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El rugby español o cuando el vicepresidente manda callar al presidente
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El rugby español o cuando el vicepresidente manda callar al presidente

El presidente de la Federación de rugby, Feijoo, el vicepresidente Epalza y el secretario general Patrón-Costas trataron de explicar la decisión que ha dejado a España sin Mundial

Foto: Alfonso Feijoo y José María Epalza. (EFE)
Alfonso Feijoo y José María Epalza. (EFE)

El rugby español se bate en retirada. La rueda de prensa más triste del rugby español comenzó con cierta puntualidad, para lo que suele destilarse, en la sede del Consejo Superior de Deportes. Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española, se hacía acompañar en la mesa de su vicepresidente, José Mari Epalza, y su secretario general, Eliseo Patrón-Costas. Un contraste generacional demasiado evidente en el tono de las intervenciones de ambos. El primero, Epalza, protagonista absoluto de la rueda de prensa, con episodios realmente significativos como cuando mandó a Feijoo callar para responder él una pregunta lanzada a la mesa; el segundo, sustantivamente más joven y muy didáctico en sus aportaciones.

Sobre la mesa un tema mayúsculo: la expulsión de España del Mundial de Japón por las alineaciones indebidas de los franceses Bastier Fuster y Mathieu Belie. Madrugó las explicaciones el presidente, un tipo tan honesto como leal a su gente, como ha evidenciado en cada decisión en su mandato. Feijoo comenzó de la manera más previsible (y española) posible: "Aquí no va a dimitir nadie. Hemos demostrado que no somos gente que tira la toalla cuando vienen las cosas mal dadas. Recurriremos adonde haga falta y solo al final, cuando sepamos la decisión, convocaremos una asamblea extraordinaria para poner nuestros cargos a su disposición". El donostiarra sacaba el colmillo que le ha caracterizado siempre cuando le tocan la fibra. Y especialmente cuando señalan a su junta directiva.

Foto: Imagen del final del polémico encuentro de Bélgica y España. (EFE)

A continuación habló Eliseo Patrón-Costas, el nuevo secretario general de la Federación. Y el hombre que ha elaboró en su día las (brillantes) alegaciones contra la designación del rumano Vlad Iordachescu y el escrito sobre lo ocurrido en Bélgica. Al ponente más joven de la mesa le tocó explicar la defensa española en Londres. Allí estuvo la comitiva española acompañada de un abogado francés con el trabaja habitualmente la FER, del abogado designado por los jugadores para defender sus intereses, y del bufete irlandés Counsel, Daniel Spring y Company. El mejor posible y un dolor de cabeza para World Rugby, cuya sede dista menos de 100 metros de la del bufete. Entre otros contenciosos, ellos libraron la batalla entre el jugador Shingler y la federación galesa, que terminó sentando jurisprudencia.

Epalza se asignó la labor de tratar de explicar la decisión de World Rugby. A su manera. El que fuera tótem de Rugby Europe cargó contra la organización en la que trabajó años y contra la resolución del Comité Independiente designado por World Rugby con un lenguaje plagado de juicios de valor. Quedó claro que no es especialmente amigo de los británicos, aunque también echó en cara a la Federación Francesa su falta de claridad a la hora de comunicar la elegibilidad de Belie y Fuster. Y repitió hasta la saciedad argumentos como la petición de World Rugby de repetir el partido.

placeholder El España-Bélgica. (EFE)
El España-Bélgica. (EFE)

Una decisión política

Con cierta resignación asumió la parte de culpa de la Federación, "siempre se puede hacer mejor", algo muy sintomático en un hombre que no hace concesiones. Puso el foco en los pasajes de la resolución menos claros (en el caso de la exigencia de cuatro años seguidos de estatus como segundo equipo) para insistir que "destacaron el espíritu de la norma donde debían haber aplicado la literalidad". Epalza eludió calificar la maniobra de World Ruby al quitarse el problema de encima designando un Comité Independiente. Punto en el que Feijoo recogió el guante. "Aplaudimos la designación de un Comité con miembros de una trayectoria intachable, pero después me temo que hubo concesiones a World Rugby tras las consultas que se produjeron entre ellos. Esperábamos que obrasen en consecuencia a las alegaciones, por las que nos felicitaron. Pero hemos visto al final que las cosas funcionan de otra manera". El presidente mostraba su malestar dejando ver entre líneas que se trataba de una decisión política.

La rueda de prensa fue avanzando con el ánimo alicaído de intervinientes y periodistas. Epalza se enrocaba mareando la perdiz ante las miradas resignadas de sus compañeros de mesa. Solo Eliseo puntualizó un par de cosas antes de que el acto tocase a su fin con un intento de poner buena cara al mal tiempo. "Lo hemos pasado mal, no. Peor...", advirtió Epalza ante la atenta mirada de su fiel colaborador Rafael Sempere, el secretario general y antes tesorero federativo que ha firmado cada papel que ha salido de Ferraz en las dos últimas décadas. Y de José Manuel Moreno, el eterno secretario general del rugby español. Jubilado en su día por el anterior presidente, Javier González 'Cancho', ha sido recuperado por Alfonso Feijoo en calidad de asesor del presidente. Toda la vieja guarda atendía a las explicaciones de Epalza, que decidía qué preguntas debía responder él y cuáles el presidente.

Foto: Los jugadores del Leinster celebran su título de la Champions Cup de rugby. (EFE)

España no arriesgará el ingreso de World Rugby

Al propio Epalza, el hombre con más poder que ha tenido el rugby español, se le escapó que no acudirían al Tribunal de Arbitraje Superior (TAS) porque existe un pacto de caballeros con World Rugby para no ir más allá de los canales de apelación del propio organismo. Segundos después, Patrón-Costas puntualizaba que existe un documento en el que se especifica ese acuerdo tácito. Por eso el epílogo de Feijoo, "iremos al TAS si hace falta", sonó al canto del cisne. España no arriesgará, ni puede ni debe, el dinero que ingresa de World Rugby anualmente porque es uno de sus mejores spónsors.

Concluyó la rueda de prensa con la sensación de que habíamos asistido al adiós a una generación, la de Epalza, More y compañía, que han dado al rugby español años dorados y a World Rugby demasiadas excusas para que nos dejasen sin el billete para un Mundial que los jugadores se habían ganado el campo. La FER mantiene el modus operandi que nos llevó al Mundial del 99, un proceder a contracorriente con la forma en que se trabaja en los despachos de World Rugby. Llamadas donde se piden emails. España no irá al Mundial. Ahora le toca a Feijoo elegir si quiere retirar con honores a sus sempiternos colaboradores o si elige una transición traumática que cueste más caro al rugby español. Y esa decisión la tiene que tomar él. No Epalza.

El rugby español se bate en retirada. La rueda de prensa más triste del rugby español comenzó con cierta puntualidad, para lo que suele destilarse, en la sede del Consejo Superior de Deportes. Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española, se hacía acompañar en la mesa de su vicepresidente, José Mari Epalza, y su secretario general, Eliseo Patrón-Costas. Un contraste generacional demasiado evidente en el tono de las intervenciones de ambos. El primero, Epalza, protagonista absoluto de la rueda de prensa, con episodios realmente significativos como cuando mandó a Feijoo callar para responder él una pregunta lanzada a la mesa; el segundo, sustantivamente más joven y muy didáctico en sus aportaciones.

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