada la estructura real de los clubes en España y el amateurismo de los jugadores.

Se habló del esfuerzo económico que conlleva jugar esta competición para clubes como Ciencias Cajasol, que tendrán que aportar casi 70.000 euros de presupuesto con una carga enorme en gastos de viaje para jugar esta competición Sub-23 viajando dos veces a Cataluña, dos al País Vasco, dos a Santander, dos a Valladolid, a Burgos... Sin embargo, según han comentado a El Confidencial, los técnicos científicos valoran positivamente esta iniciativa. También hay un debate intenso en torno al número de jugadores Sub-23 que deben participar y los extranjeros que pueden hacerlo. Los números de los que se habla son ocho jugadores con la edad por debajo de los 23 y tres foráneos

Feijoo, en el punto de mira

Uno de los equipos emblemáticos de la liga propuso copiar la normativa 'spoir' de Francia y no incluir extranjeros. Mientras que otro de los clubes apostó por no limitar la edad y permitir que un jugador pueda participar en los dos partidos siempre que no supere los 80 minutos en un fin de semana. Además hay propuestas creativas para adecuar el formato del torneo y rebajar el número de partidos, que de inicio sería de 22, las mismas jornadas que sus equipos seniors. Se ha propuesto un formato al estilo Copa y hay también una alternativa de calendario con dos grupos de cinco equipos que estarían formados el norte por Independiente, Batcho, Hernani, Ordizia, Sant Boi y Barça, y uno 'sur' con Burgos, VRAC, El Salvador, Cinseros, Alcobendas y Ciencias. Después se jugarían semifinales y final.

En la segunda parte de la reunión, la que protagonizaron los presidentes, el ambiente fue menos amable. Hay clubes abiertamente posicionados a hacer frente a Alfonso Feijoo y la federación que preside, con el VRAC a la cabeza. Algo que no es una sorpresa, ya que los queseros protagonizan una batalla judicial con la FER en los últimos tiempos que sigue escribiendo capítulos. Clubes como Independiente también se han mostrado contundentes en sus posicionamientos ante la Federación, mientras que otros como Cisneros o Hernani tienen posturas muchos más cercanas a la dirección de Ferraz.

A mitad de camino aparecen clubes como El Salvador, Alcobendas o Ciencias que tratan de encauzar el asunto y enterrar el hacha de guerra, defendiendo la hipótesis de que recuperando la paz social y deportiva entre ambas partes se podrá hacer crecer al rugby español. Estos clubes que están en medio de las dos trincheras proponen buscar puntos de encuentro a partir de los cuales trabajar en el futuro del rugby español y empujar todos en la misma dirección. Está previsto que este sábado hagan una comunicación al respecto de ambas reuniones.